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Por favor, ilustradme

Francisco Kovacs, Doctor en Medicina e investigador en enfermedades del raquis
Francisco Kovacs, Doctor en Medicina e investigador
en enfermedades del raquis
Algunas voces llevan años proponiendo la creación de una facultad de Medicina en Baleares. No tengo ningún interés personal al respecto y he oído opiniones a favor y en contra, por lo que agradecería que mis amigos y colegas de profesión me ilustrarais.

Creo que todos estamos de acuerdo en que la formación universitaria en Medicina debe ser de la mayor calidad y accesible para todos los que estén capacitados. También en que la misión esencial de una Universidad consiste en atraer la excelencia y fomentarla entre los alumnos, con espíritu riguroso, meritocrático y universal.

Eso, y no la cercanía geográfica, es lo que distingue a las universidades exitosas de las ¡79! españolas, de las que ninguna está entre las mejores 200 del mundo y sólo 4 entre las 300 mejores. Con estos datos no entiendo los razonamientos que justifican la creación de la facultad en Baleares: • “La insularidad es un obstáculo económico para los (menos de 100) estudiantes isleños que cada año quieren estudiar Medicina”. Para resolver ese obstáculo la solución más eficaz probablemente sea establecer becas, y tal vez no sólo para facultades españolas sino también para las mejores del mundo.

Eso requeriría comprobar rigurosamente la capacitación y el aprovechamiento de los alumnos, y ponderar su fluidez en idiomas universales más que su dominio de lenguas de ámbito regional. Pero a cambio aseguraría los mejores resultados y, como ya en 2008 explicaba la entonces rectora Casas, resultaría mucho más barato que costear una facultad de ámbito provincial. Y también más equitativo, pues beneficiaría por igual a los estudiantes de todas las islas.

• “Una facultad insular haría que hubiera más médicos baleares en las islas”. Una buena Universidad pretende inculcar a sus alumnos la búsqueda de la excelencia de por vida, no secuestrarlos ni limitar sus horizontes. Y lo que granjea el acceso no es el lugar de residencia, sino la cualificación: si la facultad balear fuera buena, atraería a los alumnos isleños y foráneos que superaran la nota exigida, y al terminar la carrera podrían irse libremente en función de sus méritos y ambiciones profesionales. Si la facultad fuera mediocre, sería una estafa docente y una amenaza sanitaria. Si Baleares necesita más médicos (¿los necesita?) se trata de atraer a los mejores, no de intentar retener a los estudiantes isleños en una facultad insular. Si el objetivo fuera que nuestros estudiantes terminaran ejerciendo en las islas (¿es así?), sería más eficaz establecer contractualmente que, una vez completada su formación, los que no regresaran tuvieran que devolver sus becas con intereses o penalizaciones. Personalmente, creo que coartar el futuro desarrollo profesional de los estudiantes isleños sería inmoral e inequitativo, pues no se plantea para los que estudian otras carreras también financiadas con impuestos baleares. Pero si ése fuera el verdadero objetivo, resultaría más eficaz y barato acometerlo mediante becas condicionadas.

• “Una facultad insular fomentaría la investigación médica en Baleares”. Tal vez pueda ser así en otros campos, pero no en el médico. La inmensa mayoría de la investigación médica española que ha sido refrendada por la comunidad científica internacional mediante indicadores objetivos (número de citaciones, índices H e i10, etc.), no ha surgido de las facultades de Medicina sino del ámbito clínico (hospitalario y de atención primaria).

No veo por qué debería ser distinto en Baleares, donde sin facultad ya se realiza más investigación médica de repercusión internacional que en otras provincias que tienen facultad.

De hecho, en nuestra realidad, una facultad de Medicina podría detraer recursos humanos y materiales actualmente invertidos en investigación productiva, reducir la meritocracia, añadir más burocracia y gastos improductivos, multiplicar los perros del hortelano y terminar lastrando la investigación médica útil.

