La Abogacía de la CAIB está redactando el texto legal / La consellera de Salud, Patricia Gómez, y colectivos profesionales y sindicatos afirman que el Real Decreto es “de aplicación inviable”
La Abogacía de la CAIB estudia solicitar la suspensión del Real Decreto de prescripción enfermera ante el Tribunal Supremo.
La consellera de Salud, Patricia Gómez, y diferentes colectivos profesionales y sindicatos afirman que el Real Decreto es “de aplicación inviable”.
La suspensión sería una medida cautelarísima hasta que se resuelva definitivamente el recurso contencioso-administrativo que se estudia ante el Tribunal Supremo.
Así lo ha explicado recientemente la consellera de Salud, Patricia Gómez, que se ha reunido con responsables de los servicios jurídicos de la Conselleria, jefes del Servicio de Salud y representantes de sindicatos y organizaciones profesionales para abordar los efectos de esta norma, que aprobó el Gobierno central y que entró en vigor el 24 de diciembre.
La Conselleria de Salud siempre se ha mostrado en contra de este Real decreto porque anula la autonomía de los profesionales y resta agilidad en la atención a las personas.
Gómez ha explicado que en la reunión todas las partes han coincidido en que el Real Decreto “es de aplicación inviable”, en la misma línea que las profesionales y su colegio.
Gómez manifestó tras el encuentro: “El Ministerio y el Gobierno del PP han actuado de manera irresponsable sin dar salida a las necesidades asistenciales de la población. Hemos pedido por escrito al Ministerio la convocatoria urgente del Consejo interterritorial para tratar el tema y todavía no nos han dado ninguna respuesta”.
En concreto, el Real Decreto establece que los médicos, los odontólogos y los podólogos son los únicos profesionales con facultad para recetar.
Los enfermeros, a pesar de tener la misma formación en farmacología acreditada por el Ministerio de Educación que odontólogos y podólogos, no pueden administrar legalmente medicamento o producto sanitario.
Para ello ha de haberse dado previamente un prescriptor que diagnostique al paciente y determine el protocolo de práctica clínica que a seguir, aunque el enfermero tenga más formación y experiencia en el proceso asistencial y conozca mejor las guías de práctica clínica.