Carmen Castro, consellera de Salud, Familia y Bienestar Social analiza en esta entrevista los seis primeros meses de gestión del Govern del PP en un área tan compleja como es la sanitaria, agobiada por la situación de quiebra técnica que, a su juicio, se heredó el anterior ejecutivo autonómico. La necesidad de aplicar políticas de austeridad manteniendo y mejorando las prestaciones sanitarias se desarrollará en los próximos meses de la mano del consenso con los profesionales y los usuarios. Ése es el desafío que asume ahora la responsable sanitaria.
P.- Consellera Carmen Castro, se cumple ya el primer medio año al frente de esta gran Conselleria de Salut, Família i Benestar Social. ¿Cuál es el balance de estos primeros seis meses?
R.- El balance es que han sido seis meses muy duros. Llegamos y nos encontramos que no había liquidez en tesorería, el sistema quebrado, con un déficit muy importante, con una deuda de casi 600 millones de euros [cifra similar al primer presupuesto sanitario autonómico] en el Servicio de Salud de las Islas Baleares. Hemos trabajado duro para reducir el déficit y evitar la quiebra del sistema. Los proveedores no cobraban. Hay que tener en cuenta que un hospital no se cierra por falta de presupuesto, estrictamente hablando, se cierra cuando te dejan de suministrar guantes, comida o no te recogen los residuos por falta de pago. Había que luchar contra esa posibilidad, contra esa situación de casi estado de quiebra. Creo que hemos avanzado bastante, aunque aún queda camino por recorrer. En estos meses hemos reducido el déficit en unos 50 millones de euros, a base de mucho esfuerzo, de una gestión muy austera. Y quiero resaltar que se ha conseguido reducir el déficit pero sin eliminar ninguna prestación, que era nuestro objetivo y la directriz que teníamos del presidente.
P.- Ha hablado usted de la posibilidad de cerrar un hospital por falta de suministros, por falta de pago a los proveedores. ¿Este peligro ha sido real?
R.- Es que cuando llegamos no había ni para pagar las nóminas. El presupuesto prorrogado estaba ya comprometido. Lo primero que hicimos fue asegurar esa capacidad de pago, comenzar a negociar con los proveedores. Hemos de seguir gestionando con mucha responsabilidad, porque gestionamos dinero público. Sólo así se puede hacer frente a todos los pagos; a las nóminas, que ya hemos conseguido y a los pagos a proveedores. Siempre con la premisa de no reducir calidad asistencial.
P.- ¿Realmente la situación es tan complicada?
R.- Sí, porque como le decía, nos encontramos con un sistema sanitario el borde de la quiebra. Se había gastado, por ejemplo, toda la partida para conciertos con la sanidad privada en el traslado de Son Dureta a Son Espases. Un traslado que se hizo de forma precipitada, sin previsión, sin el consenso de los profesionales y en el que se gastó muchísimo dinero. Luego nos encontramos también con todo el sobrecoste que supuso la modificación del proyecto del nuevo hospital, 280 millones de euros que hay que asumir. La situación era muy delicada y lo es. Pero empezamos a encaminarla con mucho esfuerzo.
P.- ¿Y cuál es la solución ante esta situación?
R.- Optimización de recursos, centrando toda nuestra gestión en el paciente. Eso sí, todas las medidas que se tengan que tomar se consensuarán. Los profesionales son los que están en primera línea, los que conocen las bolsas de ineficiencia sobre las que se puede actuar. Ellos son los que nos tienen que ayudar y con los que tenemos que ir de la mano.
P.- ¿Cuándo ve al ex conseller Vicenç Thomàs criticarla en el Parlament por la gestión de la crisis que su Govern del Pacte dejó, qué opina? ¿Qué cree que hubiera hecho una nueva reedición de ese Govern para gestionar la crisis?
R.- Creo que ellos ya han demostrado lo que hacen y lo que seguirían haciendo: gastar de una manera incontrolada e irresponsable. Nos hemos encontrado un caos. Hemos tenido que comenzar por poner orden. Se habían concedido subvenciones y aprobado gastos sin tener partida presupuestaria asignada. Y lo que estamos haciendo es aplicar los mismos principios que en cualquier ‘economía doméstica’: como ha repetido el presidente en más de una ocasión, no haremos nada que no podamos pagar. Lo que estamos haciendo es dejar de gastar de una manera incontrolada. Y gastar solo cuando es necesario.
P.- Y con el ex conseller delante en el Parlament, una sensación de ‘aquí te quería ver yo’…
R.- Sí, la verdad es que ha asumido un papel desde la Oposición en el que ahora reclama muchas cosas que estoy segura que él, como conseller, ni en sueños hizo. Que no se olvide nadie que fue el anterior Govern el que ha llevado el sistema sanitario al borde de la quiebra. Me parece una actitud muy irresponsable. Hay que ser más consecuente, por ex conseller, por médico y por diputado y representante del principal partido de la oposición.
P.- Estos días se han llevado a cabo reuniones con sindicatos, jefes de servicio, etcétera. Supongo que el objetivo es alcanzar ese consenso para las medidas que se han de seguir tomando.
