El doctor Marcio Borges es el coordinador de la Unidad de Sepsis de Son Llàtzer, una unidad puntera en España y Europa que en pocos años ha logrado reducir la mortalidad y mejorar los pronósticos de los pacientes de infecciones graves y sus consecuencias. La experiencia de esta unidad multidisciplinar ha sido la base de un congreso nacional desarrollado en Palma cuyo objetivo es difundir el Plan Nacional contra la Sepsis y homogeneizar protocolos y procedimientos.
P.- Para comenzar, doctor Borges, ¿qué es la sepsis?
R.- La sepsis en la respuesta del cuerpo humano frente a una infección, sea bacteriana, viral, fúngica o parasitaria. Esa respuesta puede ser una fiebre, una sepsis sin complicaciones, o una sepsis grave que conlleva una disfunción de un órgano vital, como puede ser cardíaco o respiratorio. El shock séptico es la hipotensión refractaria a las medidas comunes, que nos lleva a poner determinados fármacos. Cada grado de sepsis tiene mayor nivel de riesgo de mortalidad, de uso de recursos, de estancia hospitalaria. La sepsis es una repuesta que puede ser muy diversa. Cada individuo puede tener una infección y dar como respuesta un constipado y otro, con la misma infección, tener un shock séptico y morir. La sepsis es una gran desconocida. Cuando se juntan todas sus variedades es el proceso hospitalario más frecuente.
P.- ¿Qué valoración hace del primer encuentro multidisciplinario en el Hospital de Son Llàtzer, tanto por lo que se refiere a la participación, como a su desarrollo?
R.- Ha sido la primera reunión de estas características en las que se han colocado los tres agentes responsables del manejo de la sepsis en España, como son los médicos y sus sociedades científicas, la industria y las administraciones. En la primera reunión de estas características ha sido importante valorar que a pesar de tener diferentes puntos de vista, todos queremos lo mismo, que es mejorar el manejo de estos pacientes.
P.- ¿Cuáles fueron los principales contenidos de la jornada y de qué modo se llevaron a cabo?
R.- Lo primero fue la toma de contacto entre estos diferentes agentes. Que pudiéramos todos tener voz, discutir de una forma abierta en coloquios en los que intentamos llegar a puntos comunes en relación a este manejo tan complejo de esta patología.
P.- ¿Cuáles fueron las principales conclusiones a nivel clínico y científico?
R.- Lo principal en este sentido ha sido la presentación del Plan Nacional de Sepsis. Un proyecto que se ha iniciado hace nueve meses con la participación de más de 15 sociedades científicas, con el objetivo de intentar homogeneizar lo que es la identificación, el tratamiento y la monitorización de esos pacientes. Concluimos con la lectura de lo que se ha considerado la Declaración de Palma de Mallorca 21012.
P.- ¿Cuál su contenido?
R.- Es una declaración de intenciones de estas sociedades científicas, en relación a ese plan nacional, del que otras sociedades se han manifestado ya proclives a participar. Ya somos 20 las sociedades involucradas. Personalmente no recuerdo de un proyecto que tenga una magnitud tan grande, con la participación de sociedades científicas clínicas, pero también sociedades de directivos de la salud, las sociedades de enfermería. Y además nos hemos puesto en contacto con el Ministerio de Sanidad y ha dado su apoyo al Plan Nacional de Sepsis.
P.- ¿Qué ha aportado Son Llàtzer?
R.- El trabajo y la experiencia que se han obtenido en Son Llàtzer han sido pioneros a nivel europeo, con el desarrollo de la primera Unidad Funcional de Sepsis de Europa. Por eso, ahora que hay otras unidades abiertas o en fase de apertura, queremos compartir nuestra experiencia.
P.- Usted es el coordinador de la Unidad Multidisciplinar de Sepsis del Hospital Son Llàtzer. ¿Cuáles son sus recursos y protocolos?
R.- Al ser una unidad funcional, lo que hemos intentado desde su activación en 2009 es el trabajo con diversos especialistas. Ahora mismo nuestra unidad está compuesta por intensivistas, internistas, médicos de urgencias, cirujanos, anestesistas, farmacéuticos, microbiólogos, trabajando en grupo, con diferentes grados de responsabilidad. Nuestros recursos, lo sabemos, son limitados, por eso tenemos una gran organización interna.
P.- ¿Y para la investigación?
