A punto de cumplirse el ecuador de la legislatura, Salut i Força entrevista a la presidenta del Govern de les Illes Balears, Francina Armengol. La máxima responsable del Ejecutivo destaca como logros la apuesta por las infraestructuras, la recuperación de derechos para pacientes y profesionales, y la reducción de las listas de espera.
P.- Dentro de poco se cumplirán dos años de legislatura como presidenta. ¿Qué nota le pone a la política sanitaria del Ejecutivo y de qué se siente especialmente orgullosa?
R.- La política sanitaria de este Govern es una prioridad absoluta y lo estamos trabajando y pienso que es algo que se ha nota desde el principio de legislatura. Tanto la consellera Patricia Gómez como yo misma, somos muy exigentes en esta materia. Estamos superando claramente lo que había antes, pero no nos conformamos porque venimos de una situación difícil y tenemos mucho por hacer en recuperación de derechos y de mejora de la asistencia sanitaria. Me siento especialmente orgullosa de la reducción de las listas de espera que estamos logrando con mucho esfuerzo gracias al trabajo de los profesionales. No soy mucho de notas y de puntuaciones numéricas pero si tengo que puntuar, creo que supera el notable.
P.- El Gobierno comenzó la legislatura tomando decisiones prácticamente inminentes. Una de ellas la del retorno de la tarjeta sanitaria. Se anunció una previsión de recuperar 20.000 tarjetas y ahora mismo sólo 3.000 personas han reclamado este derecho. ¿Se hizo una estimación errónea?
R.- Creo que lo importante es el derecho a tener la tarjeta sanitaria. Que cada persona que la desee solicitar, tenga el derecho garantizado ahora. Es un antes y un después el que te nieguen un derecho o te lo retorne la Administración. Era una demanda muy fuerte y un compromiso electoral del Govern y de partidos que dan apoyo externo como Podem. Es verdad que la previsión era más alta pero también es cierto que desde ahora en los centros de salud no se persigue a quien no la tiene. Supongo que hay gente que ya no la ha tramitado y debemos insistir en que lo hagan. Quiero recordar que también hemos eliminado el copago de hacerse la tarjeta y eso ha supuesto un ahorro en las familias de las islas. No tenemos que repagar con 10 euros la tarjeta en los tiempos de José Ramón Bauzá.
P.- Otra de las decisiones importantes fue volver a abrir los centros de salud en horario de tarde. Una decisión que los sindicatos, especialmente Simebal, cuestionó muy por faltar personal. ¿Cree que se podía haber hecho mejor?
R.- Es verdad que veníamos de donde veníamos. Una situación donde se despidieron 1.000 profesionales sanitarios de la sanidad pública. Este Govern no solo no despide sino que hemos contratado tanto médicos como enfermeras y mejorado las condiciones laborales porque se lo merecen tras una época de recortes. Si me lo pregunta, evidentemente no es suficiente y debemos seguir creciendo en la plantilla sanitaria porque queremos dar mejores servicios, por ejemplo en la apuesta por la cronicidad. Este Govern quiere dar mejor servicio y reforzar lo público. La apertura de los centros de salud por la tarde ha sido un éxito y lo sabemos porque los usan miles de ciudadanos.
P.- El verano pasado fue complicado por ejemplo en las Urgencias de Son Llàtzer, muchas veces colapsadas o en Ibiza, donde se cuestionó la falta de personal. Ustedes han apostado por 400 nuevas contrataciones, 1.000 interinos y se convocarán en un plazo de tres años 1.300 plazas a través de la Oferta Pública de Empleo. ¿Faltan profesionales sanitarios en las islas?
R.- El Gobierno de Madrid impone muchas restricciones desde hace años en la posibilidad de dar estabilidad a la plantilla pública. Exigimos al Gobierno de España que nos deje abrir todas las plazas posibles con oposición y todavía no lo hemos conseguido. Y eso que yo misma le pregunté en la Conferencia de Presidentes sobre esto a Mariano Rajoy. No es justo porque somos las CCAA las que pagamos las nóminas y queremos garantizar la estabilidad laboral de los interinos, que lo pasan realmente mal. Sacaremos todas las plazas que podamos, las acumuladas de los últimos años que podamos recuperar.
