El doctor Fernando Barturen –licenciado en Medicina y CirugÌa por la Facultad de Medicina de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) 1980-1986, doctor en Medicina y Cirugía desde enero de 1991, especialista en Anestesiología y Reanimación vía MIR por el Hospital de Cruces, Barakaldo, Bizkaia (1991-1994), es desde mayo de 2010 subdirector del Hospital de Son Llàtzer. Con amplia experiencia en el campo asistencial, docente e investigador. Llegó a Mallorca para montar un laboratorio en la UIB por un periodo de seis meses y lleva 16 años. Ha desarrollado cargos clínicos de alto nivel en la sanidad privada y ha fichado ahora por la pública para poner en marcha esta maravilla que será, que ya es, el nuevo Hospital Universitario de Son Espases. Y dentro de ese desafío, la principal batalla ha sido poner en marcha el nuevo sistema integral de información, el Proyecto Odissea.
P.- Uno de los desafíos a los que se ha enfrentado en su gestión es la puesta en marcha del Proyecto Odissea.
R.- El Hospital de Son Dureta fue pionero en la informatización de la información, hace 25 años, pero ha ido creciendo y creciendo hasta convertirse en una Torre de Babel en la que la intercomunicación entre los sistemas era muy difícil. Ese modelo no se podía trasladar del viejo Son Dureta al nuevo Son Espases, por eso se decidió que lo mejor era comenzar de cero, con un nuevo sistema de información. Éste es el Proyecto Odissea.
P.- ¿Y cómo nace este proyecto?
R.- Se hizo un concurso público y se decidió por un modelo que ha hecho necesario un gran trabajo de adaptación y un tremendo esfuerzo por parte de los profesionales, que han cumplido con las expectativas gracias a su gran dedicación y profesionalidad. Una de estas expectativas era precisamente poner en marcha el nuevo sistema primero en Son Dureta, para que cuando se produjera el traslado a Son Espases los profesionales ya conocieran el funcionamiento del nuevo sistema. Y eso se ha conseguido. Odissea funciona ya desde hace tres semanas en Son Dureta. Ha sido un esfuerzo enorme por parte de los profesionales, que han tenido que asumir trabajo extra y formarse. Pero lo han conseguido.
P.- ¿Y qué mejoras ofrece Odissea, cuáles son las características principales del nuevo modelo?
R.- El nuevo modelo se basa en bases de datos, mientras que el viejo modelo de Son Dureta se basaba en colecciones de documentos. Esto hace que el nuevo modelo sea mucho más complejo de configurar –y de ahí el gran esfuerzo que han tenido que hacer los profesionales –pero que a la larga sea mucho mejor y permita tomar decisiones, configurar protocolos clínicos, coordinarse mejor entre departamentos, etcétera.
P.- Es decir, de colecciones de documentos en word, supongo, a bases de datos.
R.- Eso es. Antes se iban acumulando documentos y documentos, donde figuraban los datos de cada paciente, pero había que ir a buscar esos datos a cada documento y cuando el sistema fue creciendo y creciendo y habiendo más documentos, eso cada vez era más complejo. Había que buscar, por ejemplo, las pruebas de un electrocardiograma en el documento en que estuvieran los resultados…
P.- Y ahora…
R.- Ahora será todo bases de datos. Se podrá saber qué pruebas se le han hecho al paciente, qué resultados tuvieron, compararlos, ver las evoluciones, y todo ello no buscándolo en documentos individuales, sino acudiendo a una base de datos. Ahora bien, todo eso hay que construirlo, hay que configurarlo y en principio los profesionales podrán haber notado que disfrutaban de una menor funcionalidad que con el viejo sistema, pero a la larga, aunque en pocos meses, será mucho mejor.
P.- Habrá sido complicado.
R.- Mucho. Durante un año hemos trabajado en la construcción del ‘edificio’ del nuevo sistema 30 personas del hospital más 30 o 40 de la empresa. 3.000 profesionales sanitarios han tenido que hacer cursos de sies horas para saber cómo funcionaría. Tenemos 40 personas para dar asistencia a la puesta en marcha, más equipos on-line en Gran Bretaña y Estados Unidos para resolver problemas. Hay que tener en cuenta que somos pioneros en este sistema, el segundo hospital de España y uno de los primeros de Europa. Y eso tiene un coste. Pero vaya, en tres meses las cosas serán normales, como antes y en seis el sistema será mucho mejor que el anterior. Son Espases será un referente a nivel europeo en este ámbito. Y habrá sido gracias al esfuerzo de los profesionales.
P.- ¿Supondrá el nuevo modelo una gran innovación en materia de sistemas móviles, individuales?
R.- Así es. En los últimos años se ha avanzado mucho en la potencia de los ordenadores y los sistemas informáticos, pero la gran novedad, la gran evolución, ha sido en materia de nuevos terminales de pequeño tamaño, tipo PDA o I-phone. Estos terminales, que los profesionales llevarán siempre encima, conectados a redes inalámbricas y wifi, les permitirán acceder a todo tipo de información del paciente en cualquier lugar del hospital, recibir imágenes, acceder a la historia clínica, recibir la notificación de su evolución o de que los resultados de una prueba ya están disponibles. Cuando antes lo que tenía que hacer era estar siempre pendiente de encontrar un ordenador para acceder a la información. Ahora se trata de que la información vaya al profesional.
P.- Y eso aumenta la eficacia del profesional.
