El doctor Tomás Rodríguez es el coordinador del centro de salud de Son Ferriol. Todo un entusiasta de la medicina pública y de un sistema de atención primaria en el que se resuelven la mayoría de los problemas y en el que se acompaña al paciente por todo el sistema sanitario, ayudándole a tomar decisiones, asumiendo toda la información sobre su proceso y todos los médicos que intervienen. Oyéndole es fácil concluir que lo mejor, lo más práctico, lo más efectivo, ante un problema de salud, es ir al médico de familia. Y ponerse en sus manos.
P.- Si le dijera que me encuentro mal, lo suficientemente mal como para ir al médico, ¿cómo me convencería de que me fuera al centro de salud, al médico de familia, en lugar de correr a la sala de urgencias del hospital más próximo?
R.- Le diría que es mejor que vaya al médico al centro de salud porque será mucho más eficaz para usted. En Urgencias probablemente tendrá que esperar mucho más. Y además todas las estadísticas dicen que el 90% de los problemas de salud con los que se acude a Atención Primaria se resuelven.
P.- ¿Me está diciendo que la práctica totalidad de los pacientes que acuden a los centros de Atención Primaria salen curados?
P.- Sí. Así es en la mayoría de las ocasiones. Y además, si el paciente que cuando tiene un problema de salud acude al centro de salud y allí se detecta la necesidad de derivarlo al hospital, llegará mejor diagnosticado, con una orientación y una prioridad que no tendrá si llega directamente, aunque efectivamente su dolencia tenga que ser tratada en un hospital.
P.- Póngame un ejemplo.
R.- Pues si usted sufre un dolor abdominal y se va al hospital, a Urgencias, allí tal vez le tengan bastante tiempo esperando, hasta que le detecten lo que tiene, porque el sistema de triage así lo determine. Sin embargo, si antes ha venido al centro de salud diciendo que tiene un dolor abdominal y aquí hemos detectado una apendicitis aguda, en el hospital le atenderán mucho más rápido si ya saben que usted entra en urgencias con una apendicitis. Los especialistas además se sienten muy agradecidos por esa ayuda.
P.- Vale, me ha convencido, pero la verdad es que la red de Atención Primaria no es nueva, tiene ya muchos años, y sin embargo hay mucha gente, no solo ancianitos que no han conocido otra cosa, que prefieren irse directamente el hospital cuando se encuentran mal.
R.- Sí. Los centros de salud, la red de Atención Primaria tiene ya 30 años de historia. Y como usted dice hay mucha gente que se va directamente al hospital. ¿Por qué? Pues supongo que es algo cultural, la cultura de la solución inmediata, que en el caso de un problema de salud creen que les darán en un hospital.
P.- Y así estamos, que según otras estadísticas, si en Atención Primaria se resuelve el 90% de los problemas, de las personas que acuden a Urgencias Hospitalarias solo se ingres a un 12%, por lo que cabe suponer que el otro 88% no hubiera tenido porqué ir al hospital.
R.- Insisto en que hay un factor cultural, el de esperar la solución rápida a todo. Aquí también nos pasa. El porcentaje de los pacientes que acude a los centros de salud sin cita previa aumenta día a día. Hay jornadas en las que un 50% de los pacientes vienen sin cita. ¡La mitad! Y son casos urgentes y no urgentes.
P.- Si me permite hacerle preguntas obvias le haré una que puede parecerlo, pero que tal vez no lo sea tanto: ¿Cómo se accede a la Atención Primaria?
R.- En cada centro de salud estamos obligados a tener un reglamento funcionamiento interno en el que se establezca un protocolo para las personas que vienen sin cita previa. Todo el proceso empieza en el mostrador de admisiones. Allí se le pregunta al paciente si tiene cita o no, se valora si su caso es urgente o no. Si lo es se le deriva al médico o a enfermería a que le realicen unas curas previas o un proceso previo a la consulta médica, si es necesario. Si el paciente prefiere telefonear solicitando una consulta se le ofrece venir o si el problema de salud se lo imposibilita, se genera una visita a domicilio.
P.- ¿Cuál cree que sería el sistema más adecuado para acceder al sistema?
R.- Sin duda, tener un sistema de atención telefónica. Es ahí donde el 061 juega un papel muy importante. El médico coordinador con el que el paciente habla por teléfono cuando llama al 061 detecta si el caso es una urgencia o no. Y este servicio se ha convertido también en una buena herramienta, como ha sido en el caso de la gripe A, para dar consejos y establecer procedimientos.
P.- ¿Qué ofrece un centro de salud de Atención Primaria? ¿Sólo la visita al médico o pediatra?
R.- ¡Mucho más! La cartera de servicios de un centro de salud es mucho más amplia que la cobertura de consulta médica para adultos y pediátrica. Tenemos una trabajadora social. Tenemos una unidad para la mujer, hacemos espirometrías, comprobamos la tensión arterial mediante doplers en los pulsos. Tenemos programas de cirugía menor, programas de formación o ayuda como los que se realizan para fumadores o enfermos diabéticos, para formar a los cuidadores de personas en situación de discapacidad y dependencia… La cartera es amplísima y hacemos además promoción y prevención de la salud, que es algo que nos caracteriza y diferencia. Y sin olvidar nuestra actividad en investigación y en docencia, tanto de Medicina como de Enfermería.
