Para Jorge Satorre (Alcoi, 1953), los ojos representan mucho más que unos órganos que nos permiten obtener la visión de espacios o paisajes. En realidad, para este alicantino firmemente comprometido con el objetivo de asegurar la mejor calidad de servicio posible a sus pacientes, la salud de los ojos “no depende solo de que funcionen correctamente, sino de que sepamos contemplar la vida con alegría y optimismo”. Desde su
responsabilidad como director médico del Instituto Balear de Oftalmología, el doctor Satorre ha contribuido a que miles de pacientes recuperen no
solo su salud ocular, sino también las ganas de vivir.
P.- Justo ahora se cumplen losdiez primeros años de existenciade IBO. ¿Cuál fue la génesisde este proyecto de sanidadprivada centrado específicamenteen la medicina oftalmológica?
R.- El Instituto Balear de Oftalomologíasurgió como respuestaa una circunstancia que resultabade cada vez más incuestionable:que la creciente especializaciónde esta rama de la medicina y lanecesidad de afrontar inversionesen tecnología de cada vez máscostosas hacían muy complicadoque los pacientes pudieran seguirsiendo atendidos en pequeñasconsultas, a cargo de un grupo reducidode oftalmólogos. En estesentido, se imponía la creación deun gran centro que integrara a uncompleto equipo de profesionalesformados cada uno en una especialidadconcreta de la oftalmología,y que además, dispusierade capacidad financiera para costearla adquisición de los mediostécnicos más sofisticados delmercado.
P.- Y tras diez años de labor,¿el balance es positivo?
R.- Desde luego, porque puedoafirmar con orgullo que en IBO esposible atender cualquier tipo dedolencia o patología que afecte anuestros ojos, con la única excepcióndel tumor introocular, al que,en cualquier caso, renunciamosvoluntariamente debido a la bajaprevalencia de esta enfermedad.De hecho, en un año, no derivamosmás de uno o, a lo sumo, dospacientes a otros centros.P.- ¿Tenemos buena vista losciudadanos de Baleares? Y queconste que la pregunta tieneun sentido exclusivamente literal…
R.- Yo diría que sí, al igual queocurre en la mayor parte de sociedades occidentales. Ello se debe,por una parte, a la extraordinariaevolución tecnológica experimentadapor la oftalmología, quese sitúa en el primer escalafón dela medicina en este terreno, juntocon la radiología. Sin embargo,existe otra causa muy importante,y es que en nuestro entorno,y eso no ocurría hace veinte otreinta años, ha surgido una preocupacióncreciente por la saludocular y esta circunstancia ha redundadoen un incremento sustancialde la prevención.
P.- Y ya que hablamos de prevención,¿qué precauciones sedeben adoptar para que nuestrosojos, por así decirlo, esténen forma?
R.- En IBO, recomendamos anuestros pacientes que se sometana revisiones periódicas de losojos, y que apliquen esta mismafórmula a sus hijos, ya que es importantevigilar la evolución delos órganos visuales desde unaedad muy temprana. Antes noocurría lo mismo. Los pacientesllegaban a la consulta cuando laspatologías se hallaban en un estadomuy avanzado, y lógicamentela dificultad del tratamiento eramucho mayor y el pronóstico decuración menos optimista.
P.- ¿Todas las patologíasoculares son prevenibles?
R.- Bueno, hay que tener presenteque algunas patologías obedecena un carácter congénito,como es el caso de los defectosde refracción. Pero sí es cierto queincluso en este tipo de alteracionesuna actuación preventivaayuda a solventar los problemasdel futuro. En realidad, esa es lafunción intrínseca de la medicina,ya que la práctica médica no esotra cosa que la antítesis de lasleyes de selección natural.
P.- ¿A qué se refiere?
R.- Pues a que mientras la selecciónnatural castiga a los débiles ypremia a los fuertes, la medicinatrata de dar una mano a los primerospara que superen sus dificultadesy accedan a mayores cotasde salud y bienestar con el objetivode que puedan explotartanto como puedan su utilidadsocial. Apartir de los ocho años, elniño ya ha completado su desarrollovisual y, por tanto, la oftalmologíaya está en condiciones deayudarle a prevenir las alteracionesoculares que puedan manifestárseleen ese momento o en el futurosi sus padres le llevan a laconsulta. En otras palabras, eseniño tiene a su alcance la opciónde mejorar la salud visual de todasu vida solo con someterse a laspertinentes revisiones y, lógicamente,hacer caso de las recomendacionesdel médico. Aunque losniños suelen hacerlo, porque ademásaprenden todo muy rápido.
P.- ¿La cirugía oftalmológica,es tan sencilla como a vecesse da a entender?