R.- Y no solo eso, sino que redunda mucho en la calidad de trato del paciente, en la monitorización. Me explico, antes para monitorizar a un paciente que lo necesitara durante 24, 48 o más horas había que trasladarlo a una zona del hospital segura. Ahora se podrá trasladar los monitores a la habitación del paciente y convertir en seguras muchas más zonas del hospital. Y además, el médico o la enfermera no tendrán que estar pendientes mirando la pantalla del ordenador, sino que las terminales que llevarán consigo les avisarán si hay alguna novedad. El paciente, en el nuevo hospital, estará rodeado de unas medidas de alta seguridad de las que ni tan siquiera sospechará su existencia.
P.- Una de las novedades que se resaltan del nuevo hospital es que estará “centrado en el paciente”. ¿Es que los hospitales de antes no lo estaban, si me permite esta pequeña broma?
R.- Sí que lo estaban, pero de otro modo. Durante mucho tiempo se había pensado en un hospital como en una entidad en la que había que promover su eficiencia, su capacidad de producción. Ahora las nuevas tecnologías de la información permiten pensar más en la calidad percibida por el paciente, en el confort, en su intimidad. Antes el objetivo era lograr un “hospital sin papeles”. Esto ya se ha conseguido. O que el hospital estuviera altamente tecnologizado. Eso ya se ha conseguido. Ahora las nuevas tecnologías de la información, además de conseguir y garantizar los objetivos anteriores, permiten que el hospital sea mucho más humano.
P.- Vamos a otro de los grandes desafíos que nos depara el futuro próximo. El ‘Día 0’, el traslado de enfermos de Son Dureta a Son Espases.
R.- Hemos diseñado un traslado de alta intensidad, en un periodo de tiempo muy corto, en un mes y medio o dos. Hay que tener en cuenta que hay traslados de hospitales que se diseñan para que se desarrollen en un año. De hecho, el traslado ya ha comenzado. Primero ha venido el personal administrativo, que nos permitirá testar si las cosas funcionan, antes de que lleguen los sanitarios y los pacientes. El 15 de noviembre se abrirán las primeras consultas externas, que serán de baja complejidad. Ese día vendrá a Son Espases el primer paciente que será atendido en la primera consulta. A partir de ahí se comenzará el traslado del resto de consultas y gabinetes, desde las de menor complejidad a las más complejas, como las salas de endoscopia, etcétera. Eso deberá estar listo hacia el Puente de la Constitución, momento en que estarán en el nuevo hospital todos los servicios administrativos, consultas y gabinetes. Paralelamente se habrán ido derivando pacientes ingresados en Son Dureta a otros hospitales, para que allí solo queden 240.
P.- Y llegará el ‘Día 0’.
R.- Primero será el traslado de los pacientes del Hospital Materno Infantil. En un día se trasladará a las 40 mujeres y niños que acaban de nacer y están ingresados. Luego, en un día que aún no se ha fijado pero que decidimos la semana que viene y que será sobre el 15, lunes. Ese día trasladaremos a los 240 enfermos que habrá ingresados en Son Dureta a Son Espases en ambulancias.
P.- Todo un espectáculo.
R.- Sí, pero no tanto como parece. La cosa está muy pensada. Para empezar tenemos la conexión de la vía de cintura entre los dos hospitales, que hoy tiene tres carriles por dirección y nos permitiría cerrar uno de ida y uno de vuelta. Será impresionante ver el flujo de ambulancias yendo y viniendo, pero eso no será lo más complejo. Lo más complicado será preparar a los pacientes para la salida en Son Dureta y –lo más importante –la llegada en Son Espases, que estén preparados los que tengan que recibirlos, sepan cómo atenderlos y a dónde llevarlos. Ahí podría producirse el problema, pero estamos tranquilos. Confiamos mucho en los profesionales. Hay que tener en cuenta que no solo es gente muy formada sino con muchos años de experiencia. Ese día trabajarán 4.000 personas, más 20 ó 25 ambulancias de todas las categorías (habrá que traer alguna de fuera de Balears). Pero todo saldrá bien. Tenemos los mejores profesionales y ese día lo darán todo.
P.- Usted tiene una larga experiencia en la sanidad privada. ¿Funciona bien la colaboración con el sistema público?
R.- Funciona bien. Durante años, antes de las transferencias, la sanidad privada ha cumplido un papel social muy importante. Las innovaciones tecnológicas –los TACs, las resonancias magnéticas, las cirugías superespecializadas, como la Cardíaca –llegaban antes a los hospitales privados porque su capacidad de decisión, de gestión, era más rápida. Y se concertaban con la pública, que luego iba introduciendo las innovaciones con el tiempo. Con las transferencias en 2000 esta agilidad se ha transferido a la sanidad pública y ahora la privada puede centrarse en mejorar el trato personalizado, el confort. La convivencia entre sanidad pública y privada, con unas reglas del juego, es adecuada. En primer lugar se complementan. Ahora, con el traslado de Son Dureta a Son Espases, necesitamos apoyarnos en la privada. Pero además, siempre los dos sistemas se están observando y se adaptan las innovaciones que experimenta el otro.
P.- Y finalmente, el reto de abrir la Facultad de Medicina.
R.- Sí. El primer curso empezará en septiembre de 2011 o en septiembre de 2012. Será un motor de investigación, de atracción de grandes profesionales, de grandes científicos que de otro modo, si no fuera a compaginar su actividad asistencial con la docente en una universidad, tal vez no decidieran desplazarse a Balears. Por eso se ha decidido apostar por los estudios de Medicina. Tenemos el espacio, con el nuevo hospital, tenemos profesionales con experiencia docente y los costos de tener profesores asociados no sería muy grande. Por eso es el mejor de los momentos para comenzar con estos estudios que, por otra parte, somos la única comunidad autónoma que no los tiene, lo que siendo una comunidad insular es especialmente problemático. Tener estudios de Medicina será bueno para los estudiantes, que no tendrán que irse y tal vez no volver, pero será también muy bueno para los profesionales.