Se trata de una enfermedad crónica progresiva, que afecta principalmente a la población mayor de 75 años, en la que se produce una obstrucción y un estrechamiento de la válvula aórtica que impide que ésta se abra adecuadamente dificultando el flujo sanguíneo.
Como consecuencia los pacientes pueden desarrollar: insuficiencia respiratoria, cansancio, angina de pecho…
La principal técnica para revertir el problema es el reemplazo valvular. El mayor inconveniente es que en algunos casos este tipo de intervenciones no son aptas para los pacientes de avanzada edad o que tienen un alto riesgo quirúrgico.
Por primera vez en la sanidad balear, la Unidad de Cirugía Cardíaca de Hospital Juaneda Miramar liderada por el doctor José Ignacio Sáez de Ibarra, ha implantado una prótesis sin sutura en la válvula aórtica. Un procedimiento similar a la prótesis convencional pero que no precisa múltiples puntos de sutura para ser fijada, se realiza una descalcificación controlada del anillo aórtico y se recomienda en pacientes con elevado riesgo quirúrgico.
Técnica
La válvula sin sutura es una prótesis que está montada sobre una pieza metálica (stent) formada por dos segmentos anulares y un doble sistema de carillas que los conecta. La intervención consiste en conectar al paciente a una máquina que reemplaza el corazón y los pulmones durante un tiempo, y apartar el corazón de la circulación para quitar la sangre y poder resecar la válvula e implantar esta prótesis de forma plegada. Esta, al abrirse, se expande y adhiere al anillo aórtico sin necesidad de coserla.
La prótesis sin sutura está indicada para cualquier paciente, pero especialmente a los mayores de 75 años y a pacientes de pequeña talla con problemas en la válvula aórtica.
El Dr. Sáez de Ibarra, Jefe de Servicio de Cirugía Cardíaca de Hospital Juaneda Miramar explica: «La válvula aórtica por diferentes circunstancias se enferma y se va calcificando y estrechando, lo que produce una obstrucción a la salida de sangre del ventrículo del corazón y eso lleva al deterioro de su función limitando progresivamente la capacidad funcional de los pacientes.
La única solución en en estas circunstancias es resecar y extraer la válvula e implantar en su sitio una prótesis artificial».
Ventajas
Una de las pr incipales ventajas que destaca el doctor Sáez de Ibarra es que se acortan los tiempos quirúrgicos: “el tiempo de uso de la máquina corazón-pulmón, lo que llamamos circulación estracorporia, es mucho menor. Se produce un menor daño de las células sanguíneas de los glóbulos rojos de los hematíes.
Esto provoca una disminución de la anemia postoperatoria y por consiguiente un menor número de trasfusiones de sangre necesarias en algunos pacientes, que por lo general, son de avanzada edad y tienen cierto grado de anemia a la base”.
Otra de las ventajas es que al no tener el anillo de sutura, está todo montado en una armadura con una estructura metálica, esto hace que el orificio de la válvula sea mucho más amplio. A consecuencia, se produce menos resistencia al paso de la sangre y el corazón se recupera más rápido y a la larga tiene un funcionamiento más óptimo.
A diferencia de las convencionales “la prótesis sin sutura se introduce con un soporte largo y, por lo tanto, no hay que introducir la mano en el corazón. Se puede hacer una cirugía con una apertura mucho más reducida y esto facilita el implante” afirma el Dr. Sáez de Ibarra.
Diagnóstico
Principalmente el paciente presenta cansancio y dolor torácico. Si el c a rdiólogo detecta un soplo en el corazón, se hará una valoración más específica con un ecocardiograma (ecografía del corazón) para comprobar si la válvula está obstruida.
En caso de un diagnóstico positivo y siempre que se considere una obstrucción severa al paciente se le indica- El doctor José Ignacio Sáez de Ibarra rá cirugía.