Horacio Bernal /
El director gerente del Área de Salud de Ibiza y Formentera, José Balanzat; la directora de Mapfre en Ibiza, Nua Tena; el subdirector de Acción Social de la Fundación Mapfre, Antonio García, y la presidenta de la Asociación Asperger Ibiza y Formentera (AIF), Amparo Álvarez, han firmado hoy en el Hospital Can Misses un convenio cuyo objetivo es la inserción laboral de jóvenes con síndrome de Asperger en el Área de Salud de Ibiza y Formentera bajo el programa “Junts ho podem fer – Juntos somos capaces”, que promueve la Fundación Mapfre desde 2010. Gracias a este acuerdo, jóvenes miembros de AIF harán prácticas en el Hospital que les permitirán adquirir habilidades y experiencia en los trabajos propios de las distintas dependencias del centro sanitario.
Aunque el convenio tiene una duración de un año, es prorrogable, ya que —en palabras del gerente del Área de Salud— “nos adaptaremos a las necesidades de AIF y acogeremos en prácticas a todos los jóvenes que esta requiera”. También ha destacado “el orgullo que supone como gerente firmar este convenio por la enorme labor que AIF lleva a cabo con las personas con síndrome de Asperger, con la que cubre una labor asistencial importante”.
El primer joven que participará en este programa de inserción laboral se incorporará al Área de Salud de Ibiza y Formentera el 3 de octubre y recibirá formación durante tres meses, con opción a prorrogarlos hasta completar 400 horas de prácticas. El Área de Salud le asignará un tutor con el objetivo de que su integración sea rápida.
Hasta el momento, el programa “Junts ho podem fer – Juntos somos capaces”, iniciativa en la que actualmente participan 76 empresas de las Islas Baleares, ha hecho posible que 73 personas con algún tipo de discapacidad reciban formación y que 71 hayan tenido una oportunidad laboral.
AIF lleva a cabo diferentes programas formativos, psicológicos y culturales con el objetivo de lograr la integración social y laboral de las personas con síndrome de Asperger. Para Amparo Álvarez, presidenta de AIF, “es un acto tremendamente importante porque para los jóvenes con síndrome de Asperger supone el último escalón de una larga escalera que deben ascender: la inserción laboral y su futuro”.