Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universitat Autònoma de Barcelona, el actual director general del Servei de Salut de les Illes Balears, el doctor Juli Fuster Culebras, cuenta también con un màster de Economía en Salud y Gestión Sanitaria y, desde 2010, con la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria. No es esta la primera vez que se sitúa al frente del Ib Salut, responsabilidad que ya ejerció entre los años 2001 y 2003. Posteriormente, desde 2007 a 2011, en el anterior Govern de Progrés, realizó funciones de director general de Planificació i Finançament.
P.- Hemos dejado atrás el verano, un período siempre complicado desde el punto de vista de la asistencia sanitaria. ¿Han empeorado las listas de espera?
R.- Todo lo contrario. Los números, que tuvimos ocasión de presentar ante los medios de comunicación hace apenas unos días, indican una evolución positiva de la que nos sentimos muy orgullosos y de la que los máximos artífices son, por supuesto, los profesionales. Con su entrega y su compromiso firme con la sanidad pública de estas islas han hecho posible que, a pesar de las dificultades existentes, las listas de espera presenten registros favorables. Como usted decía, el verano es una época en la que la demora asistencial suele empeorar, pero este año no ha sido así. No estamos hablando de una mejora sustancial respecto al período precedente, pero sí de una mejora, y eso siempre es motivo de satisfacción.
P.- ¿El gran problema que deparan los meses estivales son las sustituciones?
R.- Básicamente en Atención Primaria, sí. A la dificultad para reemplazar a los profesionales que disfrutan de sus vacaciones, este año se ha añadido un gran número de bajas laborales, ya que hemos registrado más de 150 bajas en médicos de Atención Primaria, y en algunos casos de larga duración. Ciertamente, es complicado encontrar tantos sustitutos, pero no porque la actual Administración no haya estado dispuesta a destinar recursos a estas contrataciones.
P.- Entonces, ¿de dónde procede la dificultad?
R.- Tenga en cuenta que el presupuesto en Atención Primaria ha aumentado un 13% en 2016 y se han incorporado 85 nuevos trabajadores al primer nivel asistencial. ¿Cuál es el problema, entonces? Pues que incluso así no siempre es posible realizar contrataciones y, en consecuencia, resulta difícil cubrir todas las sustituciones que se producen, una circunstancia que no solo ocurre en Balears, sino en la Atención Primaria de toda España. Desde estas líneas, quiero agradecer al personal su implicación para minimizar tanto como ha sido factible este déficit en recursos humanos.
P.- De hecho, los sindicatos han venido denunciando graves problemas de saturación en Atención Primaria…
R.- Entiendo y acepto perfectamente la labor de las entidades sindicales, y desde este punto de vista comprendo que la función que asumen es la de señalar aquellas situaciones en que la atención sanitaria presente carencias, sobre todo en lo que respecta a las condiciones de trabajo de los médicos y del resto de los profesionales. Aun así, los registros objetivos demuestran que la media de demora para citas médicas en Atención Primaria se halla actualmente en 2,5 días, aunque eso es solo una estadística y, por supuesto, habrá casos puntuales en centros de salud concretos en que el paciente ha tenido que esperar más tiempo.
P.- ¿Qué balance realiza de los resultados que ha deparado la ampliación de los horarios de los centros de salud para que puedan atender a los pacientes también por la tarde?
R.- La valoración es positiva. Creo que se ha respondido a una demanda generalizada de la población, consistente en disponer de un mayor margen de tiempo durante la jornada para acudir al médico familia o requerir los servicios de Atención Primaria. Y también ha sido satisfactoria la respuesta de los profesionales, que han puesto todo de su parte para habituarse a esta nueva situación.
P.- De todas maneras, no han faltado tampoco en este punto las protestas de los sindicatos, acusando a la Administración de no haber aportado los medios necesarios antes de poner en marcha esta medida…
R.- Es cierto que se han alzado voces discrepantes, pero es lógico en un contexto tan complejo como es el sistema sanitario. La verdad es que no me consta que se hayan producido conflictos de importancia, y hemos procurado tomar nota de las dificultades que se nos han venido apuntando con el objetivo de subsanarlas. Ahora bien, para este Govern la prioridad es la población. En eso no mantenemos ninguna duda ni expresamos la más mínima vacilación. El interés de los ciudadanos es el objetivo que nos guía, y ese es el enfoque que guió la ampliación de los horarios en los centros de salud.
P.- En la actual legislatura se está apostando claramente por la Atención Primaria, como pone de manifiesto el incremento presupuestario al que antes usted aludía. Uno de los vértices de esta apuesta es el plan tecnológico destinado a modernizar los centros de salud…
R.- Así es, porque entendemos que si dotamos a estos equipamientos de más medios haremos posible que los usuarios puedan encontrar en Atención Primaria un abanico creciente de respuestas asistenciales. El plan prevé destinar a los centros de salud recursos con los que, hasta hace poco, no contaban, como ecógrafos, retinógrafos, o aparatos de dermatoscopia. ¿Qué se consigue con ello? Pues, para ser gráficos, se logra que si un paciente acude al médico de familia porque le duele el estómago, en muchos casos ya no será necesario que el facultativo le derive a otro servicio para que le sometan a una prueba diagnóstica. La prueba se le podrá hacer ahí mismo, en el centro de salud. Y gracias a esto, ganaremos tiempo, ahorraremos costes, y el paciente verá mejorada la calidad asistencial que se le proporciona. Se trata de facilitar la capacidad diagnostica de la Atención Primaria y generar consultas compartidas entre los dos niveles asistenciales.
P.- Otro de los pilares de la actual política sanitaria en Balears es la cronicidad. Vayamos por partes. Cuando ustedes hablan de la ‘estrategia de la cronicidad’, ¿a qué actuaciones se refieren, exactamente?
R.- El sistema sanitario actual, ni en Balears ni, prácticamente, en casi ningún sitio, no está convenientemente preparado para afrontar esta situación, porque es un sistema ideado para la atención a pacientes agudos, no a los crónicos. ¿Qué ocurre, por tanto? Que los pacientes crónicos deben ser atendidos en infraestructuras hospitalarias y sanitarias que no son las más adecuadas a su caso concreto. Esa es la filosofía que anida tras la puesta en marcha de la ‘estrategia de la cronicidad’, que el Govern está impulsando desde el inicio de la legislatura con el objetivo de revertir este contexto.
P.- Su exposición ha dejado clara la filosofía de la atención a la cronicidad. Pero, ¿y las actuaciones concretas?
R.- En primer lugar, cabe señalar que se trata de un modelo transversal que abarca todos los niveles asistenciales. No va dirigido exclusivamente a la atención hospitalaria, sino que también atañe, y en gran medida, además, a la Atención Primaria. Porque, básicamente, el objetivo es personalizar el tratamiento. En otras palabras, que desde el el medico de familia hasta el especialista, pasando por el cirujano o el resto de profesionales que intervienen en el proceso médico, tejan un protocolo de asistencia para un paciente con nombres y apellidos que presenta una dolencia crónica en concreto, o varias dolencias, si ese es el caso. Si la estrategia funciona, a ese enfermo no se le derivará a Urgencias, como ocurría anteriormente, ni se le confinará en una cama para agudos donde no recibirá los cuidados que necesita.
P.- ¿Y ello qué supone?
R.- Pues supone, por ejemplo, que cuando este tipo de paciente precise de un ingreso hospitalario se le destine a centros específicos que estén preparados para facilitar este tipo de atención, como ocurre con el Hospital General o el Joan March. Actualmente, además, estamos trabajando para conseguir camas de crónicos en hospitales como los de Inca y Manacor, sin dejar de lado las diez plazas que, de forma concertada, ya se han habilitado en Felanitx gracias a un acuerdo con el IMAS. Porque en estos centros tal vez no hallarán la misma tecnología punta que en Son Espases, pero sí que se les proporcionará la asistencia que requieren de manera mucho más directa y efectiva. O supone también que siempre que sea posible el paciente crónico reciba atención en su propio domicilio, evitándole ingresos innecesarios que nada van a aportar en la mejora de su situación. O supone que cuando el 061 sea requerido para el traslado de un enfermo crónico ya no se dirija sin más al área de Urgencias hospitalarias, porque los profesionales de ese servicio contarán con información pormenorizada sobre las características de ese paciente y sus auténticas necesidades. Como puede comprobar, la estrategia de la cronicidad trata de abarcar todos los focos asistenciales y trabajar en favor de una asistencia integral y sumamente personalizada.
P.- No olvidemos tampoco el papel que, en este sentido, puede jugar el antiguo hospital Son Dureta….
R.- Sí, en efecto. Así lo anunció recientemente en el Parlament la presidenta del Govern, con la idea de aprovechar estas instalaciones para ofrecer un impulso decisivo a aspectos como las largas convalescencias. Es un proyecto interesante que, naturalmente, requerirá de una cantidad ingente de recursos económicos. De momento, vamos a poner los cimientos del edificio con la expectativa de que los resultados vayan produciéndose de forma progresiva.
P.- Hace pocos días, el Servei de Salut que usted dirige anunciaba con satisfacción el acuerdo mayoritario logrado en la Mesa Sectorial para impulsar una Bolsa de profesionales. ¿En qué consiste esta actuación?
R.- Ganaremos agilidad a la hora de contratar. Ese es el objetivo que se persigue, y que resulta sin duda extraordinariamente necesario para acabar de una vez con los contratos de corta duración y responder mejor a las exigencias de personal en los equipamientos sanitarios. Este acuerdo sustituye al anterior, que, si hemos de ser sinceros, nunca ha acabado de funcionar, porque no se ajusta a la realidad de un sector tremendamente dinámico como es el sanitario, que precisa de actuaciones inmediatas y urgentes en materia de contratación. Le pondré un ejemplo: con el acuerdo precedente, si un hospital necesitaba una enfermera debía acudir, necesariamente, a la aspirante interina que ocupara el primer lugar de la lista. Daba igual que no fuera el perfil que se precisaba. Solo contaba el hecho de que era la número 1. Pues bien, ahora si ese mismo hospital necesita una enfermera especializada en la asistencia en quirófano, podrá requerir ese perfil. Y, además, se ganará mucho tiempo, porque con el sistema antiguo debían transcurrir 48 horas antes de llamar a un segundo aspirante en caso de que el primero no respondiera. Era un modelo claramente disfuncional, porque a veces, cuando al fin se obtenía la cobertura de esa plaza, la necesidad perentoria que surgió en su momento ya había desaparecido.
P.- Una de sus primeras satisfacciones como máximo responsable del Servei de Salut fue convencer a los sindicatos de la conveniencia de legislar un nuevo marco para la carrera profesional. ¿Qué pasos se han dado desde entonces?
R.- La carrera profesional en el sector sanitario era, estrictamente, una cuestión de justicia. El reto consistía en hacer posible que esa medida fuera sostenible económicamente, y hallar el procedimiento adecuado para asegurar su viabilidad. Creo que entre todos lo hemos logrado, y los resultados están a la vista. Otro desafío muy próximo en el tiempo es la aprobación de una nueva oferta de ocupación, que, si las previsiones se cumplen, será una realidad el próximo año.
P.- ¿Qué sensaciones le produce la reciente apertura de la facultad de Medicina?
R.- Muy buenas sensaciones, como usted podrá comprender. Es un proyecto que la sociedad balear reclamaba y que retornará multiplicado por mucho cada euro invertido, tanto desde el punto de vista a s i s t enc i a l como desde la perspectiva del desarrollo de la ciencia y la investigación, el apoyo a la docencia y, por supuesto, también en un sentido de rentabilidad económica.
P.- ¿Cómo se entiende, por tanto, que no exista un consenso político unánime en este tema?
R.- Le voy a ser sincero. Simplemente, no lo entiendo. Me cuesta comprenderlo, porque está claro que la facultad de Medicina conllevará innumerables ventajas para toda la población de las islas, se mire como se mire.
P.- La crisis económica se llevó por delante un gran número de servicios y prestaciones en materia sanitaria y hospitalaria. ¿Hemos recuperado la disponibilidad de recursos que existía antes de que la crisis?
R.- La verdad es que no, porque, además, la crisis aun sigue entre nosotros. No lo olvidemos. En el plano asistencial, la crisis dio pie a adoptar medidas que no tenían ningún sentido y absolutamente contraproducentes, como el cierre de hospitales, sin ir más lejos. En esta Comunidad Autónoma se anunció el cese de las actividades en el Hospital General y el Joan March. ¿Se imagina cuáles serían ahora mismo las opciones de nuestro mapa asistencial si esos cierres se hubieran producido? Pero, claro, cerrar hospitales o suprimir servicios con la excusa de que los números no salen es el recurso fácil. Lo difícil es encarar la crisis desde una perspectiva más compleja, pero, sin duda, también más integradora. Por ejemplo, plantear una estrategia de la cronicidad, como se está haciendo ahora, también conllevará un ahorro de dinero para el sistema sanitario, porque la asistencia se optimizará y la inversión se racionalizará, y ello sin que el paciente pierda calidad asistencial, sino todo lo contrario.
P.- Ya para finalizar, ¿qué pasos se están dando para descentralizar la atención médica y hospitalaria en Menorca, Eivissa i Formentera?
R.- Muchos pasos, e importantes, a mi juicio, y siempre con la idea de que, cada vez más frecuentemente, los pacientes menorquines y pitiusos puedan recibir asistencia en su isla y sin tener que desplazarse a Mallorca. En el caso de Menorca, cabe destacar la introducción de la técnica del ganglio centinela para diagnósticos de cáncer de mama, o la construcción del ‘búnker de radioterapia’, sin olvidar el cumplimiento de una reivindicación histórica, como es la permanencia del avión ambulancia durante las 24 horas del día. En Eivissa, hace tan solo unas semanas tuvimos el placer de desplazarnos al Hospital Can Misses para conocer de cerca el nuevo servicio de cirugía vascular. Y en cuanto a Formentera, se está potenciando el traslado de profesionales desde Eivissa.