Juan Riera Roca
Los guiños y las primeras declaraciones de Armengol, Alberto Jarabo (Podemos) y Biel Barceló (MÉS) tras los resultados del domingo 24 parecen dejar claro que habrá Pacte de Progrés III, el primero sin ‘invitados’ de centro (en ausencia de UM y sin necesidad de tentar a Ciudadanos o al PI de Jaume Font).
No queda tan claro si la Mesa del Consell de Govern será de un solo color –si Podemos y MÉS apoyarán un Govern del PSOE –o si las fuerzas de izquierda querrán participar. Parece claro que MÉS aspire a ello. Pero Podemos era hasta hace poco enemigo del PSOE (del “PPSOE”) y puede poner duras condiciones.
En la cuestión sanitaria –que es la que ocupa a esta revista –los tres programas de estas fuerzas coinciden en rechazar la austeridad que ha caracterizado los cuatro años de Govern de José Ramón Bauzá. Esta austeridad en materia sanitaria ha llevado al PP a realizar recortes y limitaciones horarias de los servicios muy contestados por la oposición.
Deshacer esos recortes es objetivo prioritario de PSOE, Podemos y MÉS. De dónde sacar el dinero para ello es la llave del éxito de sus políticas. No se puede olvidar que en 2011 el Pacte de Progrés III había reventado todas las previsiones presupuestarias y dejado la CAIB en quiebra técnica.
Esa quiebra, la caja vacía por el gasto desaforado, más de mil millones de deuda a proveedores y la crisis llevaron a Bauzá a unos recortes que probablemente le han costado la reelección: el ciudadano los ha considerado excesivos. Como refinanciar lo recortado es la pregunta que deberá contestar el nuevo Govern.
Consecuencia directa de esos recortes ha sido algo que el ciudadano no suele perdonar: el aumento en tiempo y cantidad de las listas de espera, que aunque en los dos últimos años se estaban recuperando bastante, aún se cifraban muy por encima de lo deseable, de lo hallado por el Govern saliente en 2011.
La universalización de la sanidad pública, la eliminación de los copagos, la transparencia, el aumento de las partidas económicas, la atención domiciliaria, la potenciación de la atención primaria, y la participación ciudadana en las decisiones de calado son puntos comunes de los programas de PSIB, MÉS y Podem.
Pero si la música de los programas de izquierda se parece bastante, la letra es algo más diferente. Podemos, por ejemplo, insiste en un asamblearismo para llevar a cabo esa participación ciudadana que en materia sanitaria no se ha experimentado aún. El ‘uso auxiliar’ de la sanidad privada podría ser otro elemento de discordia entre estos grupos.
En cualquier caso, PSIB, Podemos y MÉS se preparan ya para regir el Govern balear (los consells y muchos ayuntamientos) al menos hasta 2019. Pese a los choques iniciales de la formación de Pablo Iglesias con los partidos tradicionales y de la ‘casta’, los acuerdos parecen muy posibles, aunque no se conozcan aún los precios políticos. Muy posibles, aunque no seguros.
Tras analizar ante la prensa el lunes 25 (día en que se cerró la edición de esta revista) los resultados de las elecciones de la víspera, Alberto Jarabo, secretario general de Podemos, dejó caer que no todo estaba meridianamente claro: “Creemos que no tiene por qué gobernar la líder socialista simplemente porque sea la formación más votada tras el PP”. Armengol había dicho antes de las elecciones que la parecería antidemocrático que ella no fuera aupada a la presidencia por Podemos si la lista socialista era la más votada de la izquierda.
Antes, el líder de Podemos había dicho que “una de las condiciones imprescindibles será desempolvar a aquellos partidos que hoy mantienen armarios cerrados y alfombras sin levantar. Les pediremos que lo hagan si quieren contar con nosotros». No parece que ese precio sea excesivo, aunque la presidencia… Quien tras los resultados del 24M estaba exultante de gozo y esperanza era Francina Armengol.
La candidata del PSIB a la presidencia dijo sentirse «muy alegre» ante los resultados de estas elecciones autonómicas y municipales, ya que «parecía imposible un cambio tan apabullante» dados los resultados del PP en 2011.
«Ha sido –dijo Armengol –un voto de izquierda muy conciso, desde una reacción pacífica y extraordinaria». Y añadió que «desde la responsabilidad que tenemos, intentaremos un acuerdo con otras formaciones de izquierdas que haga posible hacer realidad los sueños de tantos ciudadanos.» En opinión de la candidata, se ha producido «un giro a la izquierda como nunca, gracias a ciudadanos que han luchado durante cuatro años contra la prepotencia del PP, y que han hablado claro. A partir de ahora se abre un nuevo tiempo de cambio en el que el PSIB tiene una gran responsabilidad”.
Preguntada por el menor número de escaños que el PSIB ha obtenido respecto a 2011 (pese a que en estos cuatro años no ha sufrido el desgaste del Govern) la socialista ha justificado que «es evidente que otros partidos de izquierda ocupan el mismo espacio, no buscaría muchas más explicaciones a eso».
Gabriel Barceló, candidato a la presidencia por MÉS per Mallorca, destacaba tras las elecciones que su formación es la que más ha crecido en las elecciones de domingo 24, por que calificó la jornada como «un día histórico”. Y subrayó que «por primera vez hay una mayoría clara de izquierdas en el Parlament”.
El líder de MÉS per Mallorca dijo estar «muy emocionado y contento por los resultados obtenidos, pero con los pies en el suelo, ya que a partir de aquí toca mucha responsabilidad, sentido común, trabajo por cambiar el modelo económico y mejorar la financiación para la sanidad, los servicios sociales y la escuela».