Juan Riera Roca / Joan Calafat /
P.- Acaba de cerrarse la primera semana de este primer curso del esperado Grado de Medicina de la Universitat de les Illes Balears (UIB). ¿Cómo han ido las cosas, se ha cerrado por fin la matrícula, se han incorporado todos los alumnos hasta cubrir las 60 plazas?
R.- Ha sido un inicio con normalidad. Respecto a la incorporación de los alumnos, es un tema complicado. El jueves 15 se cerró el plazo para reservar plaza y había 55 alumnos, de modo que ese día se adjudicaron las plazas restantes hasta las 60 de este curso.
P.- ¿Y los profesores, se han incorporado ya los 30 previstos en la plantilla inicial… explíquenos por favor por qué «parecen» tantos profesores para solo un curso de 60 alumnos, es por las disposiciones del Modelo Bolonia?
R.- Quienes estos días han hecho críticas es porque no han entendido que este número de profesores es lo habitual en las universidades. Pasa algo parecido en las facultades de Psicología (27 profesores por 100 alumnos en primero), Fisioterapia (donde son 69 alumnos y tienen 30 profesores en el primer curso) o Enfermería (también más de 30 profesores en primero) en la UIB. Hay para empezar un problema de disponibilidad para la dedicación horaria: puedes cubrir las horas con muchos profesores o con solo 10 que se dediquen todo el día. Además, en el caso de los estudios de Medicina, el Modelo Bolonia, especialmente en asignaturas como Anatomía obliga a hacer grupos pequeños, de 10 en 10, por lo que se dispara el número de profesores necesarios en estas asignaturas.
P.- Se inicia ahora un proceso más a largo plazo para la formación de la plantilla definitiva: catedráticos, profesores adjuntos, asociados… ¿Cómo será este proceso y en qué plazos se estima que se va a llevar a cabo?
R.- Se inicia cuando se comienzan a redactarse los presupuestos de estos estudios, haciendo una aproximación para los seis años, calculando que al final tendrá que haber 105 profesores, de los cuales 9 o 10 serán catedráticos, unos 20 profesores titulares, profesores ayudantes y profesores asociados, hasta llegar a esos 105. El proceso para escogerlos será el de convocar un concurso público. Los dos primeros cursos del grado afortunadamente son de cariz más básico, Biología, gestión, materias que ya tenía la Universitat, por lo que hemos podido aprovechar profesores nuestros y no ha sido necesario sacar las plazas a concurso. Habría sido un drama tener que contratar profesores nuevos en esta fase. Queríamos contratar un profesor titular de Anatomía y no hemos podido. Afortunadamente contamos con grandes catedráticos y profesores titulares de la UIB que se han brindado a dar las clases y que están ilusionados con ello.
P.- No olvidamos que los alumnos de este primer curso ya disfrutan de la presencia de profesores de talla mundial, como los doctores Andreu Palou o Rosamaría Alberdi que ya forman parte del equipo docente… Háblenos de este primer equipo de profesores.
R.- Así es, estos dos profesores que son muy conocidos y otros magníficos en materias como Biología Celular, Biología Molecular, o en otras asignaturas básicas. Son grandes profesores que ya estaban en la UIB y que se ofrecieron en seguida a dar clases en la nueva Facultad de Medicina. Había y hay mucha ilusión a este respecto en la UIB, en contra de lo que se ha llegado a transmitir sobre cierta reticencia de los profesores. Cuando se abrió la posibilidad de que cinco de los departamentos ya existentes dieran clases en Medicina la lista de los que se ofrecieron fue muy larga y fueron seleccionados por su categoría.
P.- Volvamos si le parece a ese ya histórico lunes 12 de septiembre, primer día de clase. Tras una primera sesión de Anatomía –creo que fue esa la primera clase -usted y el Dr Roca, jefe de Estudios, ofrecieron una sesión de acogida a los alumnos. ¿Cuáles fueron las principales dudas, preguntas e inquietudes de esos alumnos?
