R.- El laboratorio es una parte muy importante del equipo interdisciplinar que conforma la clínica. Junto con las ginecólogas es, en gran medida, responsable del éxito o fracaso del tratamiento de reproducción asistida. En el laboratorio trabajamos los embriólogos clínicos, licenciados en biología, biotecnología o alguna otra rama sanitaria y con una alta especialización en Reproducción Humana Asistida. Es decir, en la manipulación de gametos (óvulos y espermatozoides) y embriones.
P.- ¿Qué factores determinan el buen funcionamiento del laboratorio?
R.- Tan importante es la formación del personal como el contar con unas instalaciones y equipamiento adecuados. En el laboratorio una serie de filtros garantizan que la calidad del aire sea la adecuada, también deben controlarse los factores ambientales como temperatura y humedad, así como los materiales que componen paredes, techos, suelo, etc. Además en Instituto de Fertilidad contamos con equipamiento de última tecnología: incubadores trigas que mejoran el cultivo de los embriones, tecnología timelapse para poder vigilar los embriones las 24h del día sin alterar sus condiciones… Todo ello orientado a que los embriones sean de la mejor calidad posible y capaces de generar gestación y finalmente un nacido sano, que es, al fin y al cabo, la principal finalidad de nuestro trabajo.
P.- ¿Por qué es importante el profesional responsable del laboratorio?
R.- El trabajo del embriólogo es el gran desconocido por parte de la mayoría de los pacientes. A pesar de todo el equipamiento en el que nos apoyamos, realizamos un trabajo muy manual en el que cada ovocito y cada embrión debe trasladarse a una serie de placas con medio durante el proceso que dura el cultivo, inyectamos uno a uno los espermatozoides en el óvulo tras seleccionarlos individualmente, etc. En definitiva, el material biológico que manipulamos es muy valioso, tanto por su origen como por el componente emocional implícito en cada muestra, requiriendo un alto nivel de concentración así como la máxima delicadeza. Además, debemos tener amplios conocimientos no sólo de las técnicas de reproducción asistida sino también en genética, cultivos celulares, fisiología, biotecnología, bioética y legislación sobre Reproducción Asistida Humana. Al ser un campo biomédico en constante y rápida evolución nos obliga a estar en continua formación para poder ofrecer a los pacientes el mejor de los tratamientos.
P.- ¿Qué técnicas ofrece el laboratorio de Fecundación In Vitro (FIV)?
R.- El Laboratorio de Fecundación In Vitro se divide en dos secciones: un Laboratorio de Andrología, donde realizamos seminogramas diagnósticos, preparamos el semen para su utilización en una técnica de reproducción asistida, procesamos muestras de biopsia testicular y congelamos muestras seminales de pacientes. Por otro lado, está el laboratorio de Embriología, donde se recuperan los óvulos, se congelan o se fecundan y se evalúan, cultivan los embriones, para por último seleccionar el/los mejores a vitrificar y/o transferir al útero materno.
P.- ¿Cómo se elige un ovulo/espermatozoide? ¿Qué características debe tener?
R.- Cuando la mujer se somete a una estimulación ovárica controlada, se produce el crecimiento simultáneo de varios folículos en los ovarios. Mediante un proceso llamado punción folicular, se aspira el líquido contenido en los folículos en el que se encuentran los óvulos. En el laboratorio nos encargamos de recolectar estos gametos y evaluarlos. No todos los óvulos obtenidos son idóneos, sólo nos sirven aquellos que llamamos “metafases II” y que p o d e m o s identificarlos por una serie de características morfológicas que nos indican que ha alcanzado el estado de madurez nuclear y citoplasmática suficiente para poder utilizarse. Respecto a los espermatozoides, a la hora de seleccionar el que vamos a introducir dentro del óvulo para fecundarlo, nos basamos tanto en características morfológicas como de motilidad. Serán mejor aquellos que se mueven de manera rápida y rectilínea. Además, en el laboratorio disponemos de otras tecnologías complementarias para “afinar” a la hora de seleccionar mejor los espermatozoides.
P.- ¿Cuánto dura el proceso desde que se extraen los óvulos hasta la transferencia de embriones?
R.- Una vez obtenidos los embriones, bien por fecundación in vitro o bien por microinyección del espermatozoide (ICSI), éstos se mantienen en el incubador en unas condiciones de cultivo muy controladas durante 3 a 5 ó 6 días. El tiempo que dura el cultivo dependerá del caso particular de cada paciente así como de la calidad embrionaria.
P.- ¿Cómo cuidamos y escogemos los embriones?
R.- Desde el momento en que los óvulos son fecundados, pasan a unas placas con medio de cultivo que contiene los nutrientes necesarios para que el embrión se desarrolle. Estas plaquitas se guardan en incubadores que simulan las condiciones del útero materno. Éstos se evalúan diariamente hasta el día de la transferencia embrionaria, para valorar cuántas células tienen, si tienen fragmentos, el ritmo en el que se dividen y otras características morfológicas que le confieren una categoría determinada. Los embriones de categoría A tendrán la mayor probabilidad de implantar seguidos de los de categoría B. Una vez finalizados los días que dura el cultivo, escogeremos los mejores embriones para ser transferidos o congelados.
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Parece que es un trabajo dificil ya que no está garantizado el exito en muchos casos. Supongo que con el paso del tiempo y los avances en genética esta labor se irá haciendo cada día más fácil. Animo a las mujeres que usen est técnica