P.- Por su trayectoria profesional vemos que ha pasado de la cirugía oncológica a la cirugía estética… ¿A qué se debe esta evolución?
R.- Realmente no ha habido tal cambio … más bien ha sido una incorporación progresiva de los procedimientos de cirugía estética a la cirugía ginecológica que realizamos habitualmente.
P.- Sorprende un poco la asociación del término estética con el de ginecología ¿Qué es la Ginecología estética?
R.- La ginecología estética, también llamada ginecoestética, es una nueva subespecialidad de la ginecología que engloba un conjunto de técnicas y procedimientos orientados a mejorar la apariencia y la funcionalidad de los genitales externos, la vulva y la vagina.
P.- ¿Cómo surge este deseo, en las mujeres, de mejorar la apariencia de los genitales externos?
R.- En la sociedad actual, las mujeres son cada vez más conscientes de su propio cuerpo. Y eso también afecta al área genital tanto desde el punto de vista estético donde influyen factores como la depilación o la ropa ajustada, como desde el punto de vista funcional en relación al discomfort en la práctica de deportes como el running o montar en biclicleta, así como el deseo de mejorar la satisfacción en las relaciones sexuales.
P.- ¿Y en qué consisten estas técnicas?
R.- Básicamente disponemos de 3 tipos de procedimientos: los procedimientos de tipo quirúrgico, los procedimientos de tipo cosmético y los tratamientos láser. Hemos de tener en cuenta que, dependiendo del caso concreto, en muchas pacientes va a ser necesario combinar varias de estas técnicas.
P.- Vamos a ver con un poco más de detalle estas técnicas.. ¿en qué consisten los procedimientos de tipo quirúrgico?
R.- La cirugía sobre el área de los genitales externos incluyen una serie de maniobras de resección, corte y sutura que tienen el objetivo de restituir la apariencia y funcionalidad de la vulva y de la vagina. Es lo que se denomina el “rejuvenecimiento genital quirúrgico”. La cirugía más frecuentemente demandada es la resección de labios menores, la llamada “labioplastia” o también “ninfoplastia”, y la reducción del introito vaginal, la entrada de la vagina, la llamada “vaginoplastia”.
P.- ¿Cúal es el perfil de las pacientes que se someten a este tipo de operaciones?
R.- Básicamente hay 3 perfiles bien definidos: el primero son las chicas jóvenes que presentan un crecimiento excesivo o asimétrico de los labios menores. Además del complejo estético que les puede ocasionar, pueden presentar discomfort con los pantalones muy ajustados, con el bañador o al practicar deporte. El segundo perfil corresponde a mujeres entre 25 y 45 años en las que los partos naturales les han dejado molestas secuelas tales como episiotomías dolorosas y/o dilatación del introito vaginal que les condiciona la calidad de su relaciones sexuales. Y el tercer grupo corresponde a las mujeres de más de 50 años que presentan signos propios del envejecimiento del área genital en forma de sequedad vaginal, prolapso de las paredes vaginales con cistocele o rectocele y/o pérdidas de orina, incontinencia urinaria.
P.- ¿Qué riesgos o complicaciones presentan estas operaciones?
R.- Este tipo de intervenciones tiene una duración media de unos 90 minutos y presenta los riesgos propios de una intervención de cirugía estética tales como el sangrado y la infección. Por estos motivos es muy recomendable disponer de un bisturí láser para, precisamente, minimizar estos riesgos. Estas intervenciones se realizan bajo anestesia general en lo que denominamos régimen de cirugía mayor ambulatoria. Es decir que la paciente no ingresa y es dada de alta a las 2 horas de la intervención.
P.- ¿Cómo es el postoperatorio? ¿Es muy doloroso?
R.- El postoperatorio suele ser muy poco doloroso ya que, durante la operación, asociamos un bloqueo anestésico local de la zona que dura unas 24 horas. Se le prescribe a la paciente una crema local y unos antiinflamatorios orales durante la primera semana y se puede reincorporar a su vida normal a los 7 días de la intervención. Se le aconsejará no mantener relaciones sexuales hasta pasadas 4 semanas cuando comprobemos que ha finalizado la cicatrización de las heridas.
P.- ¿Qué resultados se obtienen con este tipo de intervenciones?
R.- En cirugía estética los resultados siempre van a estar en relación con las expectativas de la paciente. Por eso es fundamental, en la consulta, entender las expectativas de la paciente y ser totalmente realista en cuanto a los resultados que pueden esperarse tras la intervención. Por esta razón en la exploración ginecológica, en consulta, usamos espejos para poder analizar directamente, junto con la paciente, los aspectos de sus genitales externos y realizamos fotos para discutir con ella los resultados que pueden obtenerse. Solo entonces es cuando damos el apto para la intervención. El éxito de este tipo de intervenciones radica, básicamente, en poder ajustar la expectativas de la paciente a los resultados reales que se pueden obtener con la cirugía.
P.- Ha comentado antes que también se usan procedimientos cosméticos ¿de qué tipo son éstos?
R.- En ginecoestética hemos incorporado los procedimientos cosméticos utilizados en medicina estética para mejorar la calidad y aspecto de la piel y de las mucosas. Estos son básicamente las inyecciones de PRP que es el suero rico en plaquetas que se obtiene de la sangre de la propia paciente mediante extracción venosa. La sangre se centrifuga y se obtiene un sobrenadante rico en plaquetas que es el que se inyecta en la piel de la vulva y en las paredes vaginales… que es exactamente lo mismo que se hace para el rejuvenecimiento facial. Este es un procedimiento totalmente ambulatorio que se realiza en la propia consulta. Disponemos, además, de las inyecciones cutáneas de ácido hialurónico para aumentar el volumen del monte de Venus y de los labios mayores. El ácido hialurónico es un material inerte también muy utilizado para los rellenos de las arrugas faciales. Actualmente disponemos de preparados hialurónicos específicos para el área genital.