R.-Se preocuparon por casi todo, aunque especialmente por asuntos como la normativa que ha sacado la UIB prohibiendo el uso de ordenadores en las aulas, y les dijimos que no se preocuparan, que se pueden tener si el profesor no lo deniega; también hubo alumnos de fuera que se preocuparon por el idioma y a los que tranquilicé; otros preguntaron por el parking… en esa primera sesión se preocuparon por temas prácticos.
P.- Y decimos «alumnos» pero tal vez deberíamos decir «alumnas», ¿ cuál es la tipología de esta primera promoción del Grado de Medicina de la UIB, y no solo nos referimos al género…?
R.- Durante los días previos, cuando los matriculados venían a vernos al jefe de estudios o a mí, me di cuenta de que todas las que vinieron a las tutorías de matrícula fueron mujeres. Una tipología curiosa: Chicas que llevaban dos años encerradas estudiando para lograr el sueño de estudiar Medicina. Muy nerviosas, se presentaban a la media hora de saber que habían sido admitidas. La salud está muy feminizada. En Fisioterapia, en Enfermería, también son muchas las mujeres profesionales, igual que en Medicina, aunque esta ratio de mujeres en la Facultad de Medicina de la UIB es especialmente alta, más de un 90%, frente al 70% de otras universidades.
P.- Se ha hablado mucho del proceso de redacción, actualización y aprobación por la ANECA del Plan de Estudios del Grado de Medicina de la UIB. ¿Cuáles son las principales características de este Plan? Tengo entendido que fue elogiado por asociaciones de estudiantes que normalmente son muy críticas…
R.- La ventaja de haber tenido que redactar un plan de estudios desde el principio es que no había nadie que haya querido imponer un mayor peso de su especialidad. El doctor Antoni Gelabert dirigió el equipo que redactó el Plan de Estudios, un grupo de personas sin ningún interés en este plan, lo cual posibilitó que materias como la Atención Primaria, que siempre habían reclamado más presencia, no sufrieron la presión de otras, preocupadas por perder prestigio, profesorado, etcétera. Nuestro Plan de Estudios es el que tiene mayor presencia de Atención Primaria de todas las universidades de España. Y hay que tener en cuenta que el 40% de los médicos que saldrán de la Universidad serán luego especialistas en Atención Primaria, por lo que era importante hacer énfasis en ello.
P.- ¿En qué momento de la carrera se pasa a tratar con pacientes vivos, aunque sea solo como oyentes de las explicaciones del profesor, es cierto que a partir de determinados cursos se pasa más tiempo de pie y en bata en el hospital que sentados en las aulas?
R.- Sí, esto sucede a partir del tercer curso. Y es que los médicos que están dando clases en nuestra Facultad insisten mucho en decir que ellos trabajan con vivos, no con muertos, dicen “somos médicos de vivos, no de muertos”. Esta presencia constante en el hospital comienza a partir de tercero, con las asignaturas médicas y clínicas y la enseñanza es básicamente práctica, de procedimientos quirúrgicos y terapéuticos, hasta sexto que ya es el curso llamado ‘rotatorio’, en el que hay que estar en quirófanos, consultas, en la calle…
P.- Se ha dicho que los estudios de Medicina son los más caros, no solo para la Administración Autonómica que los financia sino para los alumnos que los estudian. ¿Es así, son unos estudios caros para las familias, se penaliza mucho la repetición de asignaturas, hay becas o ayudas a las que acogerse?
R.- Los precios de las carreras los fija la Comunitat Autònoma. Medicina cuesta aquí 1.400 euros, en Andalucía sin embargo la matrícula cuesta 700 euros, en Cataluña 2.500… cada CCAA pone el precio por crédito. Las carreras sanitarias tienen el “grado de experimentalidad” más alto, el 5 y eso encarece el crédito. En cualquier caso hay que tener en cuenta que en las privadas Medicina cuesta 15.000 o 20.000 euros por curso. Las becas existentes las da el Ministerio.
