P.- ¿Qué balance hace de los dos primeros años de existencia del Complex Sanitari de Llevant?
R.- Estamos muy contentos e incluso sorprendidos por la rapidez con la que está creciendo el Complejo, tanto el hospital como la residencia. En el hospital cada mes tenemos más profesionales y más actividad; en la residencia estamos en un 85-90% de ocupación, cifras todas éstas muy importantes tras dos años de vida de este nuevo proyecto.
P.- ¿Cuáles son los efectos más positivos de la puesta en marcha de este proyecto?
R.- La confianza que han demostrado los ciudadanos de Llevant, de Manacor, de Felanitx, de Capdepera, de Sant Llorenç, de Son Servera… que han apostado claramente por utilizar este servicio que pusimos en marcha para acercarles la sanidad privada. La apuesta de estos ciudadanos se refleja en cifras importantes, como 2.000 visitas mensuales a consultas externas, 3.000 urgencias mensuales, lo que demuestra que la gente cree y valora lo que hacemos. Es un hospital cercano. Las encuestas de satisfacción tras dos años siguen dando un 9,5 de media, que en un hospital privado es muy alto.
P.- ¿Qué objetivos marcaron la apertura del Hospital de Llevant, se han cumplido las expectativas?
R.- Normalmente un hospital no llega a tener una ocupación plena hasta el cuarto o quinto año tras la apertura. Sin embargo, nos ha sorprendido que estamos alcanzando esa ‘velocidad de crucero’ mucho más pronto de lo esperado por el rápido crecimiento que experimentamos cuando en julio vamos a cumplir dos años. Creo que alcanzaremos ese objetivo un año antes de lo previsto.
P.- ¿En qué volumen de ocupación y nivel de equipamientos se encuentra el Hospital de Llevant?
R.- Estamos, como he dicho, en unas 2.000 consultas externas mensuales, con un gran ritmo de crecimiento. Ha habido meses que hemos tenido el hospital prácticamente lleno, es cierto que motivado por los problemas que tuvo el Hospital de Manacor [del Ibsalut] y que nos llevó a abrir una planta para ponerla a su servicio, y a hacerlo en solo una tarde de domingo, lo que he de agradecer mucho a los profesionales que se implicaron ello. Todo eso nos ha llevado a que durante dos meses hayamos estado prácticamente llenos y que de cara al verano tengamos una muy buena previsión de ocupación.
P.- ¿Cuáles son las perspectivas de futuro, ahora, del Hospital de Llevant, la consolidación?
R.- Exactamente. Primero aún nos queda un año o un año y medio de seguir creciendo a buen ritmo. S e g u n d o , consolidar los proyectos. Y sobre todo, para nosotros la clave es la calidad. Satisfacer las necesidades del paciente y que éste se vaya contento, con sus problemas resueltos y buscando las ventajas de un hospital de tamaño medio, como es el nuestro, de poder ofrecer un servicio cercano, ‘de pueblo’, en el sentido de conocer a la gente por su nombre, de estar muy cerca de las necesidades de nuestros clientes. Ésa es nuestra clave.
P.- ¿Qué lugar ocupa el Hospital de Llevant dentro del mapa sanitario balear?
R.- Cuando decidimos poner en marcha el Hospital de Llevant teníamos claro que había un ‘agujero’ en ese mapa sanitario, unos 120.000 habitantes en la zona de influencia del hospital público de Manacor que no tenían esa atención cercana de la sanidad privada, que sí tienen, por ejemplo, los habitantes de Palma o de la zona Norte de Mallorca. Hoy en ese mapa sanitario de Baleares ocupamos el espacio de ser el hospital privado de referencia que da servicio a los ciudadanos de Levante.
P.- ¿Cuál es el perfil del usuario del Hospital de Llevant, residentes y turistas al mismo tiempo?
R.- Así es. El turista es una parte fundamental de nuestro grupo de clientes, una parte que naturalmente en invierno aumenta muchísimo. Otra parte fundamental son los residentes extranjeros que tienen casa en esa zona de Mallorca y también acuden a nuestro hospital. Es por eso que todo nuestro personal habla inglés y alemán. Y por supuesto es parte fundamental el paciente que es ‘mallorquín de toda la vida’. Y que a partir de cierta edad valora mucho no tener que desplazarse en coche a Palma.
P.- ¿Y de qué zonas de Mallorca acuden más pacientes?
R.- Inicialmente, a poco de nuestra apertura, muchos procedían de Manacor y de su puerto, es decir, Porto Cristo, Son Servera, Capdepera, Artà… Todos esos habitantes de municipios que para ir a un hospital en Palma tenían que pasar por Manacor. Actualmente, el crecimiento está siendo importantísimo entre los residentes de Felanitx y también está creciendo mucho la afluencia desde Santanyí y Ses Salines. Estamos creciendo mucho en afluencia de personas que aunque estén a la misma distancia de Palma que de nosotros valora mucho no tener que entrar en la vorágine de la ciudad.
