P.- Tradicionalmente los médicos internistas han desarrollado su labor profesional principalmente en los hospitales. Gran parte de la población desconoce cuál es su función…
R.- El internista está capacitado para obtener una correcta información del estado de salud global del paciente adulto. Lo que destaca nuestra labor es esta visión integral del paciente adulto. Identificamos los problemas médicos, solicitamos las exploraciones pertinentes y aplicamos el tratamiento. Y, en caso de que sea necesario, derivamos al paciente al especialista. Damos una atención integral, donde el paciente es el centro, independientemente de las enfermedades que pueda tener. Justamente en los pacientes complejos, con múltiples enfermedades, o polimedicados, es donde el médico internista juega un rol fundamental. Por ejemplo, si tenemos un paciente con una fractura de cadera que hay que operarle pero además tiene otras patologías previas, nosotros optimizamos su estado previo a la cirugía y actuamos para prevenir complicaciones.
P.- La importancia del médico internista…
R.- El médico internista es importante, es el director de orquestra que interactúa con el resto de las especialidades y lleva al paciente de una forma global, íntegra. Es la persona indicada para realizar los chequeos médicos tanto ambulatorios como hospitalarios. Especialistas de diversas ramas acuden a los internistas para que examinen casos de difícil diagnóstico.
P.-¿Cuál es el perfil de los pacientes?
R.- Podríamos decir que hay tres grandes grupos. Por una parte están los pacientes que están sanos y que vienen por una consulta espontánea, pidiendo un chequeo de salud, un examen físico, o diferentes exámenes complementarios. En estos casos el internista le guiará y ordenará los exámenes necesarios según edad y antecedentes, y posteriormente formulará un diagnóstico o dará recomendaciones para prevenir problemas de salud. El segundo grupo, son los pacientes hospitalizados, durante el tiempo que están ingresados, y a los cuales se realiza un seguimiento una vez hayan obtenido el alta. Y por último, están los pacientes complejos, sin un diagnóstico claro que han sido derivados por los especialistas. Sin olvidar los pacientes que presentan múltiples patologías, generalmente crónicas, que deben de estar controlados de por vida, y en donde el internista trabaja en estrecho contacto las diferentes especialidades.
P.-¿Y los pacientes de avanzada edad?
R.- Dentro de la medicina interna hay un subgrupo especial que ha aumentado mucho en los últimos años debido al incremento de la esperanza de vida. Se trata de pacientes adultos mayores, la población geriátrica, que por lo general padecen multitud de enfermedades crónicas. Esto conlleva: medicación crónica -la mayoría lleva más de 5 medicamentos-, más propensos a complicaciones o descompensaciones de sus enfermedades de base, infecciones, traumatismos, deterioro de la memoria, etc. En este sentido nuestra labor es realizar controles rutinarios, vigilar la medicación, evitar complicaciones e ingresos hospitalarios. Hablamos por lo general de pacientes que además presentan problemas de movilidad, dependientes.
P.-Ha hablado de los chequeos. ¿Es importante realizárselos?
R.- Muchas personas se hacen chequeos cuando les duele algo o no se encuentran bien. Sin embargo, los chequeos son muy importantes pues permiten detectar de forma precoz patologías que no presentan síntomas inmediatos como enfermedades cardiovasculares, diabetes o cáncer entre otras cosas. En definitiva, es importante hacer un chequeo, sobre todo, aquellas personas que tienen factores de riesgo.
P.-¿Además del chequeo que otros estudios se realizan?
R.- Para realizar unos exámenes u otros se tiene en cuenta, generalmente la edad del paciente. Al tratar multitud de enfermedades realizamos analíticas, radiografías, electrocardiogramas, ecografías, pruebas de esfuerzo, monitoreos de la tensión arterial, holter de ECG, densitometrías, dependiendo de la edad y la historia del paciente, sus factores de riesgo, etc. Tenemos en cuenta todos los estudios que nos puedan ayudar en el diagnóstico y posterior tratamiento de las diferentes patologías.
P.- Se tiende a confundir el internista con el médico de cabecera.
R.- No es lo mismo un médico internista que un médico de cabecera. Ambos tienen una actividad complementaria. En muchas ocasiones el médico de cabecera deriva pacientes a un internista, y los internistas necesitan y se apoyan mucho en el médico de cabecera, ya que es el primer contacto del paciente con el profesional de la salud y al que ve en general mucho más a menudo.
P.-¿Cuándo hay que ir a una consulta de un internista y cuándo a un médico especialista?
R.- En general, salvo que se trate de enfermedades muy específicas en seguimiento por algún especialista, siempre es mejor que se consulte al internista, máxime si son pacientes mayores, con muchas enfermedades, que llevan mucha medicación. Por supuesto si se trata de claros problemas de especialidades quirúrgicas, traumatológicas o ginecológicas, es preferible que se consulte directamente a estos especialistas.