El doctor Francisco
Javier Chacártegui,
oftalmólogo formado en
la Clínica Barraquer de
Barcelona, es uno de
los profesionales que
forman parte del
equipo de especialistas
del departamento de
Cirugía Refractiva del
Instituto Balear de
Oftalmología (IBO). De
su mano,
profundizaremos en los
principales aspectos de
esta rama de la salud
oftalmológica.
P.- ¿Qué es la cirugía refractiva?
R.- Es aquella cirugía que corrige
defectos que impiden que
enfoquemos correctamente los
objetos de nuestro entorno.
P.- ¿Se aplican siempre las
mismas técnicas al realizar
este tipo de cirugía?
R.- La cirugía refractiva
abarca un número muy importante
de técnicas quirúrgicas
que pretenden que el paciente
sea capaz de prescindir
de las gafas o lentes de
contacto para llevar a cabo sus
actividades cotidianas. Esta
variedad de técnicas quirúrgicas
nos permiten personalizar
las que están más indicadas
para cada paciente. No hay
ningún paciente que sea igual,
y en IBO este es el principio
que aplicamos: la personalización
de las técnicas quirúrgicas
para cada paciente.
P.- ¿Qué papel juega el láser en
estas técnicas quirúrgicas?
R.- Hoy en día, no debemos
hablar de un único láser, si no
de láseres, así, en plural. En
la actualidad, estamos aplicando
la combinación del láser
femtosegundos y del láser excimer
para la realización del
lásik, que es la operación más
frecuente en cirugía refractiva.
P.- ¿Y qué es el lásik?
R.- El lásik es una de las técnicas
extraoculares de cirugía refractiva,
en la que moldeamos
la córnea por medio de dos tipos
de láseres: el láser de femtosegundos,
que nos permite levantar
la parte más anterior de
la córnea, de forma semejante a
como abrimos la tapa de un libro;
y, en segundo lugar, el láser
excimer, que moldea la córnea
de forma que la miopía, la hipermetropía
o el astigmatismo
queden corregidos. Tras ello,
la parte levantada de la córnea
se vuelve a colocar en su sitio,
como si cerráramos de nuevo el
libro. Estaríamos hablando, por
tanto, de un procedimiento
‘todo-láser’.
P.- ¿El láser de femtosegundos
sólo sirve para levantar la
parte más anterior de la córnea?
R.- Bueno, la verdad es que
este recurso nos permite realizar
el tallado de la parte anterior
de la córnea de forma
más segura y precisa. Además,
hace posible realizar técnicas
quirúrgicas con mucha más
precisión para corregir astigmatismos
altos, ya que se pueden
llevar a cabo unos cortes
relajantes en la córnea, que conocemos
como arcoatas. Por
último, este láser permite
practicar unos pequeños túneles
en el interior de la córnea
por donde introducimos unos
anillos o segmentos intracorneales,
que posibilitan estabilizar
las córneas que, a causa
de una enfermedad, se deforman
en forma de cono, es decir,
los queratoconos. Incluso
podemos realizar transplantes
de córnea no perforantes.
P.- En todo caso, si con los láseres
se realizan las técnicas
extraoculares, ¿cuáles son las
técnicas intraoculares?
R.- Las técnicas intraoculares
las podemos dividir en dos clases,
las que respetan el cristalino
y las que no. Hablemos,
inicialmente, de las primeras.
Como le he dicho antes, la personalización
del tratamiento
para cada paciente es lo más
importante para nosotros. En
general, la técnica del lásik nos
permite corregir miopías entre
-1.00 y -9.00 dioptrías, hipermetropías
entre +1.00 y +4.00
dioptrías y astigmatismo hasta
±6 dioptrías. Para los defectos
superiores a estos podemos
colocar unas lentes intraoculares
por delante del cristalino
llamadas lentes fáquicas. Las
hay esféricas, que corrigen las
altas miopías o las elevadas hipermetropías,
y las hay tóricas,
que corrigen los altos astigmatismos.
Con esta técnica, al no
extraer el cristalino, se conserva
el mecanismo de la acomodación,
que es el que nos permite
enfocar de cerca.
P.- ¿Para qué se utilizan las
técnicas refractivas en las que
se tiene que quitar el cristalino?
R.- Las grandes miopías o
las elevadas hipermetropías
en pacientes mayores de 50-60
años, en los que ya se ha desencadenado
un proceso de
‘vista cansada” que les impide
ver bien de cerca, pueden ser
corregidas quitando el cristalino
y colocando una lente intraocular.
P.- ¿Estaríamos haciendo referencia,
por tanto, a una técnica
semejante a la cirugía de
catarata?
R.- En realidad, la técnica
quirúrgica es la misma, aunque
los pacientes a los que he
aludido en la respuesta anterior
tienen el cristalino transparente,
mientras que el paciente
con catarata presenta
el cristalino opaco. En estos casos,
el procedimiento que aplicamos
consiste en introducir
una lente intraocular multifocal
con la intención de que, a
partir de entonces, el afectado
ya no precise, para su vida
habitual, llevar gafas, ni de lejos
ni de cerca.
P.- Resultan verdaderamente
impresionantes los avances
logrados en el campo de la cirugía
oftalmológica. ¿Qué
aconsejaría a un paciente que
desee prescindir de las gafas
o de las lentes de contacto de
manera definitiva?
R.- La experiencia que atesoramos
en IBO tras haber atendido
miles de casos de cirugía
refractiva me permite, si es posible,
facilitar tres recomendaciones
a este tipo de pacientes. El
primero, es que la cirugía refractiva
es una cirugía de alta tecnología
que nos permite personalizar
las técnicas quirúrgicas que
mejor resultado van a tener para
cada paciente. En segundo lugar,
debe tenerse presente que la
cirugía refractiva abarca mucho
más que el lásik. No importa el
grado de miopía, hipermetropía,
astigmatismo o vista cansada
o presbicia que el paciente
presente, porque seguro que
existe una técnica adecuada
para cada diagnóstico. Y, en tercera
instancia, hay que destacar
que, una vez practicada la intervención,
los pacientes, y sobre
todo los altos miopes, no deben
olvidar que las complicaciones
retinianas debido a su miopía no
desaparecen con la realización
del procedimiento refractivo. En
consecuencia, han de someterse,
al menos, a una revisión
anual con el especialista en vítreo-
retina. Este es, de hecho, el
procedimiento que aplicamos
en IBO
.
P.- Precisamente, las técnicas
y protocolos que aplican en
IBO cuentan con el aval de los
organismos dedicados a controlar
la calidad asistencial…
R.- Así es. Concretamente, la
Joint Commission International,
que es la más prestigiosa
organización dedicada al ámbito
del control de la asistencia
sanitaria, ha entendido y validado
nuestra forma de pensar
y actuar concediéndonos
en 2004 su acreditación de calidad,
que hemos recertificado
en 2007. En este último año,
IBO también ha conseguido la
certificación ISO 9001-2000 y
la certificación SEP: Sanidad
Excelente Privada