Xavier González asumió en enero el cargo de Jefe del Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo de Son Dureta, tras su experiencia en el Clínic de Barcelona
El doctor Xavier González Argente es desde enero el Jefe del Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo en el Hospital Universitario de Son Dureta. Llega del Clínic de Barcelona con una impresionante trayectoria asistencial e investigadora y con objetivos muy claros: potenciar al Servicio de Cirugía para ponerlo entre los pioneros en materia asistencial, investigadora y docente. Sus retos son una reorganización para convertirlo en un servicio de referencia en calidad asistencial, la introducción de técnicas quirúrgicas avanzadas y la creación de nuevos programas asistenciales, entre los que destaca el trasplante hepático.
P.- Doctor, comience, si es tan amable, por relatarnos su vida profesional anterior.
R.- Llegué a principios de año procedente del Hospital Clínic de Barcelona. Llevo 24 años en la sanidad pública, donde empecé como médico interno residente hasta alcanzar el grado máximo de la carrera profesional en el Hospital Clínic como consultor sénior. He estado vinculado durante 20 años a la Unidad de Transplante Hepático, uno de los programas más activos del país. He sido miembro del equipo quirúrgico del transplante de páncreas. He ejercido como profesor asociado en la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona y también tengo que destacar un periodo de formación de un año en el departamento de Cirugía Colorrectal de la Cleveland Clinic de Florida (EEUU). En mi currículum constan alrededor de 280 comunicaciones científicas en congresos médicos, 40 conferencias y más de 100 trabajos publicados en revistas científicas nacionales e internacionales.
P.- ¿Qué razones le hacen decidir venir al hospital de Son Dureta?
R.- Se trata de liderar un equipo en el hospital de referencia de la Comunidad balear. La perspectiva de la apertura del nuevo hospital en Son Espases ha sido un argumento decisivo. Creo que el nuevo hospital aportará la dotación de recursos tecnológicos y estructurales necesarios para lograr una asistencia de excelencia.
P.- ¿En qué basa su proyecto?
R.- Creo que todo servicio hospitalario debe estar basado en tres pilares fundamentales: la asistencia, la docencia y la investigación. El servicio de Cirugía tiene que ser una organización asistencial enfocada al paciente, tratando de ofrecer los máximos niveles de calidad y eficiencia. La docencia y la investigación se han de entender como complementos en el proceso en la atención.
P.- ¿Cuáles son los objetivos asistenciales que quiere desarrollar?
R.- Estamos reorganizando el servicio en unidades clínicas asistenciales orientadas a patologías específicas y, a su vez, en equipos multidisciplinares basados en la atención focalizada en el paciente. La correcta gestión de la asistencia debe basarse en el establecimiento de guías, comités clínicos y protocolos de actuación.
P.- ¿En qué medidas específicas se está trabajando?
R.- El plan de reestructuración del Servicio de Cirugía, que culminará con el nuevo hospital, incluye como principales objetivos la mejora de la gestión de las listas de espera, nuevos programas asistenciales y la apuesta por la innovación tecnológica. Como uno de las acciones más concretas y eficaces hemos potenciado la CMA (Cirugía Mayor Ambulatoria). Se trata de la cirugía que permite resolver el problema quirúrgico del paciente en un solo día, sin ingreso hospitalario. Cerca del 40% de las intervenciones se pueden hacer con CMA.
P.- También trabaja usted en la introducción de nuevas técnicas.
R.- En este sentido, se ha realizado una firme apuesta por la cirugía mínimamente invasiva entre las que está la laparoscópica. Son técnicas que permiten entrar en el cuerpo del paciente por pequeños orificios, por los que se introduce el instrumental y una cámara que permite ver desde el interior lo que se está realizando. Este tipo de cirugía es mucho menos agresiva, permite que el paciente se recupere antes que la cirugía convencional y reduce al mínimo las cicatrices. No sólo mejora el resultado estético sino que disminuye la agresión quirúrgica. Esto se traduce en menos dolor, una recuperación más rápida y por tanto un regreso temprano a la actividad habitual.
P.- ¿Cómo se realiza concretamente esta intervención?
R.- Se realiza una pequeña incisión de 1,5 cm en el ombligo del paciente, a través del cual se introduce un dispositivo que permite meter gas dentro la cavidad abdominal, una cámara que permite ver el interior y unos instrumentos quirúrgicos especiales articulados (pinzas, tijeras, bisturíes…). Este procedimiento permite operar en el interior del abdomen y evitar, al máximo, seccionar músculos, nervios, etcétera de la pared abdominal. La intervención, que dura más tiempo que la cirugía abierta clásica o que la cirugía laparoscópica convencional, dada la dificultad que comporta, se hace con anestesia general.
P.- ¿Qué hitos se han conseguido ya en este ámbito?