P.- El primer gran problema sanitario de su Gobierno fue solucionar un anuncio de huelga por parte de los médicos, que reclamaban la carrera profesional firmada por el Gobierno anterior en las postrimerías de su mandato. ¿Hay recursos para la carrera profesional?
R.- Creo que los profesionales sanitarios públicos saben que las cosas han cambiado. Veníamos de una legislatura donde se les despedía, congelaba y recortaba el sueldo. Ahora contratamos más personal público y garantizamos mejores condiciones laborales con la carrera profesional. En ese aspecto, asumimos una negociación complicada y difícil porque el Govern del PP adquirió unos compromisos que no había dinero para pagarlos. Nosotros desde el consenso y diálogo llegamos a un acuerdo con los profesionales que se está cumpliendo.
P.- Seguimos cronológicamente. Hace un año se estaban decidiendo los últimos trámites para que la Facultad de Medicina fuera una realidad. El primer curso ya está en la recta final. ¿Qué balance hace de esta puesta en marcha?
R.- Muy positivo. Hace años que se reclamaba en las islas una Facultad de Medicina, tanto por parte del Colegio de Médicos, como la Universidad, el mundo sanitario, el alumnado… y es una apuesta estratégica de este Govern para la investigación en salud. La salud es un tema capital si queremos apostar por una economía del conocimiento, porque somos punteros en medicina en nuestra comunidad. Tenemos los mismos derechos que otros territorios de España y éramos la única comunidad con un más de un millón de habitantes que no tenía Facultad. O subíamos ahora al tren o ya era imposible instaurar una Facultad de Medicina pública, porque si no, hubiera entrado una privada sin las mismas oportunidades para los ciudadanos.
P.- Con honestidad presidenta, ¿detectó deslealtad con el tema de la Facultad por parte de Podem?
R.- No he entendido nunca muy bien la oposición frontal que hizo Podem Illes Balears a la Facultad de Medicina, teniendo en cuenta que es un partido que apoyaba las políticas del Govern en investigación y sin la Facultad es muy difícil acreditar el IdISBa, que lleguen recursos europeos y nacionales en programas de investigación en salud… La Facultad tendrá retorno social, económico y también en temas de conocimiento.
P.- Rafel Crespí, uno de los dos aspirantes a ser rector de la UIB ha dicho que es el momento de decidir si la Facultad de Medicina será potente o no. Pero el secretario de Estado de Universidades en una visita reciente dijo que era un modelo a seguir. ¿Un cambio de dirección en la UIB puede afectar a la Facultad?
R.- No lo creo. No es tanto un proyecto rectoral, aunque sí es verdad que el rector Llorenç Huguet se implicó mucho y le agradezco su forma de trabajar tan leal. Pero ahora ya tiene su propio recorrido y órganos de dirección y el modelo es el adecuado a nivel presupuestario y también en la propia calidad del Grado. Implementamos un modelo más viable, utilizando las instalaciones de Son Espases, para transmitir el conocimiento a través de la propia interacción del alumno en el trabajo de un hospital. Estimulamos otro tipo de enseñanza que será muy provechosa.
P.- Por cierto, el próximo año la Facultad de Odontología será una realidad. Solo faltará el Grado de Farmacia para cerrar el círculo de ciencias de la salud.
R.- Creo que eso ha de ser una demanda que haga la propia Universidad y el sector y debe estar justificado. Como apotecaria claro que me gustaría pero depende de las necesidades que tengamos como sociedad. La UIB está apostando seriamente por las ciencias de la salud porque tenemos muchas especialidades donde somos punteros a nivel internacional. Tenemos muy buenos investigadores.
P.- Es la legislatura de las inversiones sanitarias. Reformas en el Hospital General, el Joan March, el Psiquiátrico de Palma, en Manacor… la situación económica de crecimiento permite cumplir con estas asignaturas pendientes o es cuestión de priorizar?
R.- Un poco las dos cosas. El crecimiento económico nos permite tener más ingresos para hacer un tipo de política concreta. Ahora bien, también estamos priorizando los recursos públicos que tenemos en áreas de salud por convencimiento y por compromiso electoral porque estuvo muy castigada en la legislatura pasada. No hay que olvidar que afecta a lo más importante de la persona que es la salud. El Gobierno de España no lo pone fácil porque no nos da la financiación que merecemos y aún somos de las CCAA que menos recursos recibe del Estado para sanidad. Seguiremos reivindicándolo.
