Mi relación con la farmacia ha sido en los últimos 20 años importante. Primero empezó con el trabajo de formación de profesionales en atención farmacéutica del Master de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada que dirige María José Faus, luego se complementó con la formación a farmacéuticos comunitarios de Andalucía, Castilla y La Mancha y Extremadura ligados a una cooperativa de dispensación de medicamentos, colaborando con el mejor blog realizado por unos farmacéuticos como es el QUE ME DAS PARA http://quemedaspara.es/ con Lucía Arroyo y por último con la realización de un convenio entre la Escuela Andaluza de Salud Pública y el Consejo de Colegios de Farmacéuticos de Andalucía que está dando sus frutos ya con un debate en internet #DiálogosEASP que podéis ver aquí http://www.easp.es/project/dialogos-easp-el-papel-del-farmaceutico-en-la-salud-publica/ y con un curso ligado a la formación en el tema de Hipertensión arterial. Todo un mundo por delante para mejorar la posición de u n profesional que es considerado por la ciudadanía como un profesional sanitario muy cercano, al que es muy fácil contactar y pedir consejo. Prestar un buen servicio farmacéutico requiere una actitud asistencial y un trato personalizado con el paciente, y estos aspectos deben condicionar la estructura y la organización de la farmacia.
La tendencia de la farmacia comunitaria creo que debería ser:
1. Garantizar un adecuado uso de los medicamentos por los pacientes
2. Participar en camp añas de educación y prevención sanitaria, orientadas a promover una mejora de la salud y un mayor bienestar de los ciudadanos.
3. Actividades orientadas a la detección de patologías ocultas (cribados).
4. Control y evaluación para evaluar la efectividad de los medicamentos que utilizan los pacientes.
5. En el campo de las toxicomanías, considerado el drogodependiente como un enfermo crónico, siendo el farmacéutico comunitario un profesional sanitario accesible y cercano, es fácil pensar en él como un instrumento útil para colaborar en el abordaje sanitario, e incluso social, de estos enfermos. Programas como el denominado “kit antisida”, de Intercambio de Jeringuillas, de Mantenimiento con Metadona, el programa para el Tratamiento Supervisado con Tube rculostáticos a Pacientes del Programa de Mantenimiento con Metadona, la Campaña de fomento del Preservativo o el test rápido de VIH en las farmacias, aportando su profesionalidad, accesibilidad y cercanía.
6. Un trabajo de apoyo al empoderamiento del paciente, favoreciendo el trabajo de las escuelas de pacientes, haciendo grupos de pacientes para que formen a otros pacientes y difundiendo materiales audiovisuales a través de sus pantallas.
7. Un trabajo individual de atención farmacéutica basada en el seguimiento farmacoterapéutico en colaboración con los profesionales sanitarios.
Queda un gran campo de actuación para consolidar innovaciones, desarrollar nuevos programas y actividades y fomentar una mayor cercanía y colaboración entre profesionales en los que la farmacia puede aportar calidad y eficiencia al actual sistema sanitario. En Baleares, necesitaríamos dar un impulso a esta colaboración.
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El Farmaceutico de la comunidad , como ustedes le llaman, debería ser un imperativo en toda entidad IPS, ESP, FARMACIA O DROGUERIA, con lo cual se lograría generar bancos de información de efectos secundarios o reacciones negativas, muy especialmente, y evitar el choque de medicamentos.