Aprender a hablar no siempre es fácil, por eso es tan importante estar alerta ante cualquier señal que nos indique que los más pequeños de la casa tienen problemas con la comunicación y/o con el lenguaje. Así lo explica María Muñoz, Logopeda del Hospital de Llevant.
¿Todos los niños empiezan a hablar al mismo tiempo?
No, no todos los niños empiezan a comunicarse a la misma edad, así que no debemos obsesionarnos con el momento en que nuestro bebé empiece a hablar. Sus primeras palabras suelen ser “mamá” y “papá” y después de estas vienen el resto. Esto no quiere decir que no haya un límite a partir del cual pueda haber algún problema, por lo que hay que estar pendientes, si no lo detectamos podemos estar dejando pasar una oportunidad muy valiosa de empezar a ayudarle cuanto antes.
¿A partir de qué edad hay que empezar a preocuparse?
Entre los 12 y los 24 meses los motivos de preocupación serían los siguientes: con 12 meses, no utiliza gestos, como señalar o despedirse con la mano; con 18 meses, prefiere comunicarse con gestos en lugar de con vocalizaciones; tiene dificultades para imitar sonidos o tiene dificultades para entender peticiones verbales simples.
Los padres y los cuidadores habituales deberían entender la mitad de lo que dice un niño de 2 años y aproximadamente tres cuartas partes de lo que dice uno de 3 años. Con 4 años, a un niño se le debería entender prácticamente todo, incluso cuando hable con personas que no lo conocen. Hay que añadir que en los trastornos de la articulación derivados del proceso de adquisición y desarrollo del lenguaje del niño si éstos no son superados a los 5-6 años es recomendable la estimulación preventiva por parte del Logopeda.
¿Cuáles son los síntomas que nos indican que los niños tienen un problema de comunicación o en el lenguaje?
Los niños con un trastorno del lenguaje receptivo tienen dificultad para entender el lenguaje: dificultad para entender lo que otras personas han dicho, problemas para seguir instrucciones que se les dicen, problemas para organizar sus pensamientos.
Los niños con un trastorno del lenguaje expresivo tienen problemas con el uso del lenguaje para expresar lo que están pensando o necesitan: tienen dificultad para juntar las palabras en oraciones o sus oraciones suelen ser simples o cortas y el orden de las palabras puede estar errado, tienen dificultad para encontrar las palabras correctas al hablar y con frecuencia usan muletillas como «um» , tienen un vocabulario que está por debajo del nivel de otros niños de la misma edad, usan ciertas frases una y otra vez, y repiten (eco) partes o todas las preguntas, emplean tiempos verbales (pasado, presente, futuro) inadecuadamente.
Debido a sus problemas del lenguaje, estos niños pueden tener dificultad en ambientes sociales. A veces, los trastornos del lenguaje pueden ser parte de la causa de problemas de conducta serios.
¿Cuándo hay que acudir al especialista?
Si hay problemas a nivel evolutivo, tanto a nivel de lenguaje como a nivel cognitivo, psicomotor; sus producciones son muy simples, apenas puede decir unas palabras. Cuando a los 4-5 años vemos que no pronuncia los sonidos de forma correcta o no adquiere el lenguaje oral, tanto a nivel expresivo como a nivel comprensivo.Si vemos que el niño/a comienza a repetir la primera silaba de las palabras, a tener bloqueos en el habla, si se altera la respiración cuando habla, y siempre que hay problemas a nivel de lectura, escritura, cálculo o comprensión lectora. Cuando presente hipoacusia o sordera; ante la pérdida de voz (afonía) o perdidas parciales (disfonía) y pacientes con tratamientos ortodóncicos así como deglución atípica.
¿Es suficiente el tratamiento que se recibe con el especialista o hay que trabajar en casa?
No, no es suficiente hay que trabajar en casa pero siempre siguiendo las recomendaciones del logopeda, ya que una vez que aprende en la clínica y cuando ese niño lo domina, se les pide a los padres que lo refuercen en casa para generalizar ese aprendizaje. Lo aconsejable es que los padres colaboren en la intervención y colaboren con el profesional para que el proceso sea más rápido y eficaz.