P.- Hace 8 años nació Son Llàtzer, el que fue el primer “hospital sin papeles”, con un sistema informático que se enlazaba con los centros de salud de su ámbito. ¿Cómo ha funcionado la cosa?
R.- El nuestro fue precisamente el primer centro de salud con el que se pilotó el nuevo hospital. Durante seis meses nuestra área fue la primera que asumió Son Llàtzer. La experiencia en el sentido que me pregunta ha sido muy buena. La introducción de las TIC, aunque en sus inicios fuera tortuosa y nos obligara a dejar el papel, que cada uno se ‘costumizaba’ a su gusto. Pero ahora el funcionamiento es excelente. Yo, desde mi pantalla de ordenador veo todo lo que se le hace a mi paciente en el hospital, si lo han visto, si lo han ingresado, si le han hecho alguna técnica. Puedo acceder a los resultados de las pruebas complementarias. Saber si el paciente ha entrado por emergencias y por qué. La herramienta informática es buena y mejora mucho el rendimiento. El problema es cuando nos volvemos dependientes. Y cuando se ‘cae’ y hay que desempolvar el papel.
P.- Hablemos de otra cosa. Una de las características de la medicina privada es que se puede pedir cita directamente con un médico especialista. Esto en la pública no pasa. Hay que ir por fuerza al médico general.
R.- Si hay un punto fuerte del sistema público de salud es que exista la Atención Primaria. Somos los gestores de la salud del paciente. Los que le enviamos por el camino que ha de ir. Le dirigimos y le orientamos. Hace falta un director de orquesta. Me parece mal que sea el enfermo el que tenga que decidir a qué médico ir, qué pruebas pedir. Y ha de haber alguien que canalice toda esa información. Nosotros, además, conocemos a los especialistas de nuestro hospital, los tratamos, hablamos con ellos. Creo que el acceso directo e indiscriminado a la consulta del especialista es un fallo. Funcionarios que tienen el sistema Muface y pueden elegir un seguro privado se quedan en la pública por eso, porque tienen un médico de familia.
P.- Tiempo de consulta, 10 minutos: ¿Utopía, realidad, deseo, proyecto…?
R.- La idea es que a cada paciente se le puedan dedicar esos 10 minutos, pero lo que no puede ser es que luego las agendas sean de 40 pacientes diarios. Jugamos con compensaciones. Hay pacientes que acuden por un proceso banal, a los que se les puede dedicar unos cuantos minutos, mientras que a otros que precisan valoraciones más complejas se les puede dedicar media hora.
P.- Mucha gente viene solo ‘a por la receta’.
R.- Sí, y en eso nos ha ayudado mucho el programa de receta electrónica. Ha sido uno de los mejores programas nuevos y de los que menos problemas ha dado. Hay que tener en cuenta que no solo sirve para extender recetas, sino que ofrece muchas herramientas para ayudar a la prescripción, como alertas, bases ses de datos, contraindicaciones. Nos aligera mucho la carga burocrática y permite ejercer un control, saber si el paciente ha ido a la farmacia a retirar el medicamento y con ello, si se lo está tomando o no.
P.- Vocación de los centros de salud es salir del centro, ir a ver a la gente, me imagino.
R.- Sí. Pero es complicado. Algo que está en nuestra esencia es la actuación para con la comunidad, pero nos come la demanda asistencial. Con frecuencia las visitas domiciliarias las tenemos que hacer a partir de las tres, cuando ya hemos terminado de pasar consulta en el centro. Enfermería lo tiene mejor estructurado, debo decirlo.
P.- Y una gran vocación de la Atención Primaria es la oferta de cuidados paliativos.
R.- Efectivamente. Y no solo desde la perspectiva del cáncer. Hay personas con enfermedades crónicas, degenerativas, demencias. Todo eso lo hacemos en colaboración con los Equipo de Soporte de Ayuda Domiciliaria (ESAD). Lo complejo es poder quedar con ellos a una hora que nos venga bien a todos. Pero la verdad es que se realizan muchas visitas, comprobamos su estado de salud, dolor, etcétera.
P.- Y por último permítame que le pregunte una cosa: ¿Siendo el coordinador de un centro de salud como el de Son Ferriol, no se siente un poco como médico de pueblo, en el mejor de los sentidos.
R.- Hace tiempo uno de los gerentes de Atención Primaria nos dijo que éramos un centro ‘rurubano’. Tenemos a la gente que vive aquí pero trabaja en Palma, y luego a parte de la gente de Casa Blanca, que es muy rural. Y la verdad es que se nota. La gente del medio rural es muy buena. Ayuda mucho al médico, es muy respetuosa. En ocasiones vienen compañeros de la ciudad y se extrañan de que la gente esté sentada, callada esperando. En ese sentido sí que me siento médico de pueblo, y es algo que me aporta mucho.