R.- Para la investigación tenemos una base de datos con más de 4.000 enfermos. Es la base más importante de un solo centro en España. Ahora estamos haciendo un estudio nacional, con más de 90 UCIs en España y cuando comparamos nuestros datos, con alusiones a cuestiones como la mortalidad, podemos concluir que nuestra comunidad es la mejor. Sabemos la importancia de la investigación, de identificar, de tratar bien a esos pacientes. De otro modo no se pueden hacer las cosas bien.
P.- En seis años han logrado ustedes reducir la mortalidad por sepsis ¡en un 45%! Estos son resultados ponen en valor nacional el trabajo de esta unidad a nivel de toda España.
R.- Así es, aunque la modestia haga que dé un poco de vergüenza decirlo. Antes de comenzar nuestro trabajo en 2009 hicimos un registro desde 2006, que fue un proceso muy laborioso, ya que tantos especialistas intentando hacer un protocolo conjunto es complejo. Cuando comenzamos teníamos una mortalidad del 35% por esta causa, es decir, pacientes con sepsis grave y/o shock séptico. El primer año pasamos a una mortalidad del 29% y en los últimos dos años estamos entre el 15 y el 16% y eso sin limitar a los pacientes que contabilizamos, contando incluso a los de 90 años y más, oncológicos… todos. Entre pacientes a los que normalmente se aplica una limitación de esfuerzo terapéutico, por sus especiales circunstancias o entre pacientes de UCI, la mortalidad por esta causa hemos logrado que baje mucho.
R.- Usted encabeza también el Código Sepsis en España.
R.- Pues su objetivo no es otro que disminuir la mortalidad por sepsis grave o shock séptico. Para esto crear un plan nacional con unos criterios similares y sencillos para la identificación de pacientes. Hay que tener en cuenta que la sepsis es un proceso que depende mucho para su evolución de que no se deje pasar el tiempo, como el infarto de miocardio, el ictus o el trauma grave. Si ponemos tratamiento antibiótico en la primera hora disminuimos la mortalidad de estos pacientes. Del mismo modo es crucial una buena monitorización. Es un proceso muy complicado. Por ello es importante crear una plataforma de modo que todos los especialistas de los hospitales de España trabajen de un modo conjunto.
P.- ¿Cuáles son los tratamientos más eficaces contra la sepsis?
R.- La sepsis quizá sea la patología que más se ha investigado en relación a tratamientos caros y complejos. Recientemente un fármaco muy caro ha sido retirado del mercado porque se vio que no tenía efectos. Lo que sucede es que cada individuo tiene una respuesta ante la sepsis distinta. Un tratamiento funciona en un paciente y en otro no. La fisiopatología de la sepsis es complejísima. Parece mentira, pero estamos volviendo a tratamientos de hace 30 o 40 años: antibióticos, fluidos, drogas vasoactivas y poco más. Con tantas investigaciones y avances no conseguimos obtener aquel fármaco que pueda resolver el fármaco en el futuro. Tenemos que utilizar lo que tenemos. Y tenemos que hacerlo mejor. Es por eso que la organización, la homogenización del manejo y el tratamiento rápido es tan importante. Primero, el tratamiento farmacológico. Después lo que llamamos “control de foco”. Si el paciente tiene que operarse, quitarse un catéter o una prótesis, tiene que ser hecho este control de foco de manera inmediata, porque sabemos que tiene un efecto directo sobre el pronóstico de este paciente.
P.- ¿Se puede prevenir la sepsis, de qué síntomas o señales hay que estar pendientes?
R.- Es complejísimo. Podemos prevenir en torno de un 20 o 25%. Entre el 60 y el 70% de los casos graves de sepsis o shock séptico vienen de la comunidad y prevenir desde la comunidad es muy complejo. La infección en los hospitales es muy importante, pero es responsable de un 30, máximo 40% de los casos. Esos casos serían más fáciles de prevenir, mediante lavados de manos, aislamientos, una correcta asepsia de procedimientos invasivos, cirugías, son los mecanismos de prevención en el hospital, incluso si hay que hacer una profilaxis antibiótica ante determinado tratamiento. Pero desde fuera es muy complicado. Los pacientes inumnosuprimidos son más procalives y cada vez estamos haciendo más tratamientos inmunosupresores para alargar la vida. Que haya pacientes más susceptibles está llevando a un aumento de la incidencia de un 2 a un 3% anual. Por ello el Plan Nacional pretende conocer bien esos factores.