Un año más el sol regresa a los cielos mediterráneos y el dulce calor de la primavera atrae a miles de personas a las playas y los soláriums. Y no es solo la coquetería de tener una piel morena y hermosa: la energía que el sol da a los seres humanos ayuda a olvidar el frío del invierno, a seguir viviendo con más fuerza y a potenciar que los sentidos se despierten: ¡Se acabó la hibernación! Pero el atractivo del sol puede ser un riesgo, como el exceso de todo lo bueno, con funestas consecuencias. Demasiado sol quema la piel, lo que ya de por sí puede causar problemas médicos graves. Pero además, demasiado sol, año tras año, produce el envejecimiento prematuro de esa piel que se quiere cuidar. Yno solo, eso, demasiado sol, tomado a malas horas, puede producir cáncer de piel.
El cáncer de piel es una enfermedad maligna producida por la división y crecimiento descontrolado de las células que forman la piel, con capacidad para invadir los tejidos y estructuras sanas de alrededor y en algunos casos, afectar a otros órganos a distancia. Aunque se generalice, existen varios tipos de este cáncer, entre los que destacan de forma clara los melanomas y los carcinomas cutáneos.
En ambos tipos de cáncer, el principal factor de riesgo implicado en su aparición son las radiaciones solares, sobre todo las tipo B (UVB) y las de tipo A(UVA). Estas radiaciones pueden producir mutaciones en el material genético (ADN), de las células que componen la epidermis (capa más superficial de la piel), e impedir su reparación, iniciándose así el proceso de la carcinogénesis o formación de un cáncer.
De acuerdo con los últimos datos disponibles en el Registro del Cáncer de Mallorca para el período 2006 – 2008, cada año se diagnostican en Mallorca 38 casos de melanoma en las mujeres y 44 casos en los hombres. La tasa de incidencia ajustada a población mundial del melanoma en Mallorca es de 6,1 por 100.000 en las mujeres y de 7 por 100.000 en los hombres, según esas mismas fuentes.
En la década de los 90 se produjo un incremento de la incidencia de melanoma tanto en hombres como en mujeres, que se ha estabilizado. Por lo que se refiere a la mortalidad, cada año mueren unas 3 mujeres y unos 10 hombres a causa de este cáncer, de donde es fácil deducir que no es un cáncer poco peligroso, aunque sus cotas de incidencia no sean tan elevadas como el de pulmón, el de colon y recto u otros.
Para el período 2006 – 2008 las tasa ajustadas de mortalidad del melanoma es de 0,4 por 100.000 en las mujeres y de 1,5 por 100.000 en los hombres. El melanoma es el cáncer de piel más peligroso. El carcinoma es más frecuente, aunque no tan peligroso. Sin embargo, se está hablando de cáncer, en ningún caso se puede mirar hacia otro lado y obviar el riesgo.
El cáncer de piel comprende tres entidades: el carcinoma espinocelular (CEC), el carcinoma basocelular (o basalioma), ambos englobados como cáncer cutáneo no melanoma (CNM) y el melanoma cutáneo. El tipo de cáncer cutáneo más frecuente es el basalioma. El CNM es más de 10 veces más frecuente que el melanoma, pero raramente metastatiza y presenta un crecimiento lento y una baja letalidad.
La mortalidad por cáncer de piel se debe fundamentalmente al melanoma maligno (MM), aunque hasta el 20 % de los casos son debidos a carcinoma espinocelular. Melanoma es el nombre genérico de los tumores melánicos o pigmentados o una grave variedad de cáncer de piel, causante de la mayoría de las muertes relacionadas con el cáncer de piel. Se trata de un tumor generalmente cutáneo.
También es posible en el intestino y el ojo (melanoma uveal) y altamente invasivo por su capacidad de generar metástasis. Apesar de varios años de investigaciones extensivas, el único tratamiento efectivo es la resección quirúrgica del tumor primario antes de que logre un grosor mayor de 1 mm. Cerca de 160.000 casos nuevos de melanoma se diagnostican cada año alrededor del mundo.
Resulta más frecuente en hombres y personas de raza blanca3 que habitan regiones con climas soleados. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, ocurren cerca de 48.000 muertes relacionados con el melanoma cada año. Se estima que el melanoma maligno produce un 75% de las muertes asociadas al cáncer de piel, todo lo cual señala la necesidad de protegerse.
Por lo general, el riesgo de un individuo de contraer un melanoma depende de dos grupos de factores: intrínsecos y ambientales. Los factores intrínsecos incluyen la historia familiar y el genotipo heredado, mientras que el factor ambiental más relevante es la exposición a la luz solar, por lo que una vez más se recuerdan las normas básicas de protección en el momento de la exposición solar.