El doctor Vicenç
Guimerà es uno de los
profesionales que
forman parte del
equipo de especialistas
del Instituto Balear de
Oftalmología. En gran
medida, sus
intervenciones tienen
relación con la cirugía
del polo anterior del ojo
y el tratamiento del
glaucoma. Guimerà
cuenta también con una
dilatada experiencia en
el campo de la
corrección de los
defectos de refracción,
entre los que cabe
destacar la presbicia.
Esta patología ocular,
conocida popularmente
como ‘vista cansada’,
afecta directamente a la
capacidad para ver de
cerca los objetos.
P.- Para empezar, ¿es cierto
que la presbicia acaba por
afectarnos a todos una vez sobrepasados
los cuarenta años?
R.- En efecto, así es. Apartir
de los cuarenta, es una patología
que, tarde o temprano,
afecta a nuestra visión.
P.- ¿Qué es exactamente la
presbicia?
R.- Entendemos por presbicia
la pérdida de la acomodación
o enfoque del ojo, que se
ve así imposibilitado para enfocar
la mirada de cerca. Como
decíamos, ello acontece, generalmente,
a partir de la cuarta
década de vida, obligando al
uso de gafas para leer.
Se trata de un proceso natural
del ojo que con la edad
termina afectando al cien por
cien de la población y cuya
causa es la esclerosis o envejecimiento
del cristalino.
P.- Hablaba usted de acomodación.
¿Qué entendemos
por ello?
R.- La acomodación es un
mecanismo voluntario realizado
mediante la contracción del
músculo ciliar, que induce un
aumento de la curvatura del
cristalino.
P.- ¿Por qué se pierde la acomodación?
R.- Porque con la edad disminuye
la elasticidad del cristalino,
haciendo infructuosos
los intentos del músculo ciliar
para variar su curvatura y, por
consiguiente, su potencia.
P.- ¿A qué edad empieza a
producirse esta pérdida de
acomodación?
R.- En realidad, se produce
durante toda la vida. De niños
tenemos una gran elasticidad
en el cristalino, y por tanto una
gran capacidad de acomodación,
superior a las diez dioptrías.
Esta circunstancia nos
permite enfocar claramente a
menos de diez centímetros de
distancia. Sin embargo, con la
edad perdemos acomodación,
por lo que esta distancia mínima
va aumentando progresivamente.
Apartir de los cuarenta
años, nuestra acomodación,
que sigue disminuyendo,
se vuelve inferior a las tres
dioptrías, necesarias para enfocar
a 33 centímetros, que es la
distancia habitual de lectura.
Ello obliga a aumentar la distancia
de lectura, que es el síntoma
principal de la presbicia.
P.- ¿Es progresiva la presbicia?
R.- Sí, concretamente progresa
media dioptría cada cinco
años. Sin embargo, deja de
progresar a partir de los sesenta
años. Aesa edad, toda acomodación
ha desaparecido y,
en consecuencia, el ojo es incapaz
de acomodar nada.
P.- ¿Podemos influir sobre la
edad de aparición y la progresión
de la presbicia?
R.- Hasta el momento no ha
podido demostrarse método
alguno para retrasar ninguno
de estos factores. Durante un
tiempo se postuló que resistirse
a llevar las gafas de cerca
constituía una gimnasia que
mantendría activo el músculo
ciliar. Sin embargo, esta alternativa
no tiene ninguna
efectividad, ya que no es la
contracción del músculo lo
que falla, sino la respuesta del
cristalino, que de cada vez se
muestra menos elástico.
P.- ¿Qué sucede si nos resistimos
a usar gafas para leer?
R.- Pues que la naturaleza es
muy tozuda, y como la presbicia
es progresiva entraremos
en una guerra que acabaremos
perdiendo.
P.- ¿De qué manera puede
tratarse la presbicia?
R.- No existe en la actualidad
modo alguno de recuperar
la elasticidad perdida del
cristalino. Es por esta razón
que debemos recurrir a la corrección
con gafas o con cirugía.
P.- Entonces, ¿cómo corregimos
la presbicia a través de
medios ópticos?
R.- El paciente sin defecto de
refracción previo precisa del
uso de unas gafas de cerca,
cuya potencia deberá aumentar
hasta las tres dioptrías, con
un cien por cien de capacidad
de corrección, a los sesenta
años de edad. Por otra lado,
el paciente con un defecto de
refracción previo (miopía, hipermetropía
o astigmatismo),
deberá llevar sobre sus gafas
de lejos unas gafas más potentes
de cerca, bien sea como bifocal
o progresivo.
P.- En cuanto a la cirugía,
¿qué alternativas existen actualmente
para el tratamiento
de la presbicia?
R.- La técnica quirúrgica
aconsejada consiste en la implantación
de una lente intraocular
multifocal después de
haber extraído el cristalino
transparente con el objetivo de
dejar sitio a la lente, así como
evitar el posterior desarrollo
de una catarata. Las lentes
multifocales están dispuestas
en círculos concéntricos
,tal como si se tratara de
una diana, y permiten una visión
simultánea de lejos y de
cerca de niveles aceptables. En
las lentes actuales se han minimizado
buena parte de los inconvenientes,
como el deslumbramiento
nocturno o las
distancias de difícil enfoque.
En consecuencia, a excepción
de aquellos casos con una gran
exigencia en la visión de lejos
y de cerca, los resultados visuales
suelen ser bastante satisfactorios
para el paciente.