P.- El General de Palma ha pasado en cinco años de correr riesgo de cierre, a ver cómo se remodelará y lo más importante, como fue el lugar para presentar un ambicioso nuevo modelo de cronicidad que ilusiona a los profesionales.
R.- Con el PP con mayoría absoluta, una de las decisiones que se tomaron por austeridad fue el cierre de los hospitales públicos Joan March y General de Palma, que son centros importantes en temas de cronicidad y paliativos. Ahora tenemos una apuesta clara por la atención a los usuarios de presente y de futuro, porque la población cada vez envejece más. El Hospital General de Palma es una magnífica instalación por lo que es, por sus profesionales y por la historia que representa ya que todos tenemos alguna experiencia de algún familiar bien tratado allí. La infraestructura necesita de una reforma, de la cual ha participado también el personal.
P.- Hablemos del uso sociosanitario del espacio de Son Dureta. Una apuesta valiente, necesaria y acertada pero que, tanto la oposición como desde ciertos sindicatos, se preguntan de dónde saldrán los 120 millones de euros que lo harán posible. ¿Confía en hacer realidad el proyecto?
R.- El nuevo Son Dureta es uno de los compromisos fuertes de esta legislatura porque es una necesidad real. Hay que adaptar la red de salud y social para atender la cronicidad y envejecimiento y para hacer nuevos circuitos de atención. Para eso necesitamos nuevas infraestructuras adecuadas como Son Dureta, el Verge del Toro de Menorca o Can Misses en Ibiza. Es verdad que la financiación para todo esto que necesitamos es importante. Ahora bien no es más importante que otras obras como por ejemplo el metro o lo que nos están costando las autopistas de Ibiza, creo que Son Dureta es una reivindicación y ha sido bien acogida por la ciudadanía. De momento extraeremos la partida del presupuesto público de las islas pero evidentemente no renunciamos a la financiación del Gobierno de España.
P.- Ya que hablamos de cuestiones históricamente olvidadas por muchos de gobernantes. Su gobierno apuesta por la salud mental, aunque no concretaron cuando estará la reforma acabada del Psiquiátrico.
R.- Es una de las grandes olvidadas y es una de las cuestiones que de forma clara queremos mejorar toda la estrategia de salud mental. El Psiquiátrico de Palma necesita una reforma importante. Cuando uno lo visita se da cuenta. Presentamos un proyecto de inversión de 4 millones de euros, es verdad que tal vez se necesite más porque hace muchos años que no se apuesta seriamente por este centro, concretamente desde que Francesc Antich no es president del Govern. Hay edificios en unas circunstancias muy complicadas.
P.- Copagos. Su gobierno ha puesto un «máximo» en la aportación farmacéutica de jubilados y pensionistas. Esto que se dice pronto supone que la gente mayor no tenga que avanzar un dinero y esperar para que se los devuelvan.
R.- Es una parte de la redistribución de la riqueza. Me parecía muy fuerte que el Govern Bauzá hiciera pagar a los pensionistas y sobre todo a los crónicos, haciéndoles de prestadores al Ejecutivo, cuando no está para nada justificado. No les tocaba pagar más de los 18 euros. Hemos quitado el tope pero no nos conformamos con eso. Es injusto el copago de los pensionistas, los medicamentos siempre habían sido gratuitos para los pensionistas hasta que el PP de Marino Rajoy obtuvo la mayoría absoluta.
P.- Esa medida del copago ha hecho que gente renuncie a comprar medicamentos.
R.- En la época dura de la crisis, todos sabemos de casos de gente mayor que renunció a tomar medicamentos porque no se lo podía permitir. Y eso es algo que no podemos permitir.
P.- Su gobierno, concretamente Patricia Gómez, dijo en el Parlamento, que el objetivo era que el parking fuera gratuito. ¿Cumplirán esta promesa? Porque Juli Fuster dijo recientemente que estudiaban construir dentro 500 plazas más e incluso han mirado un solar anexo.
R.- Son Espases está muy mal ubicado. Ni se planificaron los accesos, ni el parking ni el transporte público, porque el metro nunca se pensó que pasara por allí. Nuestro compromiso es que el aparcamiento de Son Espases sea gratuito a finales de legislatura pero eso necesita de negociaciones con la concesionaria que no son fáciles de conseguir y de una tramitación. Juli Fuster explicó que aunque consigamos que sea gratuito no nos detenemos ahí, estudiamos incorporar nuevas plazas para aparcar y mejorar el transporte público que haga viable llegar allí. En eso trabajamos. Sumaremos más plazas porque no bastará y potenciaremos el transporte público.
