La consideración de tratamiento ha quedado enmascarada por la sensación de limpieza y el marketing. Además frente a este procedimiento se acumulan gran cantidad de tópicos y mitos : Sólo llamaba para una limpieza bucal. No quiero limpieza porque me raya el esmalte.
Mi seguro me cubre una limpieza al año. Me han dicho que debo hacerme una limpieza cada seis meses. Después de la limpieza me ha quedado la boca llena de agujeros. Tengo mucha sensibilidad, etc.
En realidad la limpieza bucal forma parte de la secuencia del tratamiento periodontal básico, que comienza con las instrucciones de higiene oral que recibe el paciente y que es imprescindible que siga.
Consiste en el raspado, pulido y alisado, efectuado sobre la superficie coronaria y radicular del diente para eliminar el acúmulo de placa crónico y sarro tanto por encima como por debajo de la encía.
Puede efectuarse de manera manual mediante unas curetas periodontales cuya parte activa está diseñada para que se adapte a la superficie dentaria. Su forma varía en función del sector de la dentición que vaya a tratarse. En general, cuanto más atrás , mayor curvatura tiene la cureta.
La cureta se introduce por debajo de la encía adaptando su parte activa, cortante, a la superficie radicular y entonces con contínuos movimientos de tracción se va eliminando la placa y sarro acumulado.
Esta zona subgingival es la más difícil de limpiar para el paciente y al mismo tiempo, la más propensa a dar problemas por su difícil acceso y el tipo de bacterias que anidan en ella, las anaerobias.
A continuación, se realiza el pulido con movimientos más largos y el alisado de la superficie, lo cual dificulta la adhesión de la nueva placa bacteriana a la vez que ofrece un tacto más agradable al paciente.
Esta misma operación puede también efectuarse con aparatos de ultrasonidos o subsónicos que consiguen, mediante la vibración de una punta activa y la refrigeración con agua , la eliminación de la placa y sarro. Sin embargo esta técnica es algo menos sensible que la manual aunque más rápida. El conseguir limpiar bien la zona subgingival, fuera del alcance visual, exige gran destreza técnica y en ningún caso se trata de un tratamiento superfluo.
El proceso se acaba con un pulido con copas de goma y pastas de acabado de diferente grado de abrasión. También se utilizan aparatos de chorro de micropartículas de bicarbonato a presión para eliminar manchas superficiales de tinción en los dientes.
Es muy importante recordar, sin embargo, que la limpieza bucal profesional no sustituye en ningún caso el cepillado y el uso de hilo dental que debe de efectuar el paciente habitualmente y que su frecuencia vendrá determinada por la patología a tratar en cada caso.