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El XIX Congreso Nacional de Psiquiatría investiga en Palma los efectos de los hábitos de vida y la tecnología sobre la salud mental

Juan Riera Roca
Más de 1.400 psiquiatras españoles se reúnen desde hoy hasta el 29 de octubre en Palma de Mallorca con motivo del XIX Congreso Nacional de Psiquiatría, organizado por la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP), la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica (SEPB) y la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental (FESPM).

El XIX Congreso Nacional de Psiquiatría cuenta con un apoyo organizativo especial de la Universitat de les Illes Balears, en la que es una de las primeras actividades de gran calado científico en el campo de la biomedicina desde la activación de la Facultad de Medicina y el catalizador que ello supone para este tipo de iniciativas.

Bajo el lema “Psiquiatría de excelencia para los nuevos tiempos”, se toma el pulso a la investigación española, con más de 120 actividades y 600 comunicaciones científicas, según explicó el doctor Miquel Roca, psiquiatra, investigador, presidente de la FESPM y jefe de estudios de la Facultad de Medicina de la Universitat de les Illes Balears (UIB).

Los organizadores, junto con el Dr Roca, los doctores Miguel Gutiérrez, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP) y Miguel Bernardo, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica (SEPB), reivindican en esta cita el papel de la Psiquiatría española actual “ya en igualdad con otras especialidades médicas”.

Una psiquiatría, cuya investigación médica es puntera tanto por la calidad como por la novedad de su literatura científica a nivel nacional e internacional. “La Psiquiatría es una especialidad moderna, en continuo cambio y progreso, con resultados que se encuentran a nivel de otras especialidades médicas en nuestro país”, explica el Dr. Roca.

Además se quiere acercar la psiquiatría a la sociedad ante el “desconocimiento generalizado”, afirma el Dr. Gutiérrez. “En concordancia con la evolución de la medicina y de la sociedad, cada vez realizamos más exploraciones complementarias, diagnósticos y más tratamientos basados en el conocimiento científico más reciente”.

Mención especial merecía esta mañana, en la presentación del congreso, la presencia de los doctores Wolfgang Gaebel, presidente de la Asociación Europea de Psquiatría, y Dinesh Bhugra, presidente de la Asociación Mundial de Psiquiatría (WPA, por sus sus siglas en inglés) que expusieron el papel en la sociedad global de esta especialidad.

El Dr. Gaebel explicó como la psiquiatría ofrece herramientas a los gobiernos en unos momentos en los que Europa se ve sometida a nuevos problemas como el impacto de las oleadas de los refugiados y el terrorismo. “No decimos que los terroristas sean enfermos mentales, pero podemos ayudar a identificar perfiles de riesgo”.

El Dr. Bhugra, reflexionó sobre la falta de derechos de los enfermos mentales, que aún en muchos países “sufren discriminación laboral, no les permiten casarse o no les permiten heredar” y que precisamente ayer, en Londres, expertos mundiales presentaron en la Cámara de los Lores la primera hoja de Derechos de los Enfermos Mentales.

El Congreso aborda ya temas de gran imacto social, como las adicciones por consumo de nuevas drogas psicoactivas a las adicciones tecnológicas. “Se estima que un 25% de los españoles sufre al menos una enfermedad mental a lo largo de su vida”, explica el Dr. Miguel Bernardo, presidente de la SEPB, evidenciando la importancia de esta rama de la Medicina.

Las enfermedades mentales abarcan un número importante de dolencias que van desde los trastornos neurológicos hasta el consumo de sustancias tóxicas. “Las enfermedades que más afectan a la población española, e igualmente a los ciudadanos de las Islas Baleares, son la depresión y la ansiedad.

Tras éstas aparecen otros trastornos graves como son la esquizofrenia, el trastorno bipolar o el trastorno obsesivo-compulsivo”, añadió el Dr. Bernardo. Pero la Psiquiatría española también se encuentra con retos presentes pero sobre todo futuro, ligados a los nuevos estilos de vida que están provocando cambios en conductas adictivas.

De este modo están apareciendo nuevas adicciones o nuevos patrones de consumo, que repercuten tanto en el estado de salud como en la aparición de nuevas patologías. “Los psiquiatras vamos muy perdidos, porque es una realidad que está cambiando mucho y muy rápido”, afirma la Dra. Marta Torrens, psiquiatra especialista en estas adicciones.

La Dra. Torrens es la directora de adicciones de Hospital de Mar (Barcelona). Habló de nuevas sustancias psicoactivas sintetizadas en laboratorios clandestinos y que imitan los efectos de las drogas clásicas, y que se venden como incienso, especias, fertilizantes o abonos para plantas, sales de baño, limpiadores o mezclas de plantas.

En 2015 se detectaron 98 sustancias nuevas por primera vez en nuestro país, lo que eleva el número de sustancias vigiladas a más de 560, de ellas 380 (un 70 %) detectadas en los últimos 5 años. “Tenemos muy pocos estudios farmacológicos que nos digan qué es lo que hacen en el cuerpo”, destacó la especialista.

Y añadió: “Tenemos más información de los efectos que observamos”. El primer contacto con las personas que consumen estas drogas es en Urgencias. “Aparecen con agitación, ansiedad, cuadros de depresión grave o psicóticos agudos como alucinaciones”. Se estima que en España, el 13% de entre 15 a 35 años ha tomado alguna sustancia.

“El principal público son los jóvenes, quienes las adquieren sobre todo por internet. Algunos de ellos son los “psiconautas”, personas que prueban todas las sustancias que se encuentran en la web”, explicó la Dra. Torrens. Por otra parte, los adolescentes tienen mayor riesgo de implicarse en conductas adictivas con las nuevas tecnologías.