P.- ¿Es cierto que usted convenció personalmente Josep Pomar para que fuera el nuevo gerente ya que tenía un compromiso en Málaga y Granada y eso le retenía?
R.- Primero quiero agradecer a la antigua gerente su trabajo en Son Espases. Dicho esto, es verdad que estoy muy contenta de que Josep Pomar sea el nuevo gerente de Son Espases porque es una persona que conozco perfectamente. Me merece un enorme respeto personal y profesional y que reconozco que hablé con él. Aunque también es verdad que cuando hablé con él ya estaba bastante convencido.
P.- Abordemos de listas de espera. ¿Pondrán de nuevo en marcha el decreto de demoras si es necesario?
R.- Lo queremos tener en marcha a principios de 2018 porque no queremos que ocurra lo de la legislatura pasada, donde se eliminó el decreto de garantía de demora y se llegaron a quintuplicar las listas de espera. Nosotros las hemos reducido en un 70% la gente que espera 6 meses para ser operados y un 50% la gente que espera más de dos meses para visitar el especialista pero no es suficiente. Debemos seguir reduciendo las listas de espera y recupera el decreto de garantía de demora a principios de 2018.
P.- Ya que hablamos de colaboración público-privada. Hay cree usted en esta fórmula? Ahora se ha cumplido el primer año de la radioterapia en Ibiza, que pronto será también una realidad en Menorca y se han ahorrado 250 viajes en un año. También se ha externalizado el servicio de hemodiálisis con Juaneda Miramar y Diavérum. ¿Apuesta por esa sinergia?
R.- Nosotros apostamos por la sanidad pública y es la red que estamos extendiendo. Si nosotros hubiéramos tenido que tomar la decisión de la radioterapia, hubiéramos hecho la inversión directamente desde lo público. Es verdad que la red privada de esta comunidad es muy buena y da un gran servicio, con la que a veces tenemos convenios puntuales para mejorar y garantizar el servicio al ciudadano. Ahora bien, nuestra apuesta es la sanidad y la inversión pública.
P.- Recientemente, hemos tenido un nuevo caso de agresión a un profesional médico. ¿Cómo se acaba con esta lacra?
R.- Lo lamentamos y lo condenamos rotundamente. El Código Penal ya prevé que el personal sanitario es autoridad y tiene esta fuerza ante agresiones. Como siempre, el IB-Salut se personará en la defensa del profesional sanitario.
P.- En breve estrenará el Palacio de Congresos. ¿Es una oportunidad para dinamizar el turismo científico?
R.- Creo que el Palacio de Congresos nos ha de permitir ese turismo de más calidad que queremos. Un turismo ligado a congresos nos ayudaría a desestacionalizar y alargar la temporada turística. Desde luego del nivel del ámbito científico serían muy bien recibidos en nuestra isla.
P.- La Fundación Amancio Ortega ha anunciado que donará 320 millones para comprar equipamientos de vanguardia, repartidos por comunidades autónomas. ¿Ha contactado ya con el Govern?
R.- Puedo confirmar que vendrán parte de esos recursos a las islas. Hay conversaciones con la Conselleria de Salut desde hace tiempo y cuando se puedan firmar los convenios, los presentaremos. Es una apuesta de la Fundación Amancio Ortega para invertir en aparatología ligada al cáncer de pecho y en esa línea recibiremos fondos. Es una apuesta por la investigación, la cura y el tratamiento de esta enfermedad.
P.- La última, presidenta. Quedan dos años, en materia de salud, ¿qué retos se marca?
R.- Tenemos la hoja de ruta muy marcada. Tenemos un Plan de Infraestructuras Sanitarios que es muy ambicioso en centros de salud y unidades básicas de salud, como por ejemplo la de Santa Ponça, que hacía 18 años que se reivindicaba. También es una apuesta por la mejora de los hospitales sobre todo Manacor, Son Dureta, Verge del Toro y Can Misses. Seguiremos mejorando la situación de los trabajadores de la sanidad pública y garantizar más la asistencia sanitaria con la perspectiva puesta en la cronicidad, el envejecimiento y la puerta de entrada que supone la Atención Primaria.