Antoni Real, farmacéutico de Alaró, acaba de ser
reelegido presidente del Colegio de
Farmacéuticos. Con este representante de un
colectivo profesional determinante en la gestión
de la salud repasamos amplios aspectos del
sector, desde las nuevas tecnologías al papel
personal del farmacéutico en la atención
sanitaria.
P.- ¿Aunque no sea estrictamente
de su ámbito, le quiero
preguntar por uno de los grandes
hitos sanitarios de la época,
la creación de la Facultad
de Medicina de Baleares.
R.- Creo que hay que apoyar la
creación de la Facultad de Medicina
siempre que existan todas las
garantías de que el nivel de excelencia
de los estudios va a ser
aceptable. Somos la única comunidad
autónoma que no tiene aún
estos estudios. Es un proyecto positivo,
aunque puede haber un
problema derivado de la financiación,
porque estos estudios tienen
unos costes muy altos. Tal vez se
solucione con las nuevas transferencias
de financiación que se
han acordado.
P.- ¿Y una
Facultad de
Farmacia en
Baleares, no
se ha planteado
nunca?
R.- Hace
unos años, sobre
el 2002, se
habló con un
vicerrector de
la UIB al objeto
de comenzar
con el primer
ciclo de la
carrera. Aunque
el número
de estudiantes de Farmacia es de
los más elevados de Europa y hay
suficientes facultades, creemos
que sería adecuado abrir una en
Palma. Poníamos como condición
para apoyar la idea que luego los
alumnos de la UIB que hubieran
hecho el primer ciclo fueran aceptados
para cursar el segundo en
cualquier universidad de España.
También pedíamos que hubiera
ciertas garantías, como numerus
clausus.
P.- ¿Y qué se decidió?
R.- El proyecto se diluyó. No estaba
en los planes de desarrollos
de nuevos estudios de la UIB.
P.- ¿Cree que los farmacéuticos
de Baleares están suficientemente
implicados en la Universidad,
en la investigación
biomédica, de la que son una
pieza fundamental?
R.- Estamos muy implicados,
pero nos gustaría que esta implicación
fuera mayor. Hay una serie
de farmacéuticos muy metidos
en la Universidad y en la investigación,
pero al no haber facultad
de Farmacia es más difícil. Aún
así hace poco se nombró catedrático
a un farmacéutico, porque ya
digo que esa implicación existe.
P.- ¿Faltan farmacéuticos?
R.- En la
mayoría de
los ámbitos
laborales de
los farmacéuticos,
el paro
es nulo. Eso
podría interp
r e t a r s e
como que faltan
farmacéuticos.
En
España hay
más farmacéuticos
que
en otros países
de Europa
y pueden llegar a ser demasiados,
pero en unos años, dado que
las facultades se han masificado
un tanto en los últimos tiempos.
Los profesionales de farmacia son
requeridos hoy en muchos ámbitos
de la profesión. La industria
los busca para trabajos en farmacia
galénica o industrial. Cada vez
hay más expectativas para estos
profesionales.
P.- ¿Y farmacias? ¿Sobran o
faltan farmacias en las Islas?
R.- En estos momentos la población
tiene una asistencia más
próxima que hace un tiempo. Con
la reciente legislación se han
abierto más farmacias, veinte más
desde 2004 y se van a sacar nuevos
concursos.
P.- ¿Pero es suficiente?
R.- Es cierto que la población ha
crecido mucho, un 38% en pocos
años, pero el número de farmacias
también. En 1990 había 320 farmacias
en Baleares. En 2009 hay
410 y 40 a punto de salir a concurso.
La nueva ley es más aperturista.
Lo cierto es que hemos de intentar
que se alcance un equilibrio
adecuado entre farmacias y número
de habitantes. Hay lugares,
como en Navarra, en los que demasiadas
farmacias han hecho
que el servicio sea peor.
P.- ¿Ha evolucionado mucho
el modelo de farmacia?
R.- Se ha ido complicando bastante.
Antes el farmacéutico desarrollaba
el papel de elaborador de medicamentos, luego pasó a ser
un mero dispensador. Hoy hay
muchos procesos que desarrollar
y la farmacia requiere una labor
de equipo. Además el sector está
mucho más regulado. Se precisa
una labor de equipo cada más integrado
y cada vez con profesionales
más formados.
P.- ¿Y cuáles son esas nuevas
funciones?
R.- Desde la nueva atención farmacéutica
al seguimiento de la
farmacoterapia, cumplimentación
de protocolos internos que
llevan mucho trabajo.
P.- ¿El público conoce bien lo
que es un farmacéutico o cree
que la farmacia es solo una
tienda de medicamentos?
R.- El público es cada vez más
consciente de que el farmacéutico
es un agente de salud.
P.- ¿Formulan muchas consultas
en la farmacia?
R.- Ven al farmacéutico como
ese profesional en el que tienen
una gran confianza, en ocasiones,
casi como a un confesor, para todo
lo que se relaciona con la salud.
