Bartolomé Anguera Sansó (Palma, 1935) estudió la carrera de Veterinaria en la Facultad de Zaragoza, se graduó como Doctor en Veterinaria en la Universidad Complutense de Madrid. En 1970 ingresó por oposición en el Cuerpo Nacional Veterinario del Ministerio de Agricultura donde por sus conocimientos se le nombra Vocal de la Comisión de Agricultura, para el III Plan de Desarrollo Económico Social de la Presidencia del Gobierno. Entre los años 2002 y 2004 hace un alto en su carrera funcionarial para hacerse cargo del Instituto de Biología Animal de Baleares. Su gran vocación veterinaria le lleva en 1976 a la presidencia del Colegio Oficial de Veterinarios de Baleares cargo que ha ocupado hasta el año 2001, del que es presidente de Honor y cuenta con la insignia de oro. Fue distinguido por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, con la Encomienda de Número de la Orden del Mérito Agrario, Pesquero y Alimentario, por su continuada labor en la mejora de la ganadería. Desde Febrero del 2010 es el presidente de la Real Academia de Medicina de las Islas Baleares.
P.- En este momento lleva casi un año y medio al frente de la Real Academia, qué valoración puede hacernos.
R.- La valoración es buena teniendo en cuenta la gran calidad humana de los Académicos. Todos tienen ganas de colaborar, participar y opinar y esto es muy positivo. La Academia ha tenido siempre fama de estar formada por profesionales muy válidos, y puedo confirmar que es una realidad. Estoy contento de actuar como pastor de esta grey.
P.- En algunos círculos se comentaba que un veterinario ejercía de presidente en la Real Academia de Medicina, puede explicarnos por qué si puede ser su máximo responsable.
R.- Los estatutos de la Real Academia disponen que un 20 por ciento de plazas están destinadas a profesiones afines ya sean; farmacéuticos, veterinarios, biólogos, etc. Todos tenemos igualdad de derechos y obligaciones, y es normal que en una sociedad democrática, todos los miembros pueden ser elegidos. El trabajo del presidente consiste en llevar la gestión de la corporación y estar al servicio del resto de académicos. Para mí es un honor ser el presidente y mi función es trabajar para la Academia.
P.- Su predecesor el doctor Alfonso Ballesteros ha estado al frente de la institución dos mandatos, y afrontó el desafío de una gran renovación, ¿continúan en esta línea?
R.-En efecto. Así es. Yo estuve de Secretario General durante esos dos mandatos y debo reconocer el gran trabajo realizado y que ha significado el despegue de la institución, con un enfoque realista de los pasos que debían darse en la Real Academia. Se tomaron decisiones importantes y se organizaron actos que devolvieron el interés de la gente por participar en los eventos organizados por la Academia, que estuvo con mucha frecuencia en los medios de comunicación. Me siento satisfecho de la época en la que estuve trabajando junto a él por lo mucho que se hizo y las enseñanzas que tuve. Algún día se reconocerá su gran dedicación a la Real Academia.
P.- En qué momento se encuentra la Real Academia de Medicina de las Islas Baleares.
R.- Científicamente tenemos un plantel de magníficos profesionales, pero tenemos problemas organizativos. Los Estatutos de la Real Academia permiten solo la cifra de 25 Académicos numerarios y realmente necesitamos que este número se amplíe. Estamos desarrollando el proyecto de modificar los estatutos y una de mis propuestas promueve la creación de diez plazas más de Académicos Numerarios, lo que daría cabida a más especialidades médicas. Debo destacar que moralmente tenemos una asignatura pendiente con la profesión farmacéutica, que de hecho podría solventarse con esta ampliación. Ya en otro terreno, nos ha costado mucho convencer a la Administración de nuestra Comunidad, que la Real Academia es una corporación de derecho público, que estamos integrados en su estructura. No somos una asociación, no tenemos cuotas, ni socios y nuestra supervivencia depende del aporte económico que consignen en su propio presupuesto.
P.- Existe una línea de investigación dentro de la Real Academia, de hecho cada año se entregan varios premios a los profesionales de Baleares.
R.- Nuestros Estatutos definen que la función más importante de la Real Academia es promover el conocimiento y desarrollo de las ciencias de la Salud. No se trata pues solo de impartir conferencias, sino también fomentar la investigación médica. Por esta razón convocamos anualmente el premio de la Real Academia, con una dotación de 1000 euros y la concesión del título de académico correspondiente por premio. Tenemos también una serie de premios patrocinados por distintas personas y entidades, ocho en concreto, que se convocan cada año al iniciarse el Curso Académico, y que son actualmente un éxito de participación, y son todos ellos, un ejemplo a seguir para la sociedad balear.
P.- Disponen de una biblioteca, una gran fuente de información, quién la puede utilizar.
R.-Esta biblioteca, que es consustancial a la historia de nuestra Real Academia, ha sido siempre fuente de información para los investigadores de nuestra Islas. No es difícil tener acceso a la misma. Nuestra ilusión es que funcionara como una biblioteca pública especializada en Medicina, pero el problema es siempre económico. Disponemos de catálogos con todos los libros y vamos incorporando, una vez escaneados, con más lentitud de la deseada, siempre aparece el trasfondo de la economía, los manuscritos de la primera fase de la Academia Médico Práctica, a la página Web de nuestra Real Academia www.ramib.org muchos de ellos de un valor incalculable. Nuestro objetivo es que puedan ser consultados todos los documentos por vía digital.
