Adolfo Marqués, jefe de la Maternidad del Hospital de Son Llàtzer
El doctor Adolfo Marqués, ginecólogo, es el jefe de la Maternidad del Hospital de Son Llàtzer. Tras diferentes etapas como médico y como directivo dentro del sistema sanitario público, del antiguo Insalud, el doctor Marqués puso en marcha hace ocho años, con la apertura del hospital, un modelo de atención al parto que se consideró revolucionario y que hoy casi todos aplican. Se trata de considerar el parto como algo natural y de ofrecer a las mujeres la posibilidad de volver a lo natural, sin obviar, por su puesto, la posibilidad de avances como la anestesia epidural. Un detalle: el doctor Marqués logró que le dejaran en una de las plantas de Maternidad las madres pudieran tener flores, cosa que en otro tiempo aterraba a los médicos. Son Llàtzer, ¿se acuerdan?, fue el primer hospital ‘sin papeles’, por el desarrollo informático. Pero también fue el primer hospital con flores.
P. Ocho años han pasado desde que se abriera el Hospital de Son Llàtzer y su equipo y usted pusieran en marcha un concepto revolucionario de maternidad.
R. ¡Ocho años! ¿Te das cuenta? El tiempo que ha pasado desde que comenzamos a adoptar el modelo de que la mujer embarazada, que va a ser madre, es un ser adulto, no un enfermo, que el parto es un hecho fisiológico, no una enfermedad y que el profesional, la matrona, ha de hacer todo lo posible por permitirle elegir qué tipo de parto quiere. Ocho años, y ahora todos hacen lo mismo.
P. Recuerde un poco aquella filosofía que los inspiraba entonces y ahora.
R. Pues que el parto es un hecho fisiológico y la mujer su protagonista, no una enferma. Por eso puede decidir el tipo de parto, la postura, el personal, la anestesia. Y los demás esforzarnos en cumplir con sus deseos. Y no hacer por sistema cosas como la episiotomía, poner la epidural si no lo solicita, hacer enemas, rasurados. Episiotomías hacemos solo en un 35% de los casos, cuando está indicado. Los rasurados, los enemas, se han olvidado.
P. He oído críticas porque ponen muchas epidurales.
R. Sí, hay fundamentalistas que nos han criticado. Pero es que nosotros ponemos las que nos piden. El objetivo no es poner un número de epidurales, sino poder poner el mayor número posible de entre las que nos lo piden.
P. ¿Qué ofrece, qué debe ofrecer un hospital público como éste a las futuras madres? Hay ahora tendencias a servicios como el parto dentro del agua.
R. Una cosa es la tendencia y otra la moda. Lo que está demostrado científicamente es que tras la epidural lo que más tranquiliza a la mujer son los baños y friegas calientes, y eso es algo que nosotros ofrecemos. Paralelamente hay una moda de partos en el agua, algo de lo que yo tengo mis reservas.
P. ¿Y eso?
R. Pues por una razón biológica. Los mamíferos salen del agua para parir. Aunque me he enterado de que los hipopótamos paren en el agua, de modo que a lo mejor me equivoco. Vamos a mandar dos matronas al Hospital Saint Mary, de Londres, donde hacen partos en el agua, para que lo vean y lo estudien. Y luego hablaremos.
P. ¿Cuál es la importancia que se le da a la matrona en el proceso de la maternidad?
R. La matrona es decisiva. Hacemos descansar sobre ella todo el proceso, incluido el control del embarazo. En un embarazo normal hay tres visitas previstas al médico, a la 12ª, la 20ª y la 15ª semana, coincidiendo con las ecografías. El resto del proceso lo controlan las matronas de área en los centros de salud. Hay que tener en cuenta que a la mayoría de las matronas de área las conocemos, porque han venido a hacer guardias al hospital. En el parto, el ingreso lo hace la matrona y el parto, si es normal, lo hace la matrona, sin el médico, al igual que la asistencia posterior. La matrona actúa sola en el 75% de los casos.
P. ¿Y las madres se siente satisfechas con ese sistema?
R. Pondré un ejemplo. En este tiempo hemos tenido cuatro fallecimientos intraparto. De esas mujeres, tres han vuelto aquí cuando han tenido un nuevo parto. Esto para nosotros es muy importante.