Actuamos sobre síntomas menores
o desviamos al paciente al centro
de salud. La farmacia es el primer
filtro, el profesional sanitario
más cercano, al que consultan
también muchas personas que
desconocen el funcionamiento del
sistema de salud. Las personas
que vienen a preguntar han aumentado
de año en año.
P.- La farmacia
tiene
una gran capacidad
de
resolución
de problemas
de salud…
R.- Sí, así es.
Se calcula que
de cada tres
personas que
entran en una
farmacia, dos
salen con un
consejo y una
tras haber comprado un medicamento.
Nos formulan muchas
preguntas y a través de ellas detectamos
grandes carencias, como
las de quienes creen que los antibióticos
sirven para curarse un
dolor.
P.- ¿Es el mal uso de los antibióticos
el principal problema
farmacéutico?
R.- Es uno de los grandes problemas.
Hemos agotado el arsenal
de antibióticos y aún siguen creciendo
las resistencias. Este mal
uso es normalmente por defecto:
no se completan los tratamientos
porque el paciente se siente
bien antes de terminarlo. O los toman
para otras patologías, o se toman
restos de un tratamiento
para otra enfermedad.
P.- ¿Qué otros medicamentos
se toman
mal?
R.- Desde
los antihipertensivos
a los
que se utilizan
para controlar
el colesterol.
Otras
personas tienen
un botiquín
casero
que tendrían
que tirar a la
basura.
P.- Vivimos unos tiempos en
los que se tiene miedo a grandes
epidemias.
R.- Sí que hay cierta preocupación
a cosas que no se pueden
controlar, a no saber cómo va a
acabar esto… En la farmacia intentamos
dar un consejo sanitario.
Nos preguntan por las mascarillas,
por el tamiflú y les decimos
que no es aconsejable, que no se
trata de una vacuna contra las
nuevas gripes. Vienen muchos extranjeros,
ingleses y alemanes a
pedirlo.
P.- ¿Qué opina de fenómenos
como la nueva gripe A?
R.- Creo que al ser un virus nuevo
tendrá el mismo recorrido que
los otros. Afectará a muchas personas,
pero si no hay una patología
de base no hay de que preocuparse,
será una gripe normal.
Y habrá fallecimientos, pero un
nivel estándar, que será bajo,
como con la gripe normal.
P.- ¿Es la farmacia un buen lugar
para adelgazar?
R.- El farmacéutico sale con
grandes conocimientos en materia
de dietética y nutrición. Podemos
aconsejar a quienes tienen
un problema de obesidad pero no
sufren una patología de base que
lo genera, si no es una obesidad
mórbida. Les explicamos que con
una dieta normal, variada y rica
podemos obtener grandes resultados.
Lo que falta es voluntad y
algunos conocimientos básicos.
P.- ¿Y para dejar de fumar?
R.- Nos hemos esforzado mucho
en esta materia. Ofrecemos
consejos y tratamiento a base de
chicles o parches de nicotina. Ylos
resultados son buenos. El 50%
deja de fumar. Hay que ver la farmacia
como una alternativa en
este aspecto.
P.- Me imagino que con los
nuevos medicamentos para
mejorar la sexualidad vendrán
muchas personas buscando
soluciones discretas.
R.- Sí, pero no podemos iniciar
un tratamiento con estos productos
si no hay un control médico.
Son temas peliagudos, efectivamente.
Pero también hay mucha
gente que busca estos medicamentos
en Internet,
y eso sí
que es un problema,
porque
gran parte de
esa oferta es
un fraude y
un riesgo para
la salud.
P.- Un mercado
en
auge…
R.- Es impresionante.
Se calcula que en 2005 la venta
de medicamentos por Internet
movía 26.000 millones de euros
y se cree que en 2010 moverá
75.000 millones de euros. Sin embargo,
no hay garantías de que
lo que se vende es lo que se dice.
Ahora está de moda vender el tamiflú
por Internet, y hay mucha
gente que lo busca, pero no hay
garantías.
P.- ¿Es regulable este mercado?
R.- Está regulado, pero es muy
difícil de controlar y hay un gran
incremento de quienes operan de
forma fraudulenta.
P.- Hablando de Internet,
¿cómo está funcionando la receta
electrónica?
R.- Es un proyecto joven. Es muy
complejo. Ha de mejorar día a día.
La población ha detectado una mejora,
pero hay problemas, como
cuando por las
obras dejan de
funcionar las
redes. Si hay
una receta en
papel se puede
dispensar aunque
se corte la
luz. Pero si no
la hay…
P.- Acaba de
ser reelegido
presidente
del Colegio
de Farmacéuticos. ¿Cómo
afronta esta nueva etapa?
R.- Como la última. Hay que
dar paso a las nuevas generaciones.
Ahora tenemos que trabajar
para consolidar temas, como la receta
electrónica, tener un colegio
‘sin papeles’, es decir, con toda
la gestión informatizada, virtual,
las 24 horas del día. Trabajaremos
para adquirir un compromiso de
responsabilidad social corporativa.
Y seguiremos manteniendo
los objetivos fundacionales, como
la formación, el control deontológico,
etcétera.