Este equilibrio empezaría por una buena salud intestinal, básica para recuperar un buen estado general y tener un sistema inmunológico en perfectas condiciones y con unas buenas defensas. Recordemos que más del 70% de nuestro sistema inmunológico se encuentra en nuestros intestinos. Las bacterias presentes en el intestino también condicionan la absorción de nutrientes, de ahí la importancia de conservar una microbiota o flora intestinal óptima, lo cual es todo un reto debido a la forma en que nos alimentamos actualmente, predominada por alimentos procesados, refinados y a los altos niveles de stress a los que sometemos a nuestro cuerpo.
Cambiar nuestro estilo de vida mejorando nuestra alimentación con buenos hábitos como beber la cantidad de agua adecuada, ingerir verduras y frutas de temporada, legumbres, consumir productos fermentados (kefir, chucrut) y acompañarlo con los suplementos adecuados pueden ayudarnos a mejorar nuestra microbiota. Suplementos específicos como prebióticos y probióticos nos ayudan a recuperar una diversidad de flora intestinal, clave para luchar contra determinadas enfermedades tal y como recientes estudios han demostrado.
Lo más importante es no olvidar que cada persona es individual y con sus propias circunstancias específicas, de ahí la importancia de consultar con un especialista ya que lo que le puede ir bien a la salud de una persona no tiene por qué ser bueno para otra.
Pero también debemos saber que una buena salud intestinal no repercute tan solo en nuestras defensas o en la absorción de nutrientes sino también en nuestra salud nerviosa y emocional. Por ello a nuestro sistema digestivo se le denomina también “el segundo cerebro”, ya que está compuesto por capas de neuronas ubicadas en las paredes del tubo intestinal con más de 100 millones de neuronas (comparable al tamaño del cerebro de un gato).
Nuestro sistema digestivo produce el 95% de serotonina y el 50% de dopamina del cuerpo, ambos neurotransmisores relacionados directamente con el estado de ánimo.
De aquí se deriva que cuanto mejor funcione el sistema digestivo mejor será nuestro estado emocional y la calidad de nuestro descanso. Estudios recientes demuestran que muchos estados de irritación, emociones descontroladas, ansiedad, depresión, hiperactividad y otras anomalías de la conducta están más relacionadas con la salud intestinal que con desequilibrios en los neurotransmisores cerebrales.
Por todo esto, y bajo la supervisión de un especialista, es muy recomendable centrarnos en solucionar problemas relacionados con la permeabilidad de intestinos, mejoras del tránsito, limpieza de posibles parásitos y, en general, desequilibrios en la microbiota. Todo ello nos ayudara a fortalecer nuestro sistema inmunitario, a asimilar mejor los nutrientes y sentirnos emocionalmente más estables y alegres.
Pilar Aguiló es farmacéutica y dirige Nutrición Activa, un nuevo espacio de suplementación nutricional y alimentación saludable ubicado en la Calle Velázquez nº7 de Palma. Nace con la idea de crear un espacio con estructura de farmacia en el que se puedan encontrar las principales marcas de suplementación ortomolecular, nutricional y alimentación saludable.