R.- La evolución tecnológica haconvertido a la oftalmología en untipo de medicina más accesible.Quiero decir con ello que, no tantotiempo atrás, no se operaba de cataratascon la facilidad que se haceahora. La moderna tecnología permiteque el paciente con cataratasacuda a la consulta y resuelva suproblema mediante la cirugía ambulatoria.Ahora bien, estos avancesque, en principio, son extraordinariamentepositivos, conllevantambién sus inconvenientes…
P.- No se me ocurre cuáles puedanser…
R.- Estoy hablando del riesgoa banalizar la oftalmología. Laimagen que se transmite a la sociedades que algunas operacionesoftalmológicas son tan sencillasque casi es lo mismo que tomarseuna aspirina. Y, créame, noes lo mismo, ni mucho menos.Cuando una persona se sometea cirugía, sea o no ambulatoria,sea simple o compleja, existesiempre un riesgo, por pequeñoque sea. Conviene tenerlo encuenta para que los propios médicosno nos relajemos. Aquí, enIBO, antes de cualquier intervención,por sencilla que sea, invitamosal usuario a firmar el protocolode aceptación y, por supuesto,en el quirófano lo tenemostodo dispuesto para que cualquieremergencia, que puede surgirincluso en una operación decataratas, sea atendida de maneraefectiva.
P.- ¿Y no ponen mala cara lospacientes cuando les hace firmarel protocolo del que hablaba?
R.- Aalgunos les causa ciertaaprensión, es verdad. Pero es porqueno entienden el verdaderoobjetivo de este documento, queno es otro que mantener informadoal enfermo en torno a sus derechoscomo paciente. Esta es unacuestión a la que en nuestro entornono se le concede la importanciaque se debería. En cambio, yoque he tenido la oportunidad deejercer la medicina en otros países,he podido apercibirme dehasta qué punto las cosas son diferentesen esos lugares.
P.- En Canadá, por ejemplo…
R,. Le contaré una anécdota: alos pocos días de estar en Canadá,mi jefe me preguntó si yo me presentabao no a los pacientes cuandoles atendía. Le contesté que no,ya que entendía que pudiera parecerpresuntuoso por mi parte.Sin embargo, mi jefe me hizo verel error que cometía porque, segúnme dijo, los pacientes tienentodo el derecho del mundo a saberen qué manos están. Derechos,esa es la palabra clave. Poreso, siguiendo esta filosofía, enIBO tratamos de situar al pacienteen el lugar central de nuestraactuación profesional.
P.- Esa apuesta clara por teneren cuenta ante todo las expectativasy los intereses de losusuarios habrán tenido muchoque ver en la concesión de laacreditación de la Joint CommissionInternational…
R.- Es un reconocimiento a la laborque emprendimos en su momentoen IBO en aras a actualizarcontinuamente la calidad del servicioque ofrecemos. Nuestra filosofíaes clara en este sentido: el pacienteacude a nuestra consultapara resolver un problema queafecta a la salud de su visión. Apartir de aquí, no ha de preocuparseabsolutamente de nadamás, porque todo ha de correr anuestro cargo. El paciente ha desentirse confiado, cómodo, relajado,sin preocupaciones y, especialmente,bien acogido. Este término,‘acogida’, es uno de mis predilectos,porque creo que conjugacomo ningún otro el modelo deatención sanitaria que tratamosde aplicar en IBO. Y esa acogidadebe hacerse notar desde el primermomento, es decir, desde elmomento en que el usuario marcael número de teléfono para solicitaruna cita.
P.- IBO es la única entidad sanitariade Baleares que ha logradoobtener la distinción dela Joint Comission International.¿Resultó difícil cumplircon las exigencias de calidadque estableció la empresa evaluadora?
R.- ¡No se lo puede usted niimaginar! De hecho, este es unproceso que comenzamos a principiosde esta década y que ahorahemos visto recompensado conesta distinción, que nos hace verque estamos en el buen caminopero que, al mismo tiempo, constituyeuna exigencia para que sigamosmejorando. La calidad esun objetivo que nunca se acaba delograr por completo, porque encualquier empresa o entidadsiempre hay aspectos a mejorar.En el caso de IBO, cada año nosproponemos mejorar un servicioconcreto. Ahora estamos luchandopor reducir el tiempo de esperade los pacientes antes de quese les haga pasar a la consulta y,como ha ocurrido antes con laatención telefónica, por ejemplo,esperamos materializar una vezmás nuestros objetivos de calidad.
P.- Si me permite un apuntepersonal, le diría que, más alláde sus innegables éxitos profesionales,ofrece usted la impresiónde ser una persona básicamentefeliz
R.- Lo soy, no se lo niego. Meencanta mi trabajo, soy feliz en mivida familiar, tengo buenos amigosy trato de encarar cualquiervicisitud con optimismo y vitalidad.Dada mi condición de oftalmólogo,supongo que no le chocarála siguiente frase, y es quetrato de ver la vida con buenosojos.