Favorecer una sexualidad normalizada y sin prejuicios es uno de los objetivos de los especialistas en sexología, como es el caso de la psicóloga Estefanía González Torres y la enfermera Paloma Or tega. Ambas desempeñan su actividad profesional en la Unidad de Sexología del Hospital de Llevant, recientemente inaugurado en Portocristo.
P.- ¿Todavía falta una buena educación sexual en nuestro entorno?
E.G.T.- Por supuesto que sí. Es una asignatura pendiente, sin lugar a dudas, y que la sociedad debería abordar más pronto que tarde. El mensaje que hay que trasladar es que la sexualidad es una parte más de la vida, y, además, muy importante, y que cualquier alteración que la afecte debe ser abordada como en el caso de otras disfunciones o problemas.
P.- Tal como ocurre, de hecho, con el resto de enfermedades…
E.G.T.- Sí, o con la mayoría de ellas, al menos. Esa es nuestra función, la de los profesionales que trabajamos en el ámbito de la sexología: transmitir a los usuarios que la relación de confianza con el médico o con el personal sanitario que preside la comunicación de síntomas que afectan a una gripe o una ciática, por poner dos ejemplos concretos, ha de ser la misma cuando hablamos de salud sexual. Sin esa confianza, no podemos atenderles, ni, por supuesto, ayudarles.
P.- ¿Es necesario brindar algún trato especial a los pacientes que acuden a una consulta con este tipo de problemas?
P.O. Siempre es necesario transmitir calidez y cercanía a los usuarios, y así tratamos de hacerlo en la Unidad de Sexología del Hospital de Llevant. Aun así, en el ámbito de la salud sexual, este trato ha de ser aun más marcado. Hay que favorecer las condiciones precisas para que el pacientes se sienta cómodo, comprendido, y, desde luego, que no piense que está siendo juzgado o cuestionado.
P.- El Hospital de Llevant abrió sus puertas hace muy pocos meses, y la inclusión de una unidad específica de Sexología parece obedecer al objetivo de abarcar la totalidad del espectro de prestaciones sanitarias.
P.O. Así es, desde luego. Los profesionales que formamos parte de la unidad trabajamos con el único propósito de ayudar a los hombres y mujeres que acuden a nuestra consulta, y hacerlo, siempre, desde la más absoluta garantía de confidencialidad. En el Hospital de Llevant entendemos que la salud sexual no puede ser dejada de lado, como si fuera una vertiente de la medicina con menos importancia que el resto. Porque no es así, en absoluto.
P.- No solo no es así, como usted dice, sino que, además, la felicidad humana depende, intrínsecamente, de una buena vida sexual…
E.G.T. Claro que sí. La felicidad humana entendida en su compleja realidad, que abarca desde las relaciones de pareja hasta otros muchos aspectos de la existencia humana. Honestamente, pienso que se equivoca quien cree que una situación disfuncional a nivel sexual es un inconveniente asumible y que no pasa una factura excesivamente onerosa en términos de salud. Más bien, ocurre todo lo contrario: sin sexo, sin orgasmos, sin auténtico bienestar sexual y afectivo, la vida pierde uno de sus principales y mas preciados componentes.
P.- Siempre es un reto y un desafío poner en marcha un nuevo proyecto sanitario y asistencial, como es el caso del Hospital de Llevant…
P.O. Estamos todos muy ilusionados. Hemos encontrado un entorno de trabajo verdaderamente estimulante, en el que todos y cada uno de los profesionales nos sentimos acogidos, escuchados y potenciados. Es un proyecto que enriquece extraordinariamente la oferta hospitalaria de Mallorca, enraizado en una comarca como la de Llevant que, dado su creciente peso demográfico y social, exige actuaciones asistenciales novedosas, modernas y ambiciosas. Todos y cada uno de estos requisitos se hallan en el Hospital de Llevant.