Juan Riera Roca / María Álvarez
Modernas tecnologías de geolocalización y de mapeo electrónico permitirán en pocos meses al 112 controlar la localización de las ambulancias del 061 (el servicio concertado) y las privadas que en un momento dado puedan ofrecerse en base a una supuesta proximidad para cubrir un servicio urgente.
La misma tecnología, en la que ya trabaja desde hace tiempo la dirección general de Emergencias e Interior, al cargo de Pere Perelló, permitirá que Emergencias y SFM definan conjuntamente los accesos a las vías del tren en caso de accidente.
Tecnología de GPS, geolocalización y mapeo electrónico, unida al sistema de comunicación TetraIB, permitirán en los próximos meses, según explica Perelló, ganar en minutos y con ello en eficacia a la hora de destinar un recurso de emergencia al lugar donde es requerido.
Con ello se ganará en eficiencia –una de las voluntades políticas de la actual administración –en un ámbito tan sensible como el destino de ambulancias, bomberos o policía a un siniestro, y se blindará la calidad de un servicio de alto prestigio, amenazada en los últimos tiempos por la competencia desleal.
A finales de los 90, cuando la creación del servicio público de ambulancias estaba en sus últimas fases, se dio una ‘guerra de las ambulancias’: unidades móviles sin contrato intentando llegar antes que las oficiales. 15 años después hay otra ‘guerra’ ha resucitado, un poco más sucia.
Las ambulancias del IbSalut pertenecen a empresas que ganan un concurso y ofrecen el servicio urgente o programado de acuerdo a la coordinación que se hace desde el 061 o el 112. Sin embargo, si una ambulancia sin contrato pasa más cerca se le adjudica el servicio.
Prima la inmediatez para la mejor atención al paciente, antes de que si la ambulancia es del 061 o privada pero casualmente estaba cerca… Por el servicio extra se pagará una sustanciosa minuta, además de abrirse la posibilidad de llevar al paciente a una clínica privada, que también cobrará.
El problema era hace 15 o 20 años cuando algunas ambulancias privadas hacían carreras con las públicas para llegar antes, tras haber estado patrullando por las calles, escaneando la radio del 061 para ‘estar más cerca’ del accidente, especialmente de tráfico, los más rentables.
Guerra de las ambulancias
Hoy la ‘guerra de las ambulancias’ funciona de otra manera. Desde el 112 se ha detectado que se filtra o roba información sobre las alarmas, sobre todo desde el momento que durante unos meses se ha detectado que cierta empresa de ambulancias llegaba siempre la primera.
La Dirección General de Pere Perelló se ha puesto manos a la obra para evitar estas actuaciones y, sobre todo, para optimizar el servicio al paciente. Hace dos semanas se mantuvo una reunión con las empresas de ambulancias, en las que se les explicó las novedades.
“Queremos ir juntos con el IBSalut –decía Pere Perelló a Salut i Força –de modo que el paciente reciba el mejor servicio, y no solo comprobando que enviamos la unidad más cercana, sino también la más idónea. Tenemos para ello la tecnología disponible lista y es fácil de aplicar y hasta barata”.
Desde los servicios de coordinación de emergencias se trabaja además en la optimización de los tiempos de contacto del que avisa con el operador que tiene que dar respuesta: “Ya que en ocasiones el 112, el 061 y luego el médico regulador reiteran preguntas al que está llamando”.
Se quieren mejorar la valoración del posicionamiento del recursos o superposiciones a medida que se pasan eslabones: “En el 112 se le hace cuatro preguntas, en el 061 otras cuatro y luego el médico regulador otras ocho, de modo que el recurso tarda 30 minutos en llagar…”, señala Perelló.
El uso generalizado de la geolocalización permitirá evitar que haya ambulancias del servicio público concentradas por error en ciertas zonas mientras otras de empresas privadas rondando para estar más cerca o más disponibles cuando se produce un ‘lucrativo’ accidente de tráfico.