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Cómo parar el golpe de calor, un ataque con grandes riesgos

Se considera golpe de calor cuando la temperatura corporal rebasa los 45° C.1 En la hipertermia el punto de ajuste hipotalámico no cambia, pero la temperatura corporal sube superando los mecanismos de regulación de temperatura. Como consecuencia de esto se produce el llamado golpe de calor.

Suele afectar a dos grupos de población, por un lado individuos sanos que realizan ejercicio físico intenso (golpe de calor por esfuerzo), y por otro lado, a ancianos o enfermos (golpe de calor clásico). El tratamiento se basa en el enfriamiento inmediato (menos de 2 horas), y el apoyo a órganos y sistemas.

Los síntomas pueden incluir: Delirio; broncoaspiración; vómito; convulsiones; alteraciones sutiles del comportamiento; dolor de cabeza. Se suele descubrir el golpe de ariete por el ambiente caluroso, o por el ejercicio físico, por la elevada temperatura corporal y la depresión del sistema nervioso central.

Durante una ola de calor hay que tomar la temperatura de toda persona en estado de coma (pues suele estar siempre presente en el caso de golpe de calor). Las manifestaciones neurológicas son difíciles de percibir, así como la diaforesis o una temperatura sobre 41° C puede «no» estar presente.

Esto último sucederá si el paciente o sus circunstancias ya se están enfriando. La existencia de anhidrosis no descarta el diagnóstico de golpe de calor (especialmente con ancianos). En cualquier caso se trata de un problema de elevado potencial de riesgo, por lo cual la consulta médica es la recomendación inmediata.

El golpe de calor es un síndrome de lesión por calor de base ambiental, con los calambres por calor y el agotamiento por calor. La progresión pasa previamente por «estrés por calor» y «los calambres por calor», aunque algunas personas pasan a una situación de «agotamiento por calor» y otras sufren el «golpe de calor».

Las causas de esto siguen siendo desconocidas, pero parece darse una predisposición genética, que incluye las citoquinas, proteínas de coagulación y proteínas de shock térmico, que influyen en la adaptación al calor; así como la aclimatación ambiental, de modo que cada persona merece ser estudiada particularmente.

Una nueva posible definición que se baraja describir el golpe de calor como una forma de hipertermia ligada a una respuesta inflamatioria sistémica, con una evolución a F.M.O., con predominio de encefalopatía. El hecho de que se puedan dar efectos neurológicos hace que la afección sea preocupante.

Produce aumento de la producción de calor: el ejercicio físico; la fiebre; la tirotoxicosis; los problemas metabólicos; las drogas. Produce di0sminución de la pérdida de calor el aumento de la temperatura ambiental los ambientes húmedos, la deshidratación, las drogas, la disminución de la capacidad de sudar.

La temperatura corporal por encima de 40° C pone la vida bajo amenaza de muerte. Comparada con la temperatura normal corporal humana de 36,6 – 37,5° C. A 41° C, comienza la muerte cerebral, a 44° C el deceso es certero. Temperaturas internas por encima de 50 °C (122° F) causan rigidez muscular y muerte.

En el tratamiento de los pacientes con golpe de calor se busca un enfriamiento inmediato y mantener los sistemas y órganos. Es vital enfriar cuanto antes, si se tarda más de dos horas, la mortalidad se sitúa en el 70 por ciento, aunque se trata de un proceso que debe efectuarse bajo vigilancia profesional.

Se comienza llevando al paciente a un lugar más frío, desnudándolo y mojándole la piel (el traslado se realizará con las ventanillas del transporte bajadas, salvo si se hace en helicóptero).

El objetivo es llegar a los 39° C de temperatura corporal, y cuando se llegue al hospital continuar en la unidad de cuidados intensivos. Los métodos de enfriamiento externos dependen de la transmisión de calor del cuerpo a la piel, y de esta al ambiente. Se busca que se mantenga el flujo sanguíneo cutáneo. El método conductivo lleva el paciente a un lugar fresco y a la sombra, y aplica compresas frías al cuello, ingles, axilas y cabeza.

El evaporativo-convectivo consiste en desnudar al enfermo y rociar con agua a 15 °C (en spray), y abanicar 30 veces por minuto con aire caliente (45-48 °C, posiblemente el ambiente caluroso valga). La corriente de aire busca mantener la piel a 30-32° C para evitar que deje de fluir sangre y calor del cuerpo a la piel).

La temperatura bajará 1º cada 11 minutos, llegando esperando bajar a 39,4° C en sesenta minutos. Este método logra que la mortalidad se reduzca del 70 al 11%. Otros métodos pasan por la Inmersión en agua (helada a poder ser), o rodearlo de cubitos de hielo y rociar con sal (provocando el deshielo y la absorción de calor).

Estos métodos tienen los inconvenientes de detener el flujo de sangre y calor del interior del cuerpo a la piel, necesitando un masaje cutáneo para mantener el flujo. Es un método efectivo pero peligroso, y con problemas de colapso cardiovascular, y hay que mantener al paciente vigilado.

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