El instituto Balear de Infertilidad (IBILAB) concluye el año 2013 con el reconocimiento europeo a la excelencia de la política medioambiental l levada a cabo en sus instalaciones, que lo posiciona como empresa socialmente responsable.
De manera progresiva, las organizaciones –Independientemente de su actividad, tamaño o ubicación geográfica– deben responder a un mayor número de exigencias ambientales impuestas por la Administración, los clientes y la sociedad en general. El Instituto Balear de Infertilidad (IBILAB) se encuentra entre las más concienciadas y activas del sector de la salud en el uso de herramientas que integran el medio ambiente en la gestión global de la empresa. Como reconocimiento y evidencia de la conformidad de su sistema de gestión con la norma UNE-EN ISO 14001:2004, obtuvo el pasado 13 de noviembre el Certificado de Gestión Ambiental.
La implantación de un Sistema de Gestión Ambiental de acuerdo a esta norma permite sistematizar, de manera sencilla, los aspectos ambientales que cada una de las actividades que se desarrollan generan, además de promover la protección ambiental y la prevención de la contaminación desde el punto de vista del equilibrio con los aspectos socioeconómicos. Entre las ventajas medioambientales está la optimización de recursos y residuos, así como la reducción de los impactos ambientales negativos derivados de la actividad.
Según explica la responsable de Calidad del Centro, Carmen Pino Walton, “este certificado representa un paso más en la política de calidad total y mejora continua de IBILAB, que persigue prestar, de manera constante y respetuosa con el entorno, los mejores servicios a los pacientes, para cumplir sus objetivos de salud con los óptimos resultados, siguiendo las pautas de la Unión Europea”.
El responsable de mantenimiento del centro, Eduardo Fresneda, es el artífice de la puesta en marcha de las medidas que han conducido a la obtención del Certificado de Gestión Ambiental. “El éxito no hubiera sido posible sin la implicación de los trabajadores del centro”, comenta. “Una vez definidos los cambios estructurales necesarios para mejorar la eficiencia energética del edificio, las alrededor de 30 personas que desarrollamos nuestras actividades diarias en IBILAB adoptamos una serie de prácticas ambientales en las que persistimos, que permiten hacer lo mismo utilizando menos energía”.
Los excelentes resultados de ahorro energético obtenidos desde el sistema adoptado en 2012 corresponden, según el experto, “a la adecuación de los horarios de uso de los equipos de climatización a las necesidades reales del edificio y los trabajadores y a la instalación de los equipos necesarios para el control local de las instalaciones de climatización, entre otras de las medidas adoptadas. Todo ello mejora el confort de los usuarios individuales y da lugar al ahorro, dado que la energía sobrante se deriva a donde se necesite”.
El consumo de energía producida a partir de combustibles fósiles es uno de los principales causantes del Cambio Climático. Según un informe elaborado en 2009 por la Agencia Internacional de la Energía, su contribución al calentamiento global se estima en un 65%. Además, el Resumen Ejecutivo del Word Energy Outlook 2009 señala que la generación de energía eléctrica será la principal causa del aumento de la demanda de carbón y gas en el mundo, estimándose en un aumento del consumo eléctrico de un 2,5% anual hasta 2030.