La medida tenía por objeto amortizar plazas que eran cubiertas en muy pequeña porción por facultativos jóvenes que además tenían menos retribuciones. No importaba que se discriminara de forma selectiva al colectivo médico ni por supuesto que de descapitalizara al sistema público de grandes profesionales. Las escasísimas prorrogas que se daban eran dadas con criterios de marcada discrecionalidad y con mucha opacidad. Por otra parte el método empleado para comunicar a los profesionales que llevaban más de 40 años ejerciendo en la sanidad pública, su despedida era manifiestamente mejorable. A través de un email deshumanizador muchas veces. Esto confirma mi hipótesis que la administración es como el Dios Cronos que devora a sus hijos, maltratándolos incluso cuando los excluye del sistema. Simebal recurrió a la justicia todas las jubilaciones forzosas de sus afiliados y la mayor parte de las sentencias fueron positivas para los intereses de los profesionales que concurrían. Pero sorpresa el TSJB de la comunidad de forma sorpresiva donde decía digo dijo diego y dicto una sentencia en la que daba a la razón a la administración. Una vez superado nuestro estupor catatónico pasamos a la acción y recurrimos al Tribunal Supremo que dictara sentencia en Mayo.
Hace unos pocos días el TSJB de Valencia ha dictado sentencia en contra de las jubilaciones forzosas y dándole la razón al sindicato médico valenciano. La Generalitat valenciana ha tenido que indemnizar hasta 30.000 euros a los médicos a los que obligó a jubilarse. Evidentemente, aunque no echemos las campanas al vuelo esto nos ha dado una gran alegría. Simebal exige al Ib Salut que conceda todas las prórrogas de jubilación que se soliciten. Mientras anima a todos los profesionales a los que les asea denegada a que acudan a nuestra asesoría jurídica para recurrirlas. La edad no debe de jubilar a un médico si está en condiciones físicas y psíquicas para seguir ejerciendo su profesión. Esto supone un gran agravio y es profundamente discriminatorio.
El mejor homenaje que se le podía haber dado al dr. Oriol Bonnin no ha sido su reconocimiento a través de la merecidísima Medalla de Oro de la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares que le ha sido recientemente concedida. La administración debería de haberle prorrogado su jubilación. No basta la vinculación emérita que por cierto está muy parcialmente retribuida con respecto a la nómina que cobraba. El IB Salut tiene buena predisposición a llegar a un acuerdo menos restrictivo que permita prorrogar la jubilación en casos específicos o en ciertas especialidades y por necesidades del servicio. Nos parece bien pero Simebal exige y exigirá que a todos los profesionales que pidan prorroga se les conceda. La postura de Simebal a nivel autonómico y a nivel central es que la jubilación debe de ser flexible y contemplar el tiempo “real” de trabajo, lo que implica tener en cuenta no solo la jornada ordinaria, sino todas las horas en que se presta el servicio. Hay que hablar de los factores correctores teniendo en cuenta las cargas del trabajo del colectivo médico que hace más horas de trabajo a lo largo de su vida profesional que el resto de los profesionales. En otras profesiones, las horas de más son extraordinarias, pero en la nuestra se trata de horas complementarias y además obligatorias, tenemos un exceso de 700 horas más por ser médicos.
A la hora de plasmarlo en la jubilación, tiene que haber algún tipo de compensación, porque se está dando más a una sociedad que nos lo está pidiendo Resumiendo: jubilación flexible entre los 60 y los 70 años, se deben de tener en cuenta los años reales de trabajo, sumando la jornada ordinaria y complementaria y hay que tener en cuenta los factores de corrección y aplicarlos. Y por supuesto es clave tener y realizar una buena planificación teniendo en cuenta los tiempos que se avecinan. Esa es nuestra postura.
Reflexiones lazarianas
Nos jubilamos o mejor dicho la secta gerencial nos jubila de nuestra actividad profesional pero no nos jubilamos de la vida, que tenemos que seguir construyéndola. Buenas noticias postjubilación: nunca más los depredadores burnout, estrés posvacacional ni el mobbing. Nos dejamos llevar por el miedo a las habladurías, por ese estúpido que dirán. El qué dirán de unos cuantos a los que nada debíamos, que nada nos dieron, y nada nos darán. Recuerden siempre: en derrota transitoria pero nunca en doma. Ah y no olvide que no es responsable de la cara que tiene pero si de la jeta que pone.