R.- Sí, toda medida o acción será consensuada con los profesionales. Dialogamos para llegar al máximo de consenso. Estamos realizando reuniones en las que se habla con luz y taquígrafos de todos los problemas. Aquí no hay ningún secretismo. Queremos conocer todas las propuestas, iniciativas o sugerencias del sector.
P.- ¿Con quién se han reunido, con quién se van a reunir?
R.- Ya desde el principio de la legislatura se han mantenido encuentros con asociaciones, profesionales… ahora, en lo que llevamos de año nos hemos reunido ya con los jefes de servicio de Ginecología, de Traumatología, con los gerentes, como siempre, con las asociaciones que formaron una plataforma de Atención Primaria, colegios profesionales, sindicatos, asociaciones, sociedades científicas, con multitud de colectivos. Y estamos en eso.
P.- ¿Y cómo la recibe el sector? ¿Hay mucha electricidad en el ambiente?
R.- Son reuniones de trabajo. Estos primeros encuentros dan el pistoletazo de salida y a partir de ahí serán encuentros más técnicos. La predisposición que veo es muy buena. Los profesionales son los que conocen de primera mano la situación y ellos están totalmente concienciados y han demostrado su total colaboración y se habla claro de lo que se puede mejorar, de dónde se ha errado, de por dónde hay que seguir. Son reuniones muy positivas y van a dar frutos muy pronto.
P.- Hay crisis, hay que ser austeros, hay que reducir gasto. ¿Esto el paciente lo sufre de algún modo?
R.-La calidad asistencial no se ha visto mermada en ningún caso. Es cierto que hemos llevado a cabo medidas ineludibles que han provocado un aumento en las listas de espera. Pero quiero enviar un mensaje de tranquilidad porque ninguna patología grave espera más de 30 días.
P.- Desde algunos ámbitos se da por cierto que entre las medidas de austeridad se prevé recortar servicios. ¿Es eso cierto?
R.- No. Nosotros estamos haciendo estos esfuerzos y aplicando estas medidas, que son muy difíciles, precisamente para no cerrar ningún servicio, ni ningún centro de salud, ni ningún PAC, como se había dicho intencionadamente. Esos eran los rumores que se han demostrado inciertos. Estamos trabajando para enderezar la situación pero sin quitar servicios a los ciudadanos. Vamos a reorganizar, vamos a reestructurar servicios, pero no vamos a cerrar ninguno.
P.- ¿Cómo está funcionando el modelo de gerencia única de Atención Primaria?
R.- Este modelo se ha implantado desde el 1 de enero y supone una mejora para los ciudadanos porque permite una mayor coordinación y continuidad de la asistencia en ambos niveles asistenciales. Hemos reorganizado la estructura, hemos priorizado en lo asistencial antes que en lo ejecutivo, como se ha hecho en todo el Govern. Se acerca de este modo la gerencia a cada área sanitaria de Mallorca. Y esto es beneficioso porque supone una atención más transversal, una unificación de protocolos. Y hay que remarcar, que quiero que quede muy claro, que Primaria sigue teniendo su presupuesto. Hay voces que dicen que los hospitales ‘absorben’ Primaria, y no es así. La gerencia es compartida, sí, de especializada y primaria, pero los presupuestos serán diferentes.
P.- En tiempos de crisis siempre se habla de un concepto, algunos lo defienden, otros lo critican: el copago. ¿Habrá copago?
R.- No. No somos partidarios del copago sanitario.
P.- ¿Qué aspectos destacaría de esta unión de consellerias, que tiene además del ámbito sanitario los servicios sociales?
R.- Hay muchas comunidades autónomas que funcionan así, con el mismo sistema de integración. Es lo que hace el propio Ministerio. De este modo se pueden coordinar mucho mejor las acciones sanitarias y sociales. Y sobre todo la línea sociosanitaria que es vital, debido al envejecimiento de la sociedad, de las enfermedades crónicas, de la mayor supervivencia. Todo ello precisa las dos vertientes de la atención, la sanitaria y la social, ambas igualmente importantes.
P.- En los últimos años se ha hablado muy bien de la Ley de Dependencia, aunque también se ha dicho que una ley tan prestacionista si está vacía de presupuesto, de dinero, es inaplicable. En cualquier caso, es una ley que ahí está y me imagino que tal vez los ciudadanos tengan problemas para pedir las ayudas.
R.- Esta ley sería una buena ley si estuviera bien dotada. El PP votó a favor en el Congreso, pero no está bien dotada, no hay presupuesto y por ello se hace muy difícil dar las prestaciones que precisan los ciudadanos en situación de dependencia. Pero he de decir que desde que llegamos en ningún modo que se han dejado de pagar las ayudas que estaban aprobadas y las que se han ido aprobando. Lo que queremos es facilitar la labor administrativa. Hay competencias en los ayuntamientos, en los consells, en el propio Govern. Y en lo que estamos trabajando es en hacer más eficiente la gestión administrativa. Un ejemplo es que ya estamos trabajando y está muy adelantada la fusión de la Fundación de Atención a la Dependencia y el Consorcio de Recursos Sociosanitarios. Estas dos entidades se van a fusionar en una, con una única gerencia y eso simplificará los trámites que tendrá que hacer el ciudadano para acceder a estas ayudas.