Un consorcio de investigadores de esclerosis lateral amiotrófica (ELA) de múltiples instituciones ha logrado que el trasplante de células madre neuronales en la médula espinal de un modelo de ratón con la enfermedad retarde el inicio y la progresión de la enfermedad, mejore la función motora y prolongue significativamente la supervivencia, según publica 'Science Translational Medicine'. Los científicos, del Instituto de Investigación Médica Sanford-Burnham, el Hospital Brigham y de la Mujer y la Escuela de Medicina de la Universidad de Massachusetts, todos en Estados Unidos, hallaron también que este tratamiento mejora la función motora del huesped y prolonga significativamente la supervivencia.
Las células madre neuronales trasplantadas no beneficiaron a los ratones con ELA mediante la sustitución del deterioro de las células nerviosas, sino que ayudaron mediante la producción de factores que preservan la salud y la función de las células del huésped nerviosas restantes. También redujeron la inflamación y suprimieron el número de células causantes de la enfermedad en la médula espinal del huésped. Así, los resultados de esta investigación demuestran que las células madre neuronales pueden ser potenciales tratamientos para ELA y otros trastornos del sistema nervioso. «Aunque no es una cura para la ELA humanos, creemos que el tratamiento mediante trasplante de células madre neuronales, especialmente en las áreas que mejor pueden sostener las vías respiratorias, por ejemplo, puede estar listo para los ensayos clínicos», explica Evan Y. Snyder, director de 'Cell Stem Sanford-Burnham' y autor principal.
En el estudio, investigadores de múltiples instituciones realizaron 11 estudios independientes para probar el trasplante de células madre neuronales en un modelo de ratón con ELA y todos ellos encontraron que esta terapia celular redujo los síntomas y el curso de la enfermedad, además de que se observó un mejor rendimiento del motor y la función respiratoria en los ratones tratados. El trasplante de estas células madre también ralentizó la progresión de la enfermedad. El 25 por ciento de los ratones con ELA tratados en este estudio sobrevivió durante un año, lo que supone tres a cuatro veces más que los ratones no tratados. «Descubrimos que el reemplazo celular juega un papel sorprendentemente pequeño en estos beneficios clínicos impresionantes. Por el contrario, las células madre cambian el entorno de acogida para mejorar y proteger las células nerviosas en peligro de extinción», dijo Snyder.