Juan Riera Roca /
El Consell de Direcció de la UIB ha emitido esta tarde una escueta pero contundente nota de prensa en la que manifiesta que “se muestra perplejo por el anuncio del posible desguace de la Facultad de Medicina propuesto por Podemos en el debate de presupuestos de la CAIB para el año 2017”.
Tras las noticias difundidas durante el día de hoy al respecto de este nuevo movimiento de la formación morada en su recurrente idea de impedir la consolidación –ya que no lo lograron con la puesta en marcha –de la Facultad de Medicina, la Universitat de les Illes Balears quiere tranquilizar a las familias:
“Queremos hacer constar ante los alumnos, sus familias y la sociedad en general que la UIB no contempla esta posibilidad, atendiendo al convenio firmado con el Govern de las Islas Baleares que garantiza la continuidad de los estudios”, señalan desde la institución universitaria en el comunicado.
Y añaden: “Entendemos que este debate provoca preocupaciones a los actuales alumnos y dudas de elección a los posibles futuros candidatos a cursar estos estudios en la UIB”, poniendo de manifiesto su sorpresa por esta nueva acción política de Podemos, cuastro meses después del arranque de la Facultad.
Y es que esta mañana, en el debate de los presupuestos de la CAIB, en su presentación de enmiendas, Podemos no olvidó su “guerra” contra la Facultad de Medicina de la Universitat balear. Con sus enmiendas, la formación liderada en Baleares por Alberto Jarabo, viene a proponer su desmantelamiento.
Ese desmantelamiento sería un hecho si se aprueban las enmiendas de Podemos que pretenden destinar la asignación presupuestaria prevista para la financiación de la Facultad de Medicina a otros objetivos de gasto público. Podemos registró dos enmiendas que afectan los 1,4 millones de € de ese presupuestos.
Con una de las enmiendas se propone derivar los 887.000€ que destinaría la Conselleria de Educación para pagar a personal docente y administrativo, al presupuesto de la Universitat de les Illes Balears, que de acuerdo al convenio con el Govern es paralelo al presupuesto de la Facultad de Medicina.
Con la otra enmienda, Podemos pide que se dediquen los 587.000 € que completarían el presupuesto y que le toca abonar a la Conselleria de Salud para el mantenimiento de instalaciones y los equipamientos necesarios a paliar la pobreza farmacológica, fenómeno inexistente o nimio en las Islas Baleares.
Con esta nueva vuelta de tuerca, sorprendente por presentarse en unos momentos en los que la Facultad ya funciona y cuando todos los representantes políticos están a favor de su continuidad, Podemos insiste en que estos estudios son innecesarios en Baleares y gravosos para las cuentas públicas.
Podemos vive una extraña crisis muy relacionada con la Facultad de Medicina. Por una parte la formación morada se quedó sola en su rechazo a su apertura. PSIB-PSOE y MÉS, partidos que componen el Govern con el apoyo externo de Podemos, no dieron su brazo a torcer e impulsaron la activación del grado.
Este impulso fue, de hecho, una de las políticas clave del primer año del Govern del tercer Pacte de Progrés. Es decir, no es una propuesta “heredada” del PP o de otros gobiernos. Antes bien, el Govern del PP de José Ramón Bauzá (2011-2015) dejó prácticamente congelada y olvidada esta iniciativa.
Pero es que además se quieren buscar explicaciones controvertidas a los efectos del rechazo de Podemos a la Facultad de Medicina, como cuando el investigador podemita, Daniel Bachiller, expedientado por la dirección nacional de Podemos, se queja de que su «caso» es un castigo por haber ido contra Medicina.
El expediente a Bachiller salpica además a la presidenta del Parlament, Xelo Huertas, también expedientada con otra diputada autonómica de Podemos, por supuestamente favorecer de forma irregular la continuidad de los fondos estatales para los proyectos de investigación de Bachiller.
El expediente a Huertas y a otra parlamentaria por el “caso Bachiller” ha destapado graves problemas de fondo en Podemos, ya que en la formación de los círculos hay quien ve más que un caso de depuración de responsabilidades, una acción desmedida contra personas no afines a la dirección del partido.
Análisis urgentes de expertos políticos consultados señalan la posibilidad de que esta operación de Podemos para insistir en el cierre –ya que no lograron que no se abriera –de la Facultad de Medicina en el seno de la UIB, podría ser un golpe de efecto para huir hacia delante de sus problemas políticos.