P.- Háblenos de los equipos y laboratorios con los que cuenta la Facultad de Medicina. ¿Son propios o utilizarán gran parte del aparataje y tecnología del hospital, con qué equipos se cuenta ya en la recién nacida Facultad de Medicina de la UIB y con cuáles se espera contar en un futuro cercano o no tan cercano?
R.- Los laboratorios biomédicos o bioclínicos son propios de la Facultad y toda la sala de disección, anatomía y ciencias morfológicas también es propia. Luego, en materias como la que ya tienen este año de Física Médica, harán las prácticas en el Servicio de Medicina Nuclear del hospital, al igual que los láseres y los aparatos de radiología, aunque aún en primero, naturalmente, solo manejarán los aparatos, no verán pacientes.
P.- La gran baza para activar la Facultad de Medicina en la UIB era impulsar la investigación biomédica con el impulso del IdISPa y el IUNICS. ¿Qué pasos ha de dar a partir de ahora ese proceso y qué beneficios aportará a corto, medio y largo plazo esta promoción de investigación a través de la Facultad de Medicina?
R.- El IdISPa y el IUNICS han sido las instituciones que más apoyo han dado y lo hicieron porque no hay Grado de Medicina sin investigación. El doctor Miquel Fiol, director del IdISPa vino el día de la presentación e impartió una charla que emocionó a los alumnos. Le dijo: “la Medicina es divertida, interesante, y os tenéis que hacer preguntas ya desde primer curso y eso es la investigación”, poniendo a su disposición todo el aparataje científico. Lo que habrá que hacer ahora es que todos los profesores se integren en estos institutos y hagan investigación, y fusionar el IdISPa y el IUNICS, algo que han de hacer los miembros de esos institutos. Supongo que a corto o medio plazo se podrán acreditar y acceder a todos los fondos estatales que son, precisamente, para institutos acreditados.
P.- La Facultad de Medicina, que pertenece en todo y para todo a la UIB, está sin embargo un poco lejos del Campus de la carretera de Valldemossa, pero no por ello se ha puesto en marcha sin respetar e intensificar los vínculos con la «casa madre», ¿cómo se van a seguir potenciando esos vínculos?
R.- Ya les dije el primer día a los alumnos que era un poco peligroso quedarse aislados en el hospital, donde no hay una gran vida universitaria. Les he animado a que suban al Campus, que está 3 minutos, que vivan las fiestas, las instalaciones deportivas, y la vida universitaria en general. Hay que aprovechar lo cerca que estamos, incluso en bicicleta o a pie…
P.- Hablamos de la implicación de la Facultad de Medicina con Son Espases, pero no hay que olvidar que también el resto de hospitales de las Islas se han implicado en estos estudios a través de sus profesionales. ¿No es así, Dra Gili?
R.- Sí, ello se han implicado y nosotros hemos querido que se implicaran, y en la Conselleria han tenido muy claro que éste no era un proyecto solo de Son Espases, sino de Son Llàtzer, de los hospitales de Inca, de Manacor y de Atención Primaria. Pasa como con Enfermería, que tiene a sus estudiantes repartidos por todos los centros de salud.
P.- El conseller de Educación y Universidad, Martí March, ha lanzado el reto a la UIB de liderar en el futuro la formación permanente de los profesionales sanitarios y de generar incluso «turismo científico» a base de una buena política de desarrollo de oferta postgrado y de congresos. ¿Recoge el equipo que usted dirige ese desafío?
R.- Sin duda. Y no solo en Medicina, ha de ser en todo. Estamos en un enclave privilegiado. Cuando se supo que se ponía en marcha la Facultad comencé a recibir correos de personas muy importantes de la Medicina brindándose a venir a dar clases. Mallorca estira y si cavamos haciendo un proyecto con cara y ojos, la gente vendrá.