Estos conceptos de medicina preventiva son los que sustentan actuaciones como el programa de cribado de cáncer de colón y recto que el Govern de les Illes Balears, a través de la Conselleria de Salut, pone en marcha este mes de enero y que se desplegará en dos fases, hasta 2018, momento en el que, si las previsiones se cumplen, se completará la cobertura de la población diana: hombres y mujeres de entre 50 y 65 años.
Posiblemente, de todos los proyectos realizados, a nivel asistencial, a lo largo de esta legislatura, este será uno de los que más huella dejará para el futuro. De hecho, estamos hablando de un programa que permitirá reducir notablemente no solo la incidencia del cáncer de colon y de recto, sino también, y muy especialmente, su índice de mortalidad. Este aspecto resulta singularmente importante si se tiene en cuenta que buena parte de los diagnósticos de este tipo de cáncer resultan curables siempre que el diagnóstico se produzca a tiempo y los médicos y especialistas tengan la posibilidad de actuar de forma efectiva y resolutiva.
Este principio preventivo también guió, en su momento, la puesta en marcha del programa de cribado de cáncer de mama, que se aplica en Baleares y en otros territorios autonómicos con la finalidad de detectar la presencia de esta dolencia en las mujeres que se hallan en una edad de riesgo o que reúnen determinadas características que acrecientan las posibilidades de desarrollar la enfermedad.
Los resultados obtenidos a partir de la instauración del programa del cáncer de mama son espectaculares, en cuanto que las mamografías preventivas han permitido detectar multitud de casos oncológicos en fase premaligna, o han anticipado el diagnóstico favoreciendo la intervención terapéutica. ¿Cuántas vidas se han salvado gracias a ello? Muchísimas, incontables, porque la filosofía de la medicina preventiva ejerce precisamente esa influencia: la posibilidad de curar antes de que el proceso patológico alcanzado determinados estadios difícilmente reversibles.
Con el satisfactorio y notable antecedente del programa de cáncer de mama, hay que augurar las mejores perspectivas para esta otra actuación, también de marcado carácter preventivo. En las sociedades con más recursos económicos, el cáncer de colon y recto constituye un creciente azote para la población, pero depara mejores opciones de curación que otros tipos de dolencias oncológicas siempre que la intervención médica se produzca en un plazo de tiempo prudencial.
Para que ello sea posible, resulta imprescindible contar, en primer lugar, con un diagnóstico precoz, y ese tipo de detección solo puede venir de la mano de programas como el que ha empezado a implantar la Conselleria de Salut y que merece el aplauso unánime de la sociedad balear en su conjunto. Estas son, de hecho, las decisiones que cuenta con una buena acogida garantizada por parte de los ciudadanos, que celebran, como es lógico, cualquier iniciativa que redunde en la mejora de la protección de la salud de la población, sobre todo cuando el concepto de medicina preventiva actúa como eje neurálgico, aprovechando todo cuanto la evolución de la sanidad ha enseñado e inculcado a las diversas generaciones de médicos y pacientes.