P.- El proceso de entrada de nuevos académicos es complejo.
R.- La entrada de nuevos académicos está perfectamente regulada en los Estatutos y limitada a las bajas que se produzcan. En la actualidad el aspirante debe ser propuesto por tres académicos numerarios. Debe disponer de un currículo interesante y tiene que vivir en Baleares, sometiéndose posteriormente a una votación secreta. Precisamente, el próximo día 21 de junio el doctor José Francisco Forteza realizará su discurso de entrada y será investido nuevo académico numerario. Entre las propuestas que se estudian para la modificación de los Estatutos, figura la posibilidad de que los Académicos Numerarios, al llegar a cierta edad puedan pasar a la categoría de Académicos Eméritos con su derecho a participar en todas las actividades, pero sin ocupar el asiento que se les adjudica al entrar. Esto permitiría la entrada de Académicos Numerarios más jóvenes, dando, siempre teóricamente, más actividad a la propia academia.
P.- ¿Qué otras actividades realizan?
R.-Las actividades están en función del presupuesto de gastos aprobado y la realidad es que la dotación económica de la Real Academia es muy escasa. Publicamos la revista ‘Medicina Balear’ que es cuatrimestral y que lleva ya 26 años publicándose. Probablemente será este el último año que se edite en papel. En la actualidad, la mayoría de médicos reciben la revista a través del correo electrónico, y la propia revista está en formato web en la página www.medicinabalear.org y en la página oficial de la Real Academia, www.ramib.org
P.- Cree que la sociedad conoce qué es la Real Academia de Medicina.
R.- Si tengo que ser sincero la Real Academia de Medicina se conoce muy poco entre la gente en general. El ciudadano conoce la institución por que aparece en la prensa o por alguna conferencia. Pero incluso entre la propia Administración autonómica, al ser transferida por el Ministerio de Educación al Govern nos hemos visto envueltos en una serie de extrañas situaciones administrativas que prefiero olvidar, y todo por desconocimiento.
P.- Por último, qué mensaje ofrece a los profesionales de Baleares.
R.- La Real Academia de Medicina es la institución científica de Baleares, todavía en funcionamiento. Solo por este hecho, que prestigia a la corporación y a la sociedad que la rodea, merece ser apoyada. Es curioso, que mientras otras Comunidades que no poseían esta instituciones, las están creando al amparo de la Ley, aquí tienes que estar suplicando ayudas a la propia Administración de la que forma parte. Entendemos que las Academias, a través de sus miembros, disponen de conocimientos suficientes para asesorar a la propia Administración, y en según qué casos la Academia es el organismo más valido para ejercer esa función, ya que puede garantizar la calidad de los profesionales y su independencia.
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“La tarea del veterinario en salud es una tarea silenciosa pero eficaz”
P.- Usted es veterinario y este año se celebra el Año Mundial Veterinario.
R.- Efectivamente. Este año se celebra el 250 Aniversario de la creación de la primera escuela veterinaria, fundada en Lyon en 1761 por Claude Bourgelat. Durante todo el año se celebran actos científicos y de divulgación. El hecho en sí es un reconocimiento merecido para reconocer los beneficios que la Ciencia Veterinaria ha aportado a la humanidad.
P.- Existe una corriente que relaciona la salud animal con la salud humana, ¿qué opina?
R.- Es evidente que existe una interrelación entre la salud animal y la salud humana. Se dice muchas veces en plan coloquial, que “somos lo que comemos”. Si los alimentos de origen animal utilizados para comer son sanos, la salud del hombre es sana también. La filosofía marcada y aceptada por toda Europa y Norteamérica de que debe existir un control sanitario continuado en la producción de alimentos se explica mediante el conocido eslogan de control “desde la granja a la mesa” (“From the stable to the table”, o “De la ferme a la fourchette”), que no es solo una frase bonita. Es una misión de gran responsabilidad que desarrollan miles de veterinarios a diario en todo el mundo, para evitar que determinadas enfermedades se transmitan al hombre a través de los alimentos, o controlando la presencia de animales con enfermedades zoonósicas, para evitar el pase y difusión de nuevas enfermedades que aparecen cada día, de origen microbiano y parasitario, que se manifiestan con más evidencia con la globalización del transporte de animales vivos o de productos alimenticios de origen animal. Por ello no es de extrañar que la mayoría de organizaciones profesionales sanitarias a nivel mundial estén apoyando la fuerte vinculación de la veterinaria con la salud pública, a través de un nuevo objetivo a cubrir: “Medicina Humana + Medicina Veterinaria = Una sola Salud”.
P.- En Baleares cómo se encuentra esta salud animal.
R.-Desde principios del S.XIX el veterinario ha ejercido de inspector en el matadero, que ha actuado, y sigue actuando como filtro protector para prevenir la transmisión de enfermedades al hombre. Desde el punto de vista oficial, el establecimiento continuado de campañas de lucha y erradicación de enfermedades zoonósicas, está siendo un éxito en nuestra Comunidad, trabajando de forma continuada en base al control sanitario de explotaciones y la mentalización de los propios ganaderos, para que entiendan que no solo producen animales, sino que producen alimentos que el hombre va a consumir, y que es su responsabilidad el producir animales sanos para que de ellos se deriven, alimentos sanos. Es la aplicación práctica de los nuevos conceptos de Salud Pública.