El conseller Sansaloni se compromete
Alea jacta es. La suerte está echada. Para el sindicato médico el pasado miércoles fue un magnífico día. Fue el día en que el Dr. Bennasar tras revalidar su mandato para los cuatro años próximos (pocos lo han conseguido) tomó posesión de la presidencia del COMIB junto con la nueva junta colegial.
Con un salón de actos a rebosar el Dr. Bennasar realizó un excelente discurso: en las formas y en el contenido. Poniendo énfasis en una medicina basada en los valores. En un quehacer médico incardinado en los principios de la bioética. El colectivo médico como artífice y como piedra angular en la defensa de los más necesitados con los que el compromiso es total. Fue un discurso con gran altura institucional y personal.
Por otra parte fue claro y contundente en el posicionamiento firme y decidido en apoyar sin concesiones la exigencia para esta legislatura de la carrera profesional, objetivo estratégico y número one del sindicato médico.
La carrera profesional garantiza la excelencia profesional y la mejor calidad y calidez profesional.
La carrera profesional es la llave que desbloqueará la necesaria puesta en marcha de la facultad de medicina.
Sin ella la implementación de la carrera es muy complicada. Su viabilidad depende de la creación de la facultad.
Pero en este acto pleno de autoridades estaban Miquel Tomás, director general del Ib salut y el Conseller de Salut Martí Sansaloni que no defraudó a los asistentes, comprometiéndose públicamente a la puesta en marcha en esta legislatura.
Hay un antes y un después y el miércoles fue el día Dy la hora H. El Conseller se la juega y con él, el govern del presidente Bauza.
Muchos profesionales del colectivo médico dependen de sí se cumple o no, la promesa decidirá, pasar del voto al veto.
Ya hay dos promesas sobre la carrera profesional: la que realizó el candidato Bauza en la ONCE y la otra la del Conseller el miércoles en el COMIB.
Nadie entendería que este doblé compromiso no se cumpliera. Todos nos jugamos mucho pero la credibilidad de los políticos será determinante en las opciones en las próximas elecciones autonómicas.
Veto versus voto
En las elecciones europeas muchos ciudadanos hemos optado por el veto y no por el voto. Era previsible, pero la casta política nos lo ha puesto a huevo. No han dado la talla.
La insoportable levedad y la mediocridad imperante de la casta han alcanzado máximos históricos. El absentismo ha sido demoledor.
Pero el colmo de la miopía política es el compendio de excusas, justificaciones, pardaladas, boutades, bobo-labadas y estrategias simuladoras adoptadas por los pseudo líderes políticos que nos okupan.
PSIB y PP han mimetizado el corolario de frases lacrimógenas para vendernos la burra de su estrepitoso fracaso.
La simulación no cuela. No tragamos más. Pero hay lo que hay y no se le pueden pedir peras al olmo. Con estos políticos no caben expectativas moderadas. Se centran en cuestiones cainitas y de rivalidad interna.
Es descojonante el parloteo que se gastan «hemos fallado en la pedagogía» «no cambiaremos nuestra gestión» «la salida de la crisis es por la izquierda» . Patético y lamentable La realidad: 38.000 vetantes al PP y 40.000 vetantes al PSIB Están tan alejados de la realidad que no quieren ver porque se niegan a abrir los ojos. Es normal que los ciudadanos los hayan castigado con su invisibilidad.
O cambian y recuperan el rumbo y la confianza o en las elecciones autonómicas asistirán a su propia debacle.
Es decir seguiremos pasando del voto al veto Si nos siguen ninguneándonos y subestimándonos. El pueblo elector se trasforma en pueblo guardián.
Aún, aquí y ahora que estamos en derrota pero nunca en doma.