P.- ¿Cuáles son las expectativas para el verano?
R.- Todo el mundo turístico habla que será una gran campaña hotelera y ello hace probable que haya más enfermos. No es que eso sea una buena noticia. Nosotros no queremos que haya más enfermos, pero sí que si los hay vengan a nuestro hospital. Lo cierto es que esperamos que sea una buena campaña.
P.- ¿Qué tipo de demanda asistencial solicita el cliente extranjero del Hospital de Llevant?
R.- El turista que enferma durante sus vacaciones lo que busca es un servicio de Urgencias. Normalmente entran por esa vía con patología tanto de Medicina Interna como de Traumatología, especialmente esto último en los meses de verano al haber más jóvenes. En invierno, sin embargo, dado que la gente que reside es mayor, suele haber más problemas de Medicina Interna y Cardiología. Desde urgencias intentamos, en la medida de lo posible, resolver su problema de modo que no pierda ningún día de vacaciones.
P.- Usted ha sido el presidente de la Federación Nacional de Clínicas privadas. Desde esa perspectiva y desde la experiencia de unas instalaciones como las del Complex Sanitari de Llevant, ¿cree que Baleares cuenta con lo necesario para convertirse en un destino preferente de turismo de salud?
R.- Baleares tiene unas importantes instalaciones y comunicaciones. Cada año nos visitan 13 millones de turistas. Juntando unas buenas instalaciones, unos buenos profesionales y unas buenas comunicaciones, el sentido común nos dice que la respuesta a su pregunta es afirmativa. Ahora bien, no nos equivoquemos: hemos de saber encontrar nuestro nicho para competir en este terreno. No creo que podamos competir en Cirugía Cardíaca o en operaciones de cadera. Habrá ciertas patologías en las que Madrid, Barcelona o algunos hospitales de Alemania o Gran Bretaña son mucho más competitivos.
P.- ¿Y qué cree que tenemos que hacer, pues, para competir bien en este ámbito?
R.- Para competir creo que hemos de ir a ofrecer productos como el reconocimiento médico, el tratamiento de la fertilidad, es decir, patologías un poco más sencillas y para desarrollar las cuales en este ámbito hay un gran espacio. En lo que se refiere particularmente al Hospital de Llevant está claro que tiene su espacio en el desarrollo del Turismo de Salud. Ya estamos desarrollando una serie de productos. Incluso a nivel de residencia geriátrica, donde ya tenemos previsto un viaje a una capital europea para traer pacientes escandinavos, ofrecerles pasar aquí los inviernos, que allí son tan fríos, dentro de una estructura geriátrica puntera, con una piscina climatizada y con un servicio médico de 24 horas por el hecho de estar anexa la residencia a un hospital. Hay oportunidades de crecer en Turismo de Salud pero hay que saber definir muy bien el producto.
P.- ¿Qué diferencia hay entre turismo de salud y salud del turismo?
R.- Una cosa es cuando viene un turista de vacaciones y se encuentra mal de salud, entonces puede acudir a nuestro centro, en el que nos volcaremos en resolver su problema. Esto es atender la salud del turismo. En cambio el turismo de salud, en el ámbito privado, es otra cosa, diferenciándola muy bien del fenómeno que se ha dado de personas que vienen a España a aprovecharse de su sistema sanitario público. Le pondré el ejemplo de un alemán, que pueda tener una legislación muy restrictiva en el ámbito de las terapias de fertilidad y decide venir a las Islas a hacerse un tratamiento. Hay estudios que demuestran que estas personas que vienen a realizarse un tratamiento a las Islas gastan –ellos y sus acompañantes –siete veces más que un turista tradicional de ‘sol y playa’. Es un nicho de negocio que puede ser muy importante para el Hospital de Llevant y para otros centros privados.
P.- Ustedes, precisamente, se están especializando mucho en ofrecer servicios de cirugía estética…
R.- Efectivamente. Nuestra Unidad de Medicina y Cirugía Estética es una de las ‘joyas de la corona’ del hospital. Está funcionando muy bien. Hemos tenido la suerte de encontrar muy buenos profesionales y estamos creciendo muchísimo.
P.- Ahora que menciona a los profesionales, háblenos de ellos, de su papel en el desarrollo del Hospital de Llevant.
R.- Se dio el caso de en el momento de nuestra apertura la Administración sanitaria pública estaba haciendo recortes y hubo una serie de profesionales que nunca se habían planteado hacer otra cosa que sanidad pública, vieron la necesidad de diversificar su actividad y entrar a colaborar también con la sanidad privada para compensar esos recortes. Y todo ello coincidiendo que nacía un proyecto joven, con ganas, como era el nuestro. Así incorporamos a profesionales de la sanidad pública que continúan con esa actividad pero que una o dos tardes por semana vienen a trabajar al Hospital de Llevant.
P.- ¿Se dieron otros canales de acceso a buenos profesionales?
