Juan Riera Roca
La consellera de Salut, Patricia Gómez anuncia en el acto de apertura de curso de la Universitat de les Illes Balears que el año académico que viene comenzará a impartirse la carrera de Medicina en Baleares. Los académicos y gran parte del sector sanitario se felicita. Pero no todos.
Sindicalistas y partidos, algunos cercanos al Govern de izquierdas, se preguntan si activar esta facultad es una urgencia o habría que cubrir antes otras necesidades sanitarias para las que se dice que no hay dinero. Facultad de Medicina, sí, pero ¿por qué ahora? La respuesta del Govern es contundente: porque a cada día de retraso de la puesta en marcha de estos estudios en las Islas se pierde mucho dinero en planes de inversión externos para la investigación y no se saca todo el partido a las instituciones de investigación sanitaria ya creadas.
Desde la Conselleria de Salut se recuerda que ahora ya se tiene la infraestructura necesaria para esos estudios (el ala docente de Son Espases) construida y cerrada, Por otra parte también se tiene en un cajón el programa de estudios incluso acreditados por la agencia estatal ANECA.
“Cada año que sigue sin acreditarse el Instituto de Investigación Sanitaria de Palma (IdISPa) supone una pérdida de financiación a nivel estatal que pone en una situación de difícil sostenibilidad la investigación sanitaria balear”, señalan los expertos de la Conselleria de Salut.
La propuesta formulada el 12 de diciembre de 2007 por la ministra de Educación, en una reunión de la Conferencia General de Política Universitaria, fue aumentar el acceso de nuevos estudiantes hasta alcanzar la cifra de 7.000 estudiantes de Medicina.
Desde que se autorizó –se recuerda –la creación de nuevas facultades en 2008 hasta la actualidad, se ha pasado de 27 a 41 universidades españolas que cuentan con estudios de grado de Medicina, y la oferta de plazas de primer curso para el curso 2015 a 2016 ha sido de 6.817.
Por lo tanto, “cada año nos acercamos más al límite impuesto por el Ministerio, a la vez que hay varios proyectos de creación de nuevas facultades abiertos (incluyendo una privada en Mallorca), poniendo en peligro así una futura implantación de los estudios, públicos, en la UIB.” O sea, que según estos análisis no hay que dejar pasar el tiempo o Baleares puede perder una oportunidad. Además, la estimación del Govern es que poner en marcha esta facultad o supondrá un coste excesivo: El presupuesto para 2016 será de 600.000€, incluyendo personal, infraestructura y funcionamiento.
El coste anual a partir de 2017 será de 1.2 millones por curso. Las instalaciones ya existen en el Hospital Universitario Son Espases desde hace más de tres años y se encuentran cerradas y sin uso.
La inversión en la creación de estos estudios repercute de forma directa en el estímulo de la economía balear. (puestos de trabajo, estimulación del sector biotecnológico, impulso de la investigación y la innovación, etc.) de modo que no se puede hablar de coste sino de inversión.
La investigación sanitaria se verá impulsada gracias a la intensificación de las relaciones del personal médico asistencial con el ambiente académico y de investigación de la UIB. Se favorecerá la integración de investigación básica y clínica, algo que se considera esencial.
Ello se logrará con la integración de personal sanitario dentro de la comunidad universitaria y se potenciará un impulso de la traslación de los resultados de la investigación a la práctica clínica y su impacto en la mejora de la calidad asistencial y de la economía del conocimiento.
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Estaba buscando esa informacion hace edad, te lo agradezco, estoy de acuerdo con tu punto de vista y heno igual.
Despues de buscar mucho por Internet encontre lo que buscaba.
Genial!!! muchas gracias