Las conclusiones de este ensayo clínico Fase III (Estudio 301), que se han publicado en la prensa científica internacional y en el que han participado otros grupos de investigadores, se basan en la valoración de más de 1.000 pacientes con cáncer de mama previamente tratadas con quimioterapia que incluía un fármaco de la familia de las antraciclinas y un taxano.
A pesar de que en el Estudio 301 no se cumplió el criterio de valoración coprincipal de mejora de la supervivencia global o de la supervivencia libre de progresión, las pacientes tratadas con Eribulina ofrecen unos resultados con una tendencia numérica algo superior a los de las pacientes tratadas con Capecitabina. Los efectos secundarios adversos fueron los esperados en ambos casos y sin muchas diferencias entre los dos fármacos.
Estos resultados demuestran que la Eribulina es un fármaco eficaz para usar como quimioterapia con un solo fármaco en pacientes con cáncer de mama avanzado y tratadas previamente con quimioterapia, que ha dejado de ser efectiva.
A pesar que la supervivencia en pacientes con cáncer de mama se ha ido incrementando mucho durante la última década, cuando falla la respuesta a tratamientos y el cáncer avanza o metastatiza, la supervivencia a largo plazo sigue siendo un reto para los oncólogos, sobre todo en términos de garantizar la calidad de vida.
Hasta ahora la Capecitabina era el tratamiento que se usaba después que el tratamiento quimioterápico con Antraciclinas y taxanos dejara de ser efectivo. Con los resultados de este ensayo, la Eribulina demuestra su utilidad para esta segunda línea de tratamiento, lo que ha servido para la autorización de comercialización de la Comisión Europea para su uso más temprano en el cáncer de mama avanzado y su aprobación con esta indicación.