Coincidiendo con la salida a la calle de este nuevo número de Salut i Força, el 19 de octubre, se celebra el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama, un acontecimiento instaurado por la Organización Mundial de la Salud con el objetivo de aumentar la atención y el apoyo prestado a la sensibilización, la detección precoz, el tratamiento y los cuidados dirigidos a las mujeres que padecen esta enfermedad.
Según datos de 2012, recogidos y divulgados por la OMS, el cáncer de mama afecta anualmente a 1,7 millones de mujeres en todo el mundo, y representa el 11,9% de los diagnósticos de cáncer que se llevan a cabo a lo largo del año. Por otra parte, 458 mil personas mueren anualmente a causa de esta dolencia oncológica, la que más incidencia tiene entre la población femenina.
La buena noticia es que, contrariamente a otros tipos de cáncer, el de mama presenta unas expectativas de curación singularmente elevadas, que pueden incluso rozar el 90% de posibilidades cuando se producen las circunstancias oportunas. ¿Y cuáles son esas circunstancias? Básicamente, la detección precoz.
En efecto, cuando el cáncer de mama es detectado a tiempo, la intervención de la medicina resulta habitualmente efectiva para impedir un desenlace dramático. Desde este punto de vista, la promoción de todas las herramientas y recursos que existen en la actualidad para hacer factible esta detección precozconstituye un objetivo ineludible que no solo debe tenerse presente el 19 de octubre, sino todos los días del año.
Elementos básicos de esta tarea preventiva son las pruebas mamográficas gratuitas que la sanidad pública pone a disposición de las mujeres a partir de una determinada edad, y también, ya independientemente de la edad, en función de ciertos factores que, como se ha demostrado de manera clara, aumentan las posibilidades de padecer esta enfermedad.
De entre todos estos factores, cabe tener especialmente en cuenta los antecedentes familiares, y, en esta misma línea, resulta imprescindible que todas las mujeres que reúnen esta característica avancen la cita con el especialista para despejar cualquier duda a través de la correspondiente mamografía. Ni siquiera debería ser necesario esperar a que se manifiesten signos concretos que puedan hacer sospechar del desarrollo de un cáncer de mama. Dada la incidencia de la enfermedad, y su íntima relación con determinadas circunstancias personales, nunca está de más asegurar que no existe ningún atisbo de presencia, aunque sea en fase incipiente de una dolencia cancerígena en los tejidos mamarios.
Durante años, la lucha contra el cáncer de mama, y los esfuerzos realizados para su prevención, han dado sus frutos. Sin embargo, el camino que queda pendiente todavía es largo. Aun hoy muchas mujeres mueren y sufren a consecuencia de esta patología, y a todas ellas, en esta celebración anual del Día Internacional del 19 de octubre, hay que transmitirles un mensaje nítido de apoyo, de comprensión y de solidaridad.