El sistema articular del ser humano es complejo, muy complejo, una especie de marioneta cuyos hilos mueve el cerebro de forma inconsciente pero muy organizada. ¿Y de dónde penderían los hilos para mover correctamente esa marioneta? De las articulaciones. Cualquier lesión es mala, pero en las articulaciones, además rompe el equilibrio, la marioneta sea cae.
Las lesiones articulares, que son muy variadas y potencialmente diversas, tanto en sus orígenes como en sus desarrollos, causan dolor e incapacidad. Si duele un hombro, por ejemplo, duele al lavarse los dientes, al coger algo con la mano, pero también al caminar, al toser, al intentar acomodarse en la cama. El efecto mariposa sobre el efecto marioneta.
La causa más frecuente de lesión articular es la sobrecarga. Si se continúa con el ejercicio, la lesión empeora. La sobrecarga o ‘uso excesivo’, como lo dicen también los médicos, puede tener su origen en no haber descansado al menos 48 horas tras un ejercicio intenso, independientemente del grado de preparación. Eso en cuanto nos referimos al deporte.
Las lesiones en huesos, músculos y articulaciones son muy frecuentes, desde un tirón leve a una dislocación de articulaciones o una fractura. La mayoría de estas lesiones se cura, aunque son dolorosas y pueden complicarse. La inflamación -respuesta del cuerpo a la lesión- de una articulación se denomina artritis y la de un tendón, tendinitis.
Una inflamación puede localizarse en una articulación o un tendón o generalizarse, caso de enfermedades como la artritis reumatoide. Una inflamación puede cronificarse y ser persistente, causada por un movimiento continuo y por una sobrecarga mecánica o por reacciones inmunes, infecciones o depósitos de sustancias anormales, como causas médicas.
Las infecciones de los huesos y de las articulaciones pueden ser muy invalidantes. Un tratamiento pronto y adecuado puede prevenir lesiones permanentes de las articulaciones. Desequilibrios metabólicos u hormonales pueden afectar a los huesos y a las articulaciones, como es el caso de la osteoporosis, con disminución de la masa ósea por desmineralización.
El tratamiento de las lesiones muscoesqueléticas está sujeto al tipo de lesiones, que suelen responder al reposo, compresas tibias o frías y quizás analgésicos e inmovilización con entablillado o vendajes, siempre de acuerdo con lo que diga el médico. Una automedicación o un autotratamiento inadecuados puede derivar en malformaciones y discapacidad.
Las enfermedades en varias articulaciones, se tratan con fármacos para reducir la inflamación y suprimir la respuesta inmune del organismo. En la mayoría de los casos, las articulaciones con deterioro crónico no se pueden curar con fármacos. Algunas articulaciones gravemente afectadas se pueden sustituir por métodos quirúrgicos por otras artificiales.
Los trastornos del sistema musculosquelético, entre los cuales las lesiones en las articulaciones son un subconjunto de elevada importancia por su impacto, son la primera causa de dolores crónicos y de discapacidad física. Los componentes del sistema musculoesquelético bien formados pueden deteriorarse con el uso, se pueden desgastar, lesionar o inflamar.