En una gran mayoría, que a juzgar por los datos objetivos hay que calificar de aplastante, los médicos de Baleares optaron por derrotar con una claridad meridiana a la candidatura que había hecho de la venganza, los pleitos, la persecución y la paranoia las líneas neurálgicas de su campaña electoral. Por el contrario, apoyó masivamente a la lista que, en contraposición a la insidia y la obsesión por las cazas de brujas de sus oponentes, prefirió presentar un programa electoral con compromisos tajantes y evaluables, que deberá ejecutar en esta nueva legislatura, la segunda del doctor Bennàsar como presidente colegial.
Muchas conclusiones se pueden entresacar del resultado de estas elecciones. O, mejor dicho, de los resultados, teniendo en cuenta que también se procedió a las votaciones de las juntas insulares de Menorca y Eivissa-Formentera, en las que, igualmente, la candidatura triunfadora obtuvo un respaldo incuestionable.
Una de estas conclusiones, quizás la más importante, es que el juego subterráneo no lleva a ninguna parte. Al menos, a ninguna parte positiva. Pero esa ha sido la particular obsesión de la candidatura de Segador y García Romanos, en la cual Salut i Força se ha visto inmersa, lógicamente en contra nuestra voluntad.
La denominada ‘lista alternativa’ hizo cuanto pudo por desprestigiar a nuestro medio ante la opinión pública y, en especial, frente al sector médico. No lo consiguió, desde luego. Ni siquiera dio ningún resultado el patético recurso a la pataleta que el doctor García Romanos utilizó mediante la denuncia judicial contra Salut i Força de la que les informamos profusamente en las páginas de este medio. García Romanos fue a por lana, y salió esquilmado. Otra vez….
Porque, de hecho, no es la primera vez que el permanentemente derrotado candidato a la presidencia del Colegio de Médicos carga contra Salut i Força en un intento, vano e incluso nos atreveríamos a decir que pueril, de silenciar, amedentrar o intimidar a un medio de comunicación con una contrastada solvencia en el ámbito de la prensa sanitaria. Así lo piensan los médicos de Baleares, quienes no se han dejado convencer por las tretas de mal perdedor de García Romanos. Y así lo piensan también los tribunales, que han dado, una vez más, la razón a Salut i Força.
García Romanos debería entender, de una vez por todas, que los médicos de Baleares ni le quieren, ni le necesitan, ni le esperan. ¿Precisará de una nueva derrota electoral para averiguarlo?