Joan Carles March.- La diabetes es una enfermedad frecuente. De cada 100 personas, entre 6 y 10 la tienen. Es una enfermedad que requiere mucha atención y control, además de fuerza de voluntad y constancia. El primer trago difícil aparece en el momento del diagnóstico, cuando emergen un conjunto de miedos, sentimientos y pensamientos en la mayoría de las personas al oír que el médico les comunica que tienen diabetes u otra enfermedad crónica. Aesta fase de “negación” inicial, se le añaden momentos en los que los pacientes con diabetes tienen ganas de tirar la toalla y dejar el tratamiento. Más aún si encuentran miradas que no les facilitan ponerle solución, como en urgencias del Hospital, donde el médico le dice a un paciente. Aeso se le añaden temores a hipoglucemias e hiperglucemias. Un tercer momento lo conforma el sentirse avergonzado/a por tener diabetes, con el sentimiento de autoculpabilización con la consecuencia en ocasiones de vivir la enfermedad de una forma opaca u oculta a los profesionales que lo tratan y a las personas de su red personal. El cuarto estado va ligado a la discriminación laboral, por el erróneo concepto de que la diabetes afecta a la actividad laboral, algo que es absolutamente falso.
Información y formación necesarias, con juegos y aplicaciones. Dar a las personas con diabetes, a sus familias y a las comunidades el derecho y la oportunidad de desempeñar un papel central en el cuidado, la prevención y la investigación de la diabetes es vital para invertir la actual carga de esta enfermedad y sus complicaciones.
El acceso a un tratamiento, una información y una educación apropiados y asequibles acerca de su enfermedad es un derecho de todas estas personas, no un privilegio. Ellas pueden jugar un papel central a la hora de invertir la marea de diabetes.
El papel de pacientes expertos en diabetes como lo que hace la escuela de pacientes (www.escueladepacientes. es) junto con la educación diabetológica que puedan aportar profesionales conocedores de la enfermedad en una perspectiva no puntual, sino continuada donde las redes sociales ayuden a mejorar la adherencia al tratamiento y a los consejos, son básicos para afrontar mejor una enfermedad como la diabetes.
Pero modificar nuestros hábitos para mejorar nuestra calidad de vida no tiene que ser aburrido. Hoy en día, con la cantidad de juegos y aplicaciones que están saliendo en la red, es necesario conseguir que los usuarios no pierdan el interés, como pasa habitualmente. Hoy en día estamos saturados de información y oferta educativa. Una alternativa consiste en proporcionar un formato lúdico a la información, como intenta este juego llamado DIGUAN (creado por la Sociedad Española de Diabetes, la Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica la Federación de Diabéticos Españoles y Sanofi) que pretende fomentar la educación terapéutica y reforzar la importancia de la adherencia en los adolescentes DIGUAN es un personaje divertido y entrañable que aprende a controlar su enfermedad y a afrontar situaciones. Se puede encontrar en www.diguan.es (web de DIGUAN con material gráfico y links a todos los recursos disponibles), en www.diguangame.es (videojuego donde se puede tomar decisiones sobre medir la glucemia, alimentación, ejercicio, monitorización con consejos que apoya al adolescente en su autocontrol, con una Wiki con consejos e información) www.diguanblog.es (videoblog sobre situaciones cotidianas y se puede encontrar un video con toda la información en www.youtube.com/diguantube (con contenido en video de entrevistas, videoposts,…)
Y como no, también las aplicaciones pueden ayudar a ello. Y un buen ejemplo es socialdiabetes, aplicación que mejora tu calidad de vida. La aplicación tiene como objetivo mejorar la autonomía, flexibilidad, minimizar el riesgo, y proporcionar una herramienta útil para el autocontrol de la comida y la administración de insulina. Habrá que avanzar en como funcionan juegos y aplicaciones móviles. Aquí tenéis dos buenos ejemplos.