El jamón ibérico puede ser consumido por las embarazadas ya que debido a su proceso de curación no tiene riesgo de toxoplasmosis, según las primeras conclusiones de un estudio elaborado por el Centro Tecnológico Andaluz del Sector Cárnico (Teica), participado por la Consejería de Innovación de la Junta de Andalucía. «Este estudio concluye que los factores que eliminan la toxoplasmosis del jamón ibérico son el largo proceso de curación», ha explicado el gerente de Teica, Juan Carlos Racero. El grupo social que abarca este estudio es «muy amplio» ya que supone una extensa cota de sociedad, señala Racero, quien añade que «no hay que pensar sólo en la mujer embarazada sino en su entorno familiar más cercano, ya que cuando se da esta situación nadie de la familia consume jamón».
El centro ha firmado un acuerdo marco de colaboración científica y técnica con la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO en relación a los resultados que viene obteniendo con el estudio sobre toxoplasma en jamón curado y su posible consumo por las mujeres embarazadas. Racero califica de «muy importante» la firma de este acuerdo ya que «supondrá que los responsables médicos de toda España cuenten con un protocolo, avalado por un estudio científico, para informar a las mujeres embarazadas sobre el consumo de jamón». Otra de las características importantes de esta colaboración es dar a conocer nuevos estudios sobre la importancia de la carne en la alimentación, «erróneamente seguimos pensando que la carne no es tan sana como otros alimentos, sin embargo tomada sabiendo las propiedades que tiene, es un alimento tan completo y tan necesario como los demás», ha afirmado Racero.