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Más de 400 profesionales participan en el 36 Congreso de la Sociedad Española de Medicina Nuclear e Imagen Molecular en Son Espases

Juan Riera Roca /
La Desde hoy hasta el viernes, 26 de mayo, tiene lugar en Palma el 36 Congreso de la Sociedad Española de Medicina Nuclear e Imagen Molecular, organizado por el Servicio de Medicina Nuclear del Hospital Universitario Son Espases. En total participan cuatrocientos profesionales sanitarios de todo el estado, entre médicos especialistas en medicina nuclear, radiofarmacéuticos, físicos, enfermeros y técnicos en medicina nuclear, entre otros.

El objetivo es poner en común los últimos avances en el campo de la medicina nuclear y compartir conocimientos y experiencias con el fin de mejorar la práctica clínica y la investigación en beneficio de los pacientes. En el acto de inauguración han participado el presidente de la Sociedad Española de Medicina Nuclear e Imagen Molecular, Juan Carlos Alonso; la presidenta del Comité Organizador local y jefa del Servicio de Medicina Nuclear de Son Espases, Cristina Peña; el subdirector de Hospitales del Servicio de Salud, Francisco Cárceles, y el director gerente de Son Espases, Josep Pomar.

El Servicio de Medicina Nuclear del Hospital Universitario Son Espases es el de referencia para todas las Islas Baleares y por ello en 2016 atendió a once mil pacientes. Dispone de un aparato de tomografía por emisión de positrones (PET-CT), de un densitómetro y de tres gammacámaras, dos de las cuales son híbridas y, además del estudio metabólico, permiten mayor precisión para localizar las lesiones.

Todas las exploraciones diagnósticas que se hacen en el Servicio de Medicina Nuclear utilizan isótopos radiactivos, que son administrados al paciente generalmente por la vía endovenosa. Después de un tiempo, que varía dependiendo de la exploración, los equipos (es decir, las gammacámaras y el PET-TC) detectan la radiación emitida por el paciente.

Los estudios de medicina nuclear convencional se utilizan para estudiar la función metabólica de casi todas las estructuras del organismo, tanto en los casos de patologías benignas como en los de malignas. Las utilidades principales son los estudios óseos, renales, de la tiroides, del cerebro, del corazón y de algunos tumores, entre otros.

El PET–TAC se utiliza fundamentalmente para estudiar a pacientes oncológicos, para establecer la extensión inicial de la enfermedad, para comprobar la respuesta a los diferentes tratamientos y para llevar el control evolutivo de los pacientes. Esta técnica se usa también para planificar los tratamientos de radioterapia de algunos tumores.

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