El atentado contra el semanario satírico francés ‘Charlie Hebdo’, que se cobró el pasado 7 de enero la vida de 12 personas, además de dejar heridos de gravedad a otras cuatro, ha logrado el efecto de unir, bajo una misma consigna, a la totalidad de los medios de comunicación del entorno occidental, más allá de sus tendencias, ideologías o signos políticos. En efecto, la masacre perpetrada por tres hombres encapuchados, armados con fusiles automáticos Kalashnikov, en la sede parisina del semanario, ha conmovido no solo el ámbito de la comunicación, sino a la sociedad en su conjunto, que, por una vez, ha decidido unir fuerzas para ofrecer a los terroristas la única respuesta posible: el desprecio más absoluto por un acto violento y sin sentido, que a la pérdida de vidas humanas une su condición de verdugo de uno de los patrimonios más valiosos de los que la vieja Europa, con todos sus defectos y virtudes, puede presumir, como es la libertad de expresión.
También desde Salut i Força queremos sumarnos al homenaje a los periodistas y dibujantes vilmente asesinados, así como a los agentes de policía que perdieron la vida durante el atentado. Su ejemplo perdurará para siempre como modelo a seguir e imitar frente a la intolerancia y la irracionalidad. En estos días, todos somos Charlie Hebdo, porque todos los que creemos en la democracia y la libertad de expresión fuimos también víctimas de la barbarie que se perpetró, a plena luz del día, en la 10 rue Nicolas Appert.