• “Instaurar (el último ciclo de) la carrera de Medicina en las islas, mejoraría la calidad asistencial en Baleares”. Algunos promotores de la facultad reconocen en privado que el supuesto fomento de la investigación es una cortina de humo para ocultar este verdadero objetivo. Pero no sé en qué basan su percepción, porque los indicadores sanitarios baleares son excelentes (careciendo de facultad). Tampoco entiendo por qué asumen que una facultad local mejoraría los resultados asistenciales; dependiendo de la calidad de la formación también podría empeorarlos. Y en el caso concreto de Medicina, sería improbable que los docentes de las mejores universidades estuvieran dispuestos a abandonar sus prácticas clínicas para instalarse en unas islas con poco más de un millón de habitantes, aunque ofrezcan una calidad de vida insuperable. Por eso, si el objetivo fuera mejorar la calidad asistencial en el futuro, reforzaría la conveniencia de becar a los alumnos para las mejores Universidades del mundo.

• “Baleares es una de las dos únicas comunidades autónomas que no tiene facultad”. Una facultad debería servir para asegurar la excelencia de la formación, no para fabricar agravios comparativos entre provincias a fin de justificar el uso demagógico de recursos públicos. Esta práctica tan típicamente española ya ha llevado a decisiones estrambóticas, como la de decorar muchos pueblos semidesiertos con polideportivos tan espectaculares como los de las aldeas vecinas, pero igualmente insostenibles y ahora también abandonados. Es sensato aprender de los errores ajenos; los aeropuertos de Ciudad Real o Castellón deberían servirnos para no plantear uno en Formentera, no para reclamarlo a fin de reivindicar una cuota equitativa de despilfarro.

• “Ya costeamos otras facultades con pocos alumnos y sin garantías de calidad”. Eso es cierto; el 29% de los títulos ofrecidos en 2009-2010 en España contaban con menos de 40 alumnos por curso, y sólo en Cataluña había 57 carreras con menos de 30 alumnos. Pero eso no aconseja crear una facultad más, sino ser más racional y suprimir los gastos públicos que resultan inútiles o contraproducentes para la sociedad cuyos impuestos los costean.

• “Ya hemos incurrido en un sobrecoste de cientos de millones de euros para construir el edificio, por lo que ahora tenemos que usarlo”. La solución a los aeropuertos de Ciudad Real o Castellón no es derrochar todavía más recursos públicos subvencionando conexiones aéreas absurdas, a fin de ocultar la insensatez de su construcción, sino buscarles usos más útiles para la sociedad y rentables para el erario. Y, desde luego, evitar que generen más gastos inútiles.

Entiendo todavía menos que se proponga una nueva facultad ahora, cuando el Colegio de Médicos prevé que a partir de este curso el número de alumnos egresados de las Facultades de Medicina ya existentes (algo más de 7.000), supere al de plazas formativas MIR ofertadas por el Sistema Nacional de Salud a las que actualmente es necesario acceder para después poder ejercer la profesión (aproximadamente 6.000). Eso significa que cada año unos 1.000 alumnos pueden sentirse estafados al recibir, después de años de estudios, esfuerzos y gastos, un título que no les permite ejercer y tener vedado el acceso a la formación necesaria para poderlo hacer. No entiendo qué interés legítimo tiene aumentar su número. De hecho, ya en 2009 los decanos de las Facultades de Medicina concluyeron que “ya no hacen falta más facultades”.

Personalmente respeto intelectual y profesionalmente a algunos colegas que llevan años promoviendo la facultad en Baleares, y los considero amigos. Por eso no puedo –ni quiero- prestar oídos a los comentarios que atribuyen su anhelo a aspiraciones personales o motivaciones egoístas. Nada deseo menos que herir sus sentimientos, y lamentaría de corazón que les molestara la franqueza con la que confieso mi incapacidad para entender sus argumentos. Pero creo que es prioritario el interés del conjunto de la Sociedad balear, y prefiero pedirles públicamente que me ilustren, si estoy equivocado, que ser uno más de los que alaban el ropaje del Rey cuando le sigo viendo desfilar desnudo.

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local_offerEtiquetas: Baleares, Mallorca, Medicina

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