P. ¿Qué otros proyectos tienen en marcha?
R. La protección de la lactancia. La libertad de visitas. El método canguro, piel a piel. Esto consiste en que en los bebés prematuros se sustituye durante unos periodos la incubadora por el contacto con el cuerpo, con la piel de la madre o incluso del padre. De este modo se transmite el calor del progenitor y la termorregulación es perfecta. Además se desarrollan más defensas. Es un modelo que comenzaron a aplicar en Colombia y ahora lo tenemos aquí.
P. Y así, han crecido lo que han crecido.
R. Nos hemos convertido en la mayor maternidad. 2.592 partos en 2008, 2.524 en 2009. Atendemos al 23% de la población pero hacemos el 29% de los partos de Baleares. Eso es porque hay algunas que vienen a parir aquí aunque nos les corresponde. Además una de nuestras peleas ha sido mantener la habitación individual. En momentos de apuro hospitalario se han hecho dobles habitaciones individuales en otras áreas pero no en la nuestra. Es que se trata de un momento fundamental en la vida de una mujer y tiene que poder estar a solas con su hijo.
P. ¿Qué preferencias hay en materia de partos?
R. Hay que tener en cuenta que tenemos presencia de muchas culturas. Un 25% de las mujeres son inmigrantes. Por eso ofrecemos muchas posibilidades. Parir en todas las posturas, en silla de parto, a cuatro patas, como quieran. La matrona les conduce hacia lo que quieren y es posible. Luego trabajamos mucho los ejercicios de suelo pélvico, algo que tiene buenos efectos posteriormente, cuando llega la menopausia.
P. Ha mencionado antes programas de mantenimiento de la lactancia.
R. Nos hemos dado cuenta de que en muchas ocasiones la lactancia se pierde cuando se sale del hospital. Por eso hacemos clases, en grupo, para que las mujeres intercambien sus experiencias. Les damos un teléfono al que pueden llamar durante las 24 horas y les concertamos visitas durante la primera semana. Ya tenemos un 85% de mujeres que dan lactancia a sus hijos, pero queremos lograr que ese 85% no la abandonen a los pocos días, primero el objetivo será lograrlo durante la primera semana, luego, durante el primer mes.
P. ¿Sufren muchas complicaciones en los partos?
R. Vienen algunos casos complicados derivados de patologías de base. En otros casos, de tratamientos de fertilidad en mujeres que han tenido problemas para quedarse embarazadas. En algunos de esos casos nos llama la atención la frecuencia de la prematuridad y de los partos múltiples. Por otra parte, comenzamos con un 16% de cesáreas y ahora estamos en un 19%. Es bueno siempre que no se supere el 20%. Hay hospitales que alcanzan el 40%.
P. ¿Tienen muchos partos triples?
P. Tenemos alguno cada año. Hay factores que explican los partos múltiples. En mujeres con implantación de embriones normalmente se colocan solo dos, pero si tienen más embriones viables, la tentación de colocar más es mucha. Luego hay otros casos en mujeres a las que se estimula el ovario y luego se insemina. Entonces no sabes cuántos óvulos van a salir. Es en estos procedimientos en los que se dan más partos múltiples.
P. ¿Qué programas tienen para la mujer mayor?
R. Tratamos toda la patología del suelo pélvico, en lo que ahora somos centro de referencia, pioneros en métodos médicos y quirúrgicos. Pero lo que no tenemos es Unidad de Menopausia. Consideremos que los trastornos de la menopausia no son ginecología, es algo que debe tratar el médico general, desde el centro de salud. No veo, por ejemplo, a un ginecólogo tratando una osteoporosis.
P. ¿Qué le gustaría hacer en un futuro?
R. Me gustaría poder progresar en algo que falta mucho, como es la visita a domicilio. Si nos dieran medios iríamos a las casas, a ver cómo sigue la lactancia, la higiene, la dieta, las condiciones sociales. Me gustaría que las comadronas salieran del parto, salir afuera y buscar los problemas que se suscitan tras el parto.
P. Hablemos de otro asunto. Parece que se toman muchas píldoras del día después.
R. Comparados con Francia no se toman tantas. Sí que echo de menos un registro, que aquí sí tenemos, naturalmente con todas las garantías de confidencialidad, para detectar las mujeres más repetidoras y explicarles que lo mejor sería que desarrollaran un programa de anticoncepción, en lugar de tomar siempre la píldora. Y es necesaria formación para que las mujeres entiendan que la píldora del día después no protege contra las enfermedades de transmisión sexual, que para eso son necesarios los métodos de barrera como el preservativo.