R.- Mediante estas técnicas el Servicio de Cirugía General ha extraído la vesícula biliar de varios pacientes, interviniendo únicamente a través de un pequeño orificio por el ombligo. Este procedimiento, denominado SILS (Single Incision Laparoscopic Surgery), podrá ser ampliado a otras patologías y sitúa a Son Dureta al mismo nivel que otros hospitales pioneros en esta técnica.
P.- ¿Otras novedades?
R.- En breve pondremos en marcha la cirugía endoscópica transanal con la que se consigue extraer ciertas tumoraciones rectales sin necesidad de realizar un abordaje quirúrgico a través del abdomen. También dentro de un ensayo clínico y en colaboración con el Servicio de Digestivo, vamos a empezar a utilizar células madre para el tratamiento de la enfermedad de Crohn perianal. A medio plazo esta previsto el inicio y desarrollo de un programa de trasplante de órganos. Concretamente, el transplante de hígado y en un futuro más alejado el transplante de páncreas asociado al del riñón. El trasplante de riñón ya se realiza desde hace años en este Hospital.
P.- Hace tiempo que se habla de implantar el transplante de hígado en Baleares. ¿Por qué?
R.- El transplante de hígado se considera el tratamiento de elección en las enfermedades hepáticas avanzadas, con una utilidad terapéutica demostrada. Logra una supervivencia global del 80-90% al año. En la actualidad se efectúa en 24 hospitales de toda España y se trasplantan más de 1.000 enfermos cada año en nuestro país. España es uno de los países más activos en este ámbito. Se estima que las necesidades de trasplante hepático están alrededor de 40 trasplantes por millón de habitantes, por lo que Baleares cuenta con la base poblacional suficiente para contar con este procedimiento.
P.- De modo que los pacientes no tendrán que irse fuera…
R.- Es que se da la circunstancia de que tenemos en las islas una organización de donación de órganos muy activa, que consigue cada año en torno a 35 o 40 donantes de hígado. Estos órganos son extraídos por equipos que vienen desde la península y se los llevan para ser implantados a pacientes de otras comunidades. Al mismo tiempo los enfermos de Baleares que precisan un trasplante hepático, también tienen que desplazarse a estas comunidades trasplantadoras. Lo ideal sería que los pacientes y los hígados se quedaran en las Islas.
P.- Imagino además que el nivel asistencial del hospital subirá con la implantación de esta técnica.
R.- El transplante de hígado constituye el paradigma de un trabajo asistencial multidisciplinar. Cuando se activa una alerta de trasplante se movilizan alrededor de 30 profesionales: cirujanos, médicos, enfermeras, etc, todos ellos altamente cualificados. El desarrollo de un programa de transplante hepático conlleva cambios importantes en la dinámica de un hospital y eleva de forma inmediata su complejidad asistencial. Está demostrado que un programa de trasplante hepático repercute de forma positiva y directa en el desarrollo de los distintos servicios hospitalarios implicados.
P.- ¿Cuáles son sus objetivos en el ámbito de la docencia?
R.- Actualmente estamos acreditados y realizamos la docencia de postgrado a través del programa de formación de médicos residentes MIR. Nuestra ilusión sería participar en los estudios de pregrado, ligados a la futura Facultad de Medicina.
R.- ¿Es, pues, partidario de la apertura de una Facultad de Medicina para las Islas Baleares?
R.- Baleares se merece una facultad de Medicina por múltiples razones. Hay demanda de estudiantes con vocación que tienen que desplazarse a la Península para realizar sus estudios. Bajo una correcta organización, aquí tenemos la capacidad de ofrecerles esa docencia. Otra ventaja es que la Facultad de Medicina formaría a médicos con capacidad para cubrir ciertas especialidades que en este momento se consideran deficitarias en facultativos en nuestra Comunidad. En Cataluña hay siete facultades. Canarias tiene una facultad de gran prestigio desde hace muchos años.
P.- ¿Qué planes para potenciar la investigación?
R.- La investigación debe basarse en una práctica médica y su desarrollo debe ser importante dentro de las líneas estratégicas de un hospital. La investigación suele determinar el prestigio del hospital. En nuestro caso hemos de empezar por la asistencial y epidemiológica y, posteriormente, cuando se encuentren los medios de financiación, desarrollar una investigación más básica.
P.- ¿Qué planes se han establecido a este respecto?
P.- Estamos colaborando en proyectos de investigación con varios hospitales de la Península (Hospital Clínic, Hospital La Paz, Hospital Vall d'Hebron y Hospital del Mar). Esta cooperación culminará con la publicación de estudios y la lectura de varias tesis doctorales. Además apuesto por una formación continuada de los profesionales del servicio en centros de prestigio internacional. Actualmente, uno de ellos esta completando su formación en el Hospital Paul Brousse, de París, tras lograr una beca de la Asociación Española de Cirujanos.