R.- Sí: Por otra parte tuvimos la suerte de que en aquel momento salían promociones de especialistas muy bien formados vía MIR que también por los recortes en la pública se encontraron que acababan su residencia y no tenían trabajo. Eso nos permitió poder contratar a esos especialistas muy bien formados. Por ejemplo nuestro centro es el único hospital privado de Baleares en el que todos sus intensivistas están formados vía MIR. Además contamos con una dirección médica y un equipo que supo convencer a esos profesionales de que apostaran por el proyecto al ver nuestra ilusión y nuestro potencial.
P.- El Complex de Llevant cuenta también con una residencia geriátrica con 80 plazas de residencia y 20 de hospital de día. ¿Cuál es el balance de su funcionamiento?
R.- Aunque no esté bien que lo diga, he de decir que nosotros tenemos una residencia que no creo que haya ninguna otra igual en toda España. Primero, por sus instalaciones: no conozco ninguna otra que tenga una piscina climatizada en la que los usuarios puedan hacer Aquagym durante todo el año. Es un lujo. Además de éstas y otras instalaciones, tenemos un equipo de profesionales gerocultores jóvenes con mucha ilusión por su trabajo y que los usuarios valoran mucho. En tercer lugar tenemos un equipo técnico muy importante que incluye un terapeuta ocupacional y un fisioterapeuta, perfiles que no todas las residencias tienen. Y en cuarto lugar, nuestro un gran valor diferencial que es tener un hospital anexo con la atención sanitaria continuada que ello supone.
P.- ¿Cuál es el perfil de este paciente o residente?
R.- Tenemos un poco de todo. Tenemos una planta para pacientes con minusvalías psíquicas, como el Alzheimer, es decir, personas que no se pueden valer por si mismas y precisan una supervisión especial. Ellos tienen su plan de actividades específico. Luego tenemos otros pacientes o residentes que están perfectamente, pero que tienen una cierta edad y que por sus circunstancias no sería ideal que estuvieran solos en su casa y han optado por un recurso como el nuestro. Son residentes que salen a pasear, hacen una vida normal, pero duermen en la residencia, donde están casi como en un hotel. Les damos todos los servicios de alimentación, lavandería; tienen actividades como manualidades o piscina. Y tienen, sobre todo, ellos y sus parientes, la tranquilidad de saber que si sufren un problema de salud tienen un hospital y un médico a un minuto de distancia, las 24 horas del día. Con este excelente servicio que ofrecemos podemos ofrecer una excelente calidad precio. Por ello a pesar de que hay residencias más económicas, hay familias que valoran esta calidad y hacen un esfuerzo económico adicional por sus mayores que antes lo han dado todo por ellos. Además, somos un centro completamente privado y no tenemos plazas concertadas.
P.- ¿Existe aún cierta estigmatización de algunas personas mayores hacia el hecho de no querer ir a una residencia de ancianos bajo ningún concepto?
R.- Si se mantiene es más por las propias personas mayores que por sus familiares. Nosotros nos entrevistamos con la persona mayor, les decimos que vengan una semanas de prueba, nada definitivo, con motivo tal vez de que sus hijos han de hacer un viaje o porque esa persona estará mejor en la residencia mientras se recupera de una operación… y en muy pocos casos una vez han entrado quieren dejar la residencia.
P.- Hablemos del mapa sanitario privado balear. ¿Existe una excesiva fragmentación o bien los movimientos de concentración que ha habido han solucionado esa fragmentación?
R.- Está claro que ha habido grandes movimientos y que a nivel de Palma hay dos grandes bloques, el Grupo Juaneda y el grupo IDC-Palmaplanas- Rotger. Eso no es malo. Juntando hospitales se crean sinergias y se optimizan recursos y eso siempre es bueno. Luego hay otros hospitales, como el nuestro, como el Clínic Balear o como en Ibiza, que son hospitales independientes, con los que intentamos tener las mejores relaciones posibles con todos y una gran colaboración.
P.- ¿Se han logrado sinergias entre la sanidad pública y privada o siguen siendo dos mundos diferentes?
R.- Lo mejor que podría pasar para el ciudadano es que hubiera cada vez más sinergias entre ambas sanidades. Muchos consellers se han preocupado solo de la sanidad pública. El último conseller sí ha buscado más puntos en común, que es lo que pedimos a los gobiernos que vengan, poder hacer un trabajo en común por los ciudadanos de Baleares. Hay que tener en cuenta que el 25%, es decir uno de cada 4 ciudadanos, paga voluntariamente a la sanidad privada a través de un seguro privado lo que ya ha pagado a la pública vía impuestos. Es por eso que la Conselleria de Salud tiene que ayudar tanto a una sanidad como a otra y, sobre todo, buscar sinergias. Eso y desarrollar vías de colaboración, como compartir la historia clínica electrónica para –por ejemplo –no tener que duplicar pruebas son las vías que desde la Conselleria se deben fomentar. Sin duda la sanidad privada es la gran aliada de la sanidad pública, sin sanidad privada el sistema público estaría absolutamente desbordado.