El 2015 contiene una particularidad muy a tener en cuenta: su condición de año electoral. En esta tesitura, tanto los actuales gobernantes como quienes aspiran a recoger el relevo se esforzarán en trasladar los ciudadanos y electores una imagen impoluta de sus diferentes opciones políticas, tratando, a la vez, de ensuciar o desprestigiar la del adversario. Nada nuevo bajo el sol. Al fin y al cabo esta es la quintaesencia de la política, tal como la entendemos en estos lares.
Ahora bien, pese a que los políticos se empeñen en hacer caso omiso a ello, es importante que no perder de vista la realidad. Resulta sencillo llevar a cabo una crítica demoledora de la política sanitaria que se ha aplicado en Baleares, y en el conjunto de España, a lo largo de esta última legislatura. La oposición lo tiene fácil: tres consellers de Salut, cambios continuados en el modelo y la estructura de la administración sanitaria, supuestos recortes de derechos, imposiciones de copagos…
Sin embargo, hay que conservar la cabeza fría y la mente clara a la hora de valorar dónde se halla exactamente el eje de la balanza y hacia qué lado se inclina. Esta ha sido la legislatura más complicada de la democracia, con una crisis económica galopante y devastadora que ha obligado, evidentemente, a adoptar medidas nada populares. ¿Qué hubiera ocurrido si esas medidas no se hubieran aplicado y las instituciones públicas hubieran mirado hacia otro lado?
Esa es una de las preguntas claves del próximo proceso electoral. Habrá tiempo para seguir profundizando en su respuesta. Entretanto, desde Salut i Força, y en nombre de todo el equipo humano que hace posible este proyecto informativo y editorial, les deseamos muy buenas fiestas de Navidad y que el año nuevo traiga paz, felicidad y prosperidad a sus vidas.