España es uno de los países más envejecidos de Europa. Y Europa es, ya de por si, un continente extraordinariamente envejecido. En un entorno con integrantes cada vez más longevos, las enfermedades, y en especial las de carácter disfuncional y discapacitante, merman el equilibrio social y exigen respuestas contundentes de las administraciones que solo pueden proceder de la aplicación de un plan sociosanitario plenamente ajustado a las necesidades de los usuarios y de sus familiares.
Esta es la filosofía de actuación que el Govern de les Illes Balears ha tratado de impulsar en estos últimos años. Ahora, al fin, comienzan a vislumbrarse los primeros resultados altamente positivos, tal como dio a conocer, en días pasados, el conseller de Salut, Martí Sansaloni.
En 2013, los hospitales sociosanitarios atendieron, en Baleares, a un 21,2 % más de pacientes que en el año anterior. Así, mientras que en 2012 un total de 2.226 usuarios recibieron asistencia en el Hospital Joan March y el Hospital General, el pasado año esa cifra llegó a 2.700.
Por otra parte, el número de estancias hospitalarias también se incrementó hasta llegar a las 59.268, un 8,7 % más que en 2012, en que se registraron 54.501. Además, la media de tiempo de estancia descendió en 2,5 días.
En este sentido, ambos centros han demostrado sobradamente su utilidad social. Así, el Hospital Joan March es el centro sociosanitario que en 2013 registró un aumento más significativo del número de pacientes, con un 43,3 % más que en 2012. A ello cabe añadir que el número de estancias alcanzó la cifra de 31.044, con un incremento del 15 %.
Por su parte, el número de ingresos de pacientes en el Hospital General creció un 5,4 % y las estancias alcanzaron la cifra de 28.253, con un aumento del 2,6 % respecto al año anterior.
Con estos resultados en la mano, nadie puede dudar, hoy por hoy, de que el modelo sociosanitario que está llevando a cabo el departamento que preside Martí Sansaloni está surtiendo efecto.
Gracias a ello, ya nadie pone en cuestión la necesidad de mantener en pleno funcionamiento tanto el Hospital Joan March como el Hospital General. El plan de saneamiento económico y de eficiencia de recursos ha hecho posible el milagro de dos centros, hace muy poco tiempo denostados, sean, en la actualidad, un ejemplo de eficacia y rentabilidad.
Sobre todo, de rentabilidad social, tal como debe ser en cualquier política sociosanitaria que se precie.