Esto sucede en especial con los pacientes con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, a los que el Congreso dedica tambiéb su atención. La dificultad de adaptación interpersonal, de rendimiento académico y laboral, de autoestima, es un campo propicio para la búsqueda de distracciones con las nuevas tecnologías.

“Hablamos de adicciones a videojuegos -solo o con otros-, juego online, consumo de determinados contenidos de la red, chatear”, explica la Dra. Enriqueta Ochoa, psiquiatra del Hospital Ramón y Cajal y del Programa de Adolescentes y Familias de Proyecto Hombre Madrid, especialista en esta problemática.

“Las características son las propias de una adicción, como pérdida de control respecto a la conducta y consecuencias negativas en diversos aspectos de la vida, ya que abandonan sus amigos físicos, solo se relacionan vía on line, modifican sus actividades de ocio y con la familia, debido al tiempo que pasan en la red, aislándose”.

Actualmente los psiquiatras abordan estas conductas con los instrumentos de terapia cognitiva-conductual como otras adicciones, adaptándolas a la realidad de los pacientes. “Solo si hay importante sintomatología afectiva o ansiosa utilizamos tratamiento específico para ello”.

En el Congreso Nacional de Psiquiatría también se aborda el acoso escolar, una de las situaciones traumáticas que se identifican entre los antecedentes de muchos pacientes con trastorno mental, especialmente aquellos con un perfil más impulsivo y con conductas autoagresivas y que parecen imprimir severidad a estos trastornos.

En España, un 1,6% de los menores sufre acoso escolar de manera continuada, un 5,7% lo sufriría de manera espontánea y un 13,4% reconoce haber sido agresor. Algunas de estas personas luego terminan arrastrando estos problemas en su etapa adulta, según datos que están siendo estudiados en varias de las sesiones del Congreso.

“Pueden crear dos tipos de trastornos: uno a largo plazo y otro a corto. Primero, trastornos de sueño, pérdida de autoestima, aparición de síntomas depresivos, síntomas físicos, como cefaleas o problemas gastrointestinales, disminución del rendimiento escolar o el absentismo escolar”, afirma la Dr. Marina Díaz–Marsá.

Esta especialista es la presidenta de la Sociedad de Psiquiatría de Madrid y psiquiatra del Hospital Clínico San Carlos (Madrid), quien añade: “Un porcentaje continuará con los problemas a largo plazo, cuando aparecerá depresión crónica, fobia social, trastorno de ansiedad generación, trastorno por estrés post-traumático”.

Será posible incluso llegar a comportamientos autodestructivos, como “autolesionarse, exponerse a situaciones de riesgo y el abuso de tóxicos como drogas o alcohol”. La modalidad de ciberbulling produce además que el acoso sea más rápido, con un hostigamiento mayor y que no termina en la clase.

“Las consecuencias es que la víctima no puede llegar a descansar, con lo cual hay encontramos un nivel mayor de ansiedad”, resalta la Dra. Díaz-Marsá. Las estrategias para tratar a la víctima o paliar las consecuencias en su salud mental pasan enseñar a los niños a ser constructivos, responsables y tomar conciencia del acoso escolar.

“Y no solo –dice la especialista -hay que reforzar a la víctima, sino reeducar al que acosa. En el agresor se ven conductas criminalistas y un abuso de alcohol y drogas en porcentajes mayores que en la población normal, además una mayor propensión a conductas de violencia de género o maltrato infantil en la edad adulta.”

El Congreso se estudiará el avance fundamental que está suponiendo para la atención a la esquizofrenia la identificación de biomarcadores en las áreas de neuroimagen, genética y neurofisiología que están permitiendo afrontar las dificultades de diagnóstico y validar de una manera más objetiva el tratamiento de los pacientes.

Otra línea de investigación muy prometedora en este tipo de enfermedades mentales graves y en la que España está ejerciendo un liderazgo internacional es el estudio de tratamientos antiinflamatorios para paliar los efectos de los brotes así como mejorar su pronóstico a largo plazo.

“Sabemos que la inflamación está presente en estas enfermedades, especialmente en los episodios agudos o brotes, gracias a unos marcadores de inflamación que encontramos en el torrente sanguíneo”, explica la Dra. Ana María González-Pinto Arrillaga.

Presidenta electa de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica y psiquiatra del Hospital Universitario de Álava dijo: “Estamos avanzando en el conocimiento del aporte de los fármacos anti-inflamatorios para paliar los efectos de los episodios, buscando sustancias con capacidad para destruir la inflamación a largo plazo”.

Su eficacia podría ser incluso preventiva, para personas que han presentado algún síntoma y están en riesgo de desarrollar alguna de estas enfermedades. A día de hoy, los investigadores españoles saben que la inflamación juega un papel muy relevante en el origen físico de la enfermedad mental.

“Hemos visto que las personas que tienen peor cognición en psicosis -, peor atención, memoria, capacidad a la hora de tomar decisiones o resolver problemas- son las que tienen mayor inflamación. Y cuantos más factores inflamatorios, más daño se produce en el sistema nervioso central, de ahí que sus capacidades sean peores”.

Al igual que se está estudiando en psicosis, se ha evidenciado un aumento de factores de inflamación en pacientes con autismo y trastorno bipolar. Los efectos inflamatorios sobre la salud mental se están estudiando también en relación a las malas costumbres alimenticias, buscándose el origen intestinal de la maña salud mental.

Los psiquiatras también podrán formarse en otros avances como la alteración de la “cognición caliente“ en el desarrollo de trastornos afectivos; el efecto modulador del ambiente en la expresión genética del trastorno límite de personalidad y su manifestación; los avances en neuropsicofarmacología o la investigación en relación a la capacidad de predicción del comportamiento suicida mediante el desarrollo de modelos predictivos, entre otros.

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