El conseller estuvo acompañado por la directora general de Medi Rural i Marí, Margaret Mercadal; el director general de Interior, Emergències i Justícia, Sergi Torrandell; el director del Sistema de Observación Costera, Joaquim Tintoré, y Guillermo Vizoso, del IMEDEA.
Desde la puesta en funcionamiento de la herramienta, el verano pasado, se han realizado 17.507 observaciones, de las cuales en 799 casos se detectó la presencia de medusas.
La especie más abundante fue Pelagia noctiluca, seguida por la Cotylorhiza tuberculata y la Rhizostoma pulmo.
El Servicio de Recursos Marinos ha liderado la creación de este instrumento, pionero en Europa, que recoge de forma científica y sistemática en un aplicativo web los datos de las medusas detectadas.
Se compilan las observaciones diarias que se realizan en 5 reservas marinas, a cargo del personal de SEMILLA y de la Dirección General de Medio Rural y Marino; en 33 rutas de las barcas del servicio de ABAQUA de limpieza del litoral, y en 120 playas, donde el seguimiento es a cargo de los socorristas de la Dirección General de Emergencias.
De este modo, se observa la llegada de bancos de medusas desde las aguas abiertas hasta las aguas de baño. La aplicación permite filtrar la información por lugar o período de tiempo, y también cuenta con un mapa que muestra los puntos con mayor abundancia de medusas.
Esta herramienta, que se ha puesto en marcha con recursos propios, se empezó a gestar el verano de 2013 a raíz de la aparición de varios bancos de medusas en el litoral balear. Se creó un grupo de trabajo interdisciplinar con el fin de estudiar este fenómeno y elaborar protocolos de actuación. El objetivo final es doble, por un lado, reducir los efectos sobre los bañistas y el turismo y, por otro, ampliar el conocimiento científico sobre este fenómeno natural.
Así, este instrumento ayuda a entender la relación entre las condiciones ambientales y la aparición de medusas y permitirá la implementación en un futuro de un sistema de predicción de medusas y de mitigación de sus efectos, que se estima que pueda ser una realidad dentro de cinco años aproximadamente.
En este proyecto participan varios departamentos del Gobierno que trabajan de forma coordinada por primera vez con diferentes instituciones científicas (SOCIB, el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados IMEDEA-CSIC y el Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía ICMANCSIC), y en este primer año también ha contado con la colaboración de los Ayuntamientos de Alcúdia y de Muro.
Más información: http://www.caib.es/pidip/annexes/2